En cada país de Europa se esconden ciudades y pueblos medievales que han sobrevivido hasta nuestros días y son destinos la mar de pintorescos.
Francia, por ejemplo, concentra lugares realmente hermosos en el territorio conocido como Borgoña o Bourgogne, en francés. El verano es un momento ideal para moverse por esta parte del país así que te dejo una breve selección de los pueblos más hermosos de Borgoña.
Borgoña
Se trata de un territorio histórico que se ubica en la zona este central de Francia y al día de hoy lo componen cuatro departamentos: la Costa de Oro, Saône-et-Loire, Nièvre y Yonne.
Antiguamente estas tierras francesas estaban ocupadas por tribus celtas que en tiempos de los romanos fueron incorporadas al Imperio. En el siglo IV, pasada la época de gloria romana, aparecen en escena lo burgundíes, una tribu germana que llega desde el Mar Báltico.
Los burgundíes se asientan en los Alpes occidentales y son tiempo después conquistados por los francos. Fueron los tiempos del Reino de Burgoña y a la postre estas tierras se convirtieron en ducados.
En la época medieval Borgoña se llenó de elegantes e importantes monasterios y fue escenario de batallas y conflictos políticos importantes en la historia del reino de Francia. Por eso es que un paseo por estas tierras de agradable clima oceánico es un viaje por la historia.
Oh, y por la gastronomía también. Después de todo es la cuna del famoso borgoña francés.
Châteauneuf-en-Auxois
Esta aldea medieval es una belleza construida en altas montañas. Mira el Canal de Borgoña y parece sacada de un cuento de hadas de los hermanos Grimm. Tiene un castillo construido en su momento por el Duque Philippe-le-Bon, parcialmente en ruinas actualmente pero con una capilla gótica del siglo XV.
El año pasado, justo para el verano y después de muchas obras, se abrió un nuevo centro de visitantes en el castillo que abre durante todo el año salvo ciertas fechas patrias o religiosas y un par de horas los lunes al mediodía.
A su alrededor y debajo, en las calles de la aldea, hay cafeterías, tiendas y un espíritu medieval inolvidable.
Brancion
Muchos opinan que es la mejor aldea medieval de Borgoña. También tiene un castillo, justo a la entrada, y un camino de piedra que te lleva hasta la iglesia.
El mercado de la aldea data del siglo XV y es cubierto y si vas en verano podrás disfrutar del espectáculo que brindan las flores en cada ventana de cada casa de la aldea.
La mejor vista panorámica la tienes desde lo alto de la colina sonde está la capilla, la Chapelle-sous-Brancion, una pequeña pero encantadora iglesia de estilo romanesco del siglo XIV rodeada de viñedos.
Flavigny-sur-Ozerain
Se trata de una bonita aldea medieval que está escondida en las montañas rocosas y que supo ser un buen pueblo fortificado en tiempos medievales. Todo es de roca y es un sitio perfectamente conservado porque sus habitantes se lo toman bien en serio.
¿Viste la película de Juliet Binoche, Chocolate (ella llega con su hija a un pueblo y abre una chocolatería escandalizando al alcalde)? Bueno, aquí se filmó.
Hoy en día hay muchas galerías de arte y si te gusta el anís hay una fábrica de bolitas de anís en la Abbaye de Flavigny, una abadía benedictina del siglo VIII que mantiene esta vieja receta desde entonces.
Montrèal
Esta aldea medieval de Borgoña también está en las montañas, contemplando el valle Serein. Es un claro ejemplo de las aldeas fortificadas de esta región pues está metida en un arco conocido como Porte d’en Bas.
Un ramillete de calles, casas medievales, murallas, torretas, calabozos subterráneos, escaleras de piedra aquí y allá, pequeños patios escondidos y casi veinte manantiales que aprovisionan de agua. Una maravilla.
A medida que vas trepando vas internándote más en Montrèal y pasas una segunda puerta, la Porte d’en Haut, detrás de la cual hay una iglesia y un cementerio y un mirador que te permite una vista del valle el río Serein preciosa. Es aquí donde está el castillo de 1599 construido por un caballero de
la Segunda Cruzada.
Este castillo es más antiguo que Notre Dame de París y dentro se exhiben esculturas en tres dimensiones, con motivos bíblicos y de madera, regaladas al duque de Borgoña por el rey Francisco I de Francia.
Montrèal es un sitio tranquilo que muchos parisinos visitan aunque en verano, cada miércoles, hay un colorido mercado, festivales de artesanos y conciertos musicales. Si decides ir cerca puedes conocer Vézelay, Avallon, las grutas d’Arcy o el Castillo Ancy-le-Franc.
Noyers-sur-Serein
Otro pueblo fortificado con antiguas casas con techos de tejas y postigones de madera. Sus plazas, calles y arcadas datan de los siglos XIII al XIX y están adornadas de iglesias y capillas.
Es un pueblo que cobra vida a partir de abril cuando llegan los primeros visitantes y abren los restaurantes y las cafeterías bajo el sol. También hay un gran comunidad de artistas que se dedican a pintar y a manejar sus talleres de cerámica, de bolsos y de joyas.
Semur-en-Brionais
Si tienes coche puedes subir desde Marcigny para ir apreciando, a medida que te vas acercando, la belleza de este viejo pueblo medieval en las alturas.
La aldea está dominada por el castillo t. Hugues, del siglo IX y por tanto el más viejo de la región. Aquí nació un importante Abad del Monasterio de Cluny, Hugues de Semur. El castillo abre entre el 1 de marzo y el 15 de noviembre y hay muchos lugares para conocer dentro del pueblo y a la redonda.
Estos son algunos ejemplos de los pueblos más hermosos de Borgoña pero por supuesto no son los únicos únicos pueblos o ciudades para conocer: Dijon, ex capital del ducado, es una ciudad fantástica y Beaune sigue siendo pintoresca con sus edificios históricos y sus calles de adoquines.
También está Cluny con su rica y poderosa abadía aplastada por la Revolución Francesa.
-foto castillo de guedelon-
Podemos sumar el Chateau de Guedelon, un castillo de 1997 construido por entusiastas de la historia donde puedes hasta vestirte con trajes de época y jugar un poco, y dos castillos de verdad, el Ancy-le-Franc y el de Tanlay.
Y yo no dejaría fuera Autun ya que fue fundada por el emperador romano Augusto y todavía tiene tesoros de aquella época. Como ves es imposible reseñar todo así que mi consejo es que alquiles un coche, esencial si quieres recorrer, y te dediques a hacer una lista de lo que no quieres perderte siempre dejando abierta una puerta a descubrir destinos nuevos.
No te arrepentirás.
El proximo año quiero hacer un recorrido por estos maravillosos pueblos, medievales.
C M