Llegamos a la tercera etapa de nuestra visita a Petra donde vamos a conocer la gastronomía no solo de este lugar sino a nivel nacional. La cocina jordana combina recetas extremadamente sencillas pero muy sabrosas donde cualquiera de los platos tradicionales de esta gastronomía se convertirá en un verdadero festival de sabores en nuestra boca.
Los platos nacionales no son muy diferentes de los que podamos encontrar en países cercanos como Siria o el Líbano, aunque cada país tiene su propia forma de preparar los platos. Hay que tener muy en cuenta que la religión también influye mucho en la cocina de este país, así que no encontraremos comida cocinada con alcohol o carne de cerdo entre otras restricciones.
La comida jordana es de lo más variado
El plato nacional jordano es el mansaf y destacan también el musakhan y el maglouba. Otros platos tremendamente tradicionales son el kebab, shawarma, felafel o el hummus entre otros. Y si queremos pescado, en Aqaba encontraremos una gran variedad de platos de pescado fresco.
La cocina de este país combina magistralmente legumbres, verdura, fruta y carne, algo que es muy recomendable para los visitantes, pues son muchos los sabores que los occidentales desconocemos de esta gastronomía. Algo que nos llamará la atención es que siempre después de cada comida hay una sobremesa con postres realmente deliciosos acompañados de zumos de fruta fresca.
Un plato de hummus
La bebida tradicional es el arak, un licor aromático que sabe muy parecido al anís, aunque en Jordania también podremos encontrar bebidas refrescantes, cerveza y vino de su propia cosecha, que aunque no sea de extrema calidad, es bastante aceptable para el paladar.
Destacamos que si no sois muy amigos de la comida árabe, en los hoteles podréis comer platos occidentales como alternativa, así que en un principio no debería haber problema con la comida en este lugar.
Nosotros vamos a hacer una breve pausa y en el siguiente post continuaremos conociendo más cosas sobre la rica y extensa gastronomía jordana.