10 ciudades españolas para visitar en invierno (II)

Sagrada Familia

El otro día te contamos cuáles eran las cinco primeras ciudades que os sugeríamos para visitar durante el invierno. Si ya las habéis anotados, ahora os contamos esas otras cinco que también pueden ser un destino interesante cuando apriete el frío. En algunas de ellas no podremos escapar de las bajas temperaturas, pero tienen una oferta que puede ser entretenida durante los meses de invierno.

Visitar cascos antiguos, disfrutar de un paseo por la playa, ver espacios culturales o incluso agradecer un poco de buen tiempo son algunas de las propuestas de estas cinco ciudades. Algunas incluso te quedarán bastante cerca, por lo que pueden ser una buena idea para hacer una pequeña escapada de fin de semana.

Santander

Santander

Santander es una ciudad del norte en donde se combina la costa, las playas, la historia y la gastronomía. Vamos a disfrutar de lugares como la Península de la Magdalena, que era el lugar de veraneo de la realeza y en donde podremos ver el Palacio de la Magadalena, pasear por un pequeño zoo o ir a las playas de la Magdalena y Bikini. Este es uno de los paseos más bonitos que tiene la ciudad, pero hay mucho más en donde pasar el tiempo. Si queremos disfrutar de la gastronomía en primera línea tenemos el Mercado del Este y el Mercado de la Esperanza, en donde comprar esos productos típicos para los más sibaritas. Para los que desean disfrutar de un poco de cultura, está el Museo de la Prehistoria y la Arqueología de Cantabria. De visita obligada es su parte más antigua, en donde disfrutar de algún restaurante con platos típicos como las rabas o las anchoas de Santoña.

Valencia

Valencia

Valencia es otra de esas ciudades que nos gustaría visitar en invierno porque su climatología suele ser más suave. Decimos suele porque puede que no nos cuadre bien el momento y nos encontremos con un mal día al llegar. La ciudad de Valencia también es perfecta para una escapadita, y es que en ella podremos disfrutar de su casco antiguo, o perdernos en la moderna zona nueva, con la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. En su zona antigua tenemos el Barrio del Carmen, un barrio que creció entre dos murallas, la de la zona musulmana y la zona cristiana. También tenemos las puertas medievales y la Plaza de la Virgen con la Catedral de Valencia, el Miguelete la Almoina y la Basílica de la Virgen. Un conjunto catedralicio que no hay que perderse. Como tampoco hay que perderse la famosa Lonja de la Seda.

Barcelona

Montjuic

Barcelona es junto con Madrid las dos ciudades principales de España, así que vale la pena visitarlas, ya sea en verano o en invierno. Lo mejor de todo es que si acudimos en invierno a esta gran urbe, no tendremos que hacer tantas colas ni agobiarnos con el exceso de turismo que hay en temporada alta, disfrutando mucho más de la ciudad. Eso sí, tendremos que conformarnos con pasear por la playa, ya que no podremos bañarnos en ella. Ver la Sagrada Familia con menos colas, disfrutar de Montjuic y de las obras de Gaudí con mucha más tranquilidad puede ser una buena idea.

Cádiz

Cádiz

No podemos pasar sin sugerir que nos vayamos al sur de vacaciones durante el invierno, porque el clima es mucho más llevadero. Alejarnos del frío intenso o de los interminables días de lluvia es todo un placer. Así que nada mejor que visitar una ciudad como Cádiz, de costa y con un precioso casco antiguo lleno de callejuelas en las que perderse. Podremos ver la famosa playa de la Caleta con el Castillo de San Sebastián y disfrutar de esos vientos, del clima costero y de su catedral. Además, no podemos dejar de acudir a un restaurante a probar el pescaíto frito. También podremos volver atrás en el tiempo con el teatro romano. Y si queréis tener una perspectiva de toda la ciudad y conocer un poco de su historia, visitad la Torre Tavira que cuenta con una curiosa cámara oscura con la que podremos ver todos los puntos de la ciudad de forma panorámica.

Ibiza

Dalt Vila

Ibiza es otro de esos lugares que en verano puede llegar a hacerse totalmente agobiante por el exceso de veraneantes y de turisteo. Es por eso que para los que quieren huir de la fiesta y de las playas a barrote, lo mejor que pueden hacer es visitar la isla en invierno. Mucho más tranquila y también mucho más auténtica, con las gentes que viven en ella todo el año. Es otra forma de conocer lugares que suelen ser plenamente turísticos solo en verano. Si algo no hay que perderse es poder visitar Dalt Vila con toda tranquilidad, la parte antigua de la ciudad, rodeada de sus murallas renacentistas y con muchas callejuelas en las que perderse.


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