El sorprendente distrito de Saint Denis en París

París es una de las grandes capitales turísticas del mundo y hace falta más de un viaje para descubrirla.

Tiene muchos rincones, muchos museos, muchos restaurantes y sitios interesantes para recorrer en cualquier época del año. Uno de sus suburbios es Sain-Denis, situado a poco menos de un kilómetro del centro de la capital francesa.

Saint-Denis

Saint-Denis es un suburbio situado al norte de París famoso entre los turistas por poseer la Basílica de Saint Denis donde descasan varios de los reyes franceses y porque es donde está también el famoso Stade de France, estadio de fútbol y rugby.

Saint-Denis tiene orígenes galo romanos, pero cuando la expansión del cristianismo en estas tierras arrojó los primeros mártires su historia dio un giro al ser enterrado aquí el primer obispo parisino, Saint Denis, tras su martirio en Montmartre.

La abadía medieval del mismo nombre se terminó de construir en el siglo XII y es un enorme y elegante edificio de estilo gótico en el que tras su construcción pasaron a enterrarse los restos o reliquias de santo patrono de Francia, Saint-Denis.

Y si hablamos de historia de religión en estas tierras tuvo lugar una importante batalla entre católicos y protestantes en 1567, una que ganaron los primeros y que a la postre terminó en la conversión al catolicismo del rey Enrique IV.

Posteriormente la necrópolis de la abadía pasó a ser el lugar de descanso eterno de los reyes galos y el último que tuvo su entierro real fue Luis XVIII en 1824. Desaparecida la monarquía esta zona de París perdió su gloria pero lentamente empezó a ser urbanizada, industrializada y mejorada.

Sus habitantes pasaron de ser granjeros a obreros así que en los albores de las luchas socialistas Saint-Denis se convirtió en un centro político importante y el socialismo tuvo aquí su primera victoria política por lo que llegó a conocérsele como la ville rouge o Villa Roja.

Como llegar a Saint-Denis

Saint-Denis está a media hora del centro de París y los medios de transporte que los sirven son el tranvía, el metro, el RER y el Transsillien. Está la estación de tren Saint-Denis que data de mediados del siglo XIX y después cada uno de los medios de transporte que nombré tienen varias estaciones en el barrio.

Si tomas la Línea 13 del metro tienes la estación de la Université, la de Carrefour, la de Porte de París que es la que está más cerca del Stade de France y la estación de la Basílica de Saint-Denis, por ejemplo.

Qué ver en Saint-Denis

Saint-Denis es lo más multicultural que vas a ver en París. Aquí viven africanos, kurdos, pakistaníes, argelinos, chinos, turcos, indios y muchos más. Algunos de ellos no tienen documentos ni permiso para estar en el país pero están, viven y trabajan en Francia. Y muchos, pero muchos han nacido aquí de padres extranjeros.

Si preguntas en las agencias de turismo es un barrio en el que es obligatorio andar con cuidado porque circulan la droga y el crimen. Si aún así quieres descubrirlo pues tomas el transporte público y te pasas una tarde dando vueltas.

Saint-Denis es un espejo del París actual, heredero del antiguo colonialismo francés, pero por esas vueltas de la moda de un tiempo a estar parte se ha convertido en un destino de hipsters y burgueses parisinos con ansias de exotismo.

Saint-Denis está a media hora de tren desde el centro de París y hoy para muchos es el lugar más peligroso de la capital francesa. El multiculturalismo, en el que abundan musulmanes, está en el ojo de la tormenta y muchos temen que sea el caldo de cultivo de futuros terroristas.

Las calles del suburbio se ordenan alrededor de una avenida principal llamada Rue du Farbourg Saint-Denis donde se concentran las tiendas y restaurantes en los que puedes disfrutar de platos indios, pakistaníes o africanos. También hay muchos vendedores callejeros, gritando ofertas, haciendo ruido.

Otra calle recomendable para recorrer es la rue Montorguiel, con restaurantes y cafeterías bohemias, con gente que lee Le Monde pero también con gente de todos los orígenes étnicos posibles. Y o no sería París si no hubiera pasajes, por supuesto.

Está el Passage Petites Ecuries, al aire y bordeado de árboles, sobre el que constantemente abren restaurantes, bares y cafeterías y que cada martes a las 7 pm es el punto de encuentro de granjeros orgánicos que venden sus productos.

El Passage Brady es un pasaje encantador techado con vidrio, construcción del siglo XIX, que parece ser Little India. Otro pasaje es el Passage Prado, con forma de letra L, techo de vidrio y murales art-nouveau.

La Puerta de Saint Denis es un arco de triunfo construido por Carlos V y destruido por Luis XIV por el cual ingresaban a París los reyes que eran coronados en la Basílica en Saint-Denis. A fines de los años ’80 se lo reconstruyó en obras que duraron una década entera: 25 metros de alto, cinco de ancho y elegantes relieves.

Por supuesto que la Basílica Saint-Denis es una atracción importante. La abadía medieval tiene una gran importancia histórica y arquitectónica. Fue casi por completo demolida en la Revolución Francesa ya que representaba la realeza y solo quedó en pie la iglesia pues todo lo demás, las esculturas, la abadía, las tumbas, fue dañado.

Si bien es la necrópolis real hoy en día solo quedan algunas tumbas reales de las tantas que supo tener pues a lo largo del tiempo y los avatares políticos las tumbas de Borbones, Valois, Plantagenet fueron abiertas, destruidas o perdidas o pasaron a fosas comunes reales sin mucho ton ni son.

Bonaparte reabrió la iglesia y no tocó las fosas comunes. En 1817 los Borbón ordenaron abrirlas aunque poco encontraron. Lo que quedaba de 158 cuerpos de reinas y reyes fueron colocados en un osario en la cripta de la iglesia con placas de mármol con sus nombres.

Si visitas la iglesia verás todo esto y también una cripta especial de los Borbón donde lograron ser enterrados los restos Luis XVI y su esposa María Antonieta de Austria recién en 1815.También verás las tumbas de otros reyes, reinas y nobles, algunas de las cuales han sido traídas de otras abadías e iglesias.

Fue reconstruida en el siglo XIX por el mismo arquitecto que restauró la Catedral de Notre Dame.

Vida nocturna en Saint-Denis

Si no te gusta la inseguridad de las grandes ciudades no es una buena idea visitar Saint-Denis de noche, salvo que viajes en grupo, hables muy bien francés o tengas amigos aquí. Si es así el barrio es estupendo para una salida nocturna.

¿Te gusta la movida hispter? Entonces aquí tu meca es Chez Jeannette, un sitio que tiene por lo menos cinco décadas pero que hoy es popular entre los jóvenes. Se come comida francesa, hay espejos del siglo XIX y mesas de fórmica bien retro.

Enfrente está el Mauri 7, un bar con los muros internos decorados con cubiertas de discos LP y algunas mesas ubicadas sobre el Passage Brady. También está Sully y el Château d’Eau, pero cada vez hay más bares y cafeterías que emergen como hongos tras un día de lluvia y humedad.

Como ves, Saint-Denis es un destino rico e interesante en París. Algo que la capital francesa comparte cada vez más con otras capitales europeas lo caracteriza, el multiculturalismo, pero si a ti la riqueza cultural te gusta, te enriquece y te educa es un paseo que no debes perderte.