Atenas es una de esas ciudades llenas de historia, no en vano le debe su actual nombre a la diosa Atenea. La Acrópolis es el lugar que a todos nos viene a la mente cuando pensamos en Atenas, una ciudad de la antigua Grecia, en donde nos podemos imaginar viviendo como lo hacían hace siglos. Pero Atenas es algo más que esto. Son barrios animados y una cultura griega que se transmite a cada paso en la ciudad.
Si estás pensando en irte a Atenas de vacaciones, seguro que ya has puesto en tu itinerario la Acrópolis. Sin duda hay mucho que ver en esta antigua ciudad, con vestigios de antiguos templos y mucha historia por conocer. Pero te hablaremos de muchas más cosas que ver, porque Atenas tiene historia pero también una es una ciudad llena de rincones interesantes.
La Acrópolis
La Acrópolis de Atenas ya da para un solo viaje a esta ciudad, y es que es su principal atractivo, el lugar que todo el mundo desea ver una vez se llega a Atenas, y lo mejor de todo es que la veremos bien, porque se encuentra en lo alto de una colina e iluminada por la noche. Esta ciudad en lo alto era el lugar de los principales lugares de culto y su situación se debe a cuestiones de defensa, pues estos lugares altos eran más fáciles de defender. Es bien cierto que la Acrópolis ha sido destrozada e incluso saqueada a lo largo de los siglos, pero con lo que se conserva hoy en día y ha sido restaurado podemos hacernos una idea de lo que eran los tiempos en la antigua Grecia.
El Partenón es el edificio más representativo de todos, en donde se guardaba la estatua de Atenea Parthenos, la protectora de la ciudad, que medía doce metros y que ya no se encuentra allí. Además, este Partenón contaba con enormes columnas y con frisos en los que se podían ver representadas diferentes escenas a todo color. Otro de los edificios que no hay que perderse es el Erecteión, con las columnas en forma de mujer que son las Cariátides, las cuales no son las originales sino copias. Las originales están en el Nuevo Museo de la Acrópolis a buen resguardo.
Antiguo barrio de Plaka
Una vez salgamos de la Acrópolis, ya podemos pasar por el barrio de Plaka, el más antiguo de la ciudad y hoy en día uno de los más turísticos. Un lugar encantador con calles adoquinadas y edificios antiguos. El lugar perfecto para encontrar muchas pequeñas tiendas con souvenirs típicos y bares con comidas también típicas de la ciudad. Si quieres empaparte de lo auténtico en Atenas, disfruta del barrio de Plaka.
El animado barrio de Monastiraki
Si te gusta el barrio de Plaka, cerca de la Acrópolis también encontrarás el de Monastiraki, un lugar muy animado, ideal para ir de compras. El mercado de Monastiraki es lo más parecido a un zoco que puedas encontrarte, con tiendas en las que hay todo tipo de artículos y en donde tendrás que regatear para llevarte cada cosa. Aquí también encontramos un lugar con algunas visitas interesantes, como la de la mezquita Tzisdaraki o la Biblioteca de Adriano.
Las vistas desde el Monte Licabeto
En toda ciudad que se precie hay un lugar especial para tener unas vistas panorámicas de esta. En Atenas es el Monte Licabeto, que significa Colina de los lobos, por la gran cantidad de ellos que la habitaban en la antigüedad. Hoy en día podemos subir andando sin problema, pero para los que no desean hacer tanto ejercicio, también se puede subir en coche o en funicular. Es un espectáculo ideal si vamos al atardecer, porque se tienen unas vistas estupendas de la Acrópolis y del resto de la ciudad.
El Estadio Panatenaico
El Estadio Panatenaico es un lugar imprescindible para los seguidores de los deportes, y es que este estadio es el lugar en el que se celebraron los primeros Juegos Olímpicos, en 1896. Es un lugar simbólico, ya que en el mismo lugar, en el 330 a. C. se construyó un pequeño estadio para competiciones deportivas. La visita cuenta con una audio guía para conocer más detalles sobre el estadio, y podemos pasear por las gradas e incluso subirnos al podium.
El Odeón de Herodes Ático
Este edificio se construyó nada menos que en el año 161 para realizar audiciones musicales. Es un odeón que se encuentra a los pies de la Acrópolis, por lo que está cerca de la gran mayoría de cosas que queremos ver. Cuenta con muros revestidos de mármol, y estaba construido con capacidad para albergar a unas cinco mil personas. Lo mejor de este espacio, es que hoy en día se siguen realizando eventos y actuaciones teatrales en él. Lo cierto es que para verlo por dentro hay que acudir a alguna de ellas.