Con siete millones de visitantes al año, Barcelona sigue instalada en lo más alto de las ciudades con mayor tirón turístico del mundo gracias a sus múltiples encantos. Uno de los más valorados por los turistas es el modernismo, un estilo arquitectónico y decorativo que en la capital catalana lleva el sello inconfundible de Antoni Gaudí.
Cada año millones de turistas acuden a Barcelona con el fin de conocer en profundidad la obra de este genio que supo plasmar su arte en multitud de edificios y espacios de la ciudad para deleite de las generaciones futuras.
Realizar una ruta por Barcelona siguiendo la huella de Gaudí nos ayuda a entender el Modernismo, una corriente artística que iba más allá de la arquitectura y englobaba en ella otras disciplinas como la escultura, el arte de las vidrieras o de los enrejados. Un viaje sorprendente por el universo gaudiniano.
Sagrada Familia
En 1883 Antoni Gaudí recibe el encargo de continuar con las obras del templo de la Sagrada Familia de Barcelona. Fue la obra de su vida y trabajó en ella hasta su muerte. Su compromiso con este proyecto llegó a tal grado, que superó el sencillo formalismo neogótico que le había dado su primer arquitecto, F.P del Villar, e incluso el neobarroquismo que pretendía otorgarle su promotor J.M Bocabella.
Su construcción es tan personal, que no se encuentra nada comparable en ningún otro lugar, Gaudí creó una iglesia de cinco naves, con tres fachadas y dieciocho torres de intenso contenido simbólico. El arquitecto estaba convencido que su diseño implicaría una armonización de la traza gótica inicial y de lo que él llamaba “estilo bizantino”.
La Sagrada Familia era un proyecto tan ambicioso que Gaudí se percató de que no podría terminarse en una sola generación. De modo que optó por centrarse en la fachada del Nacimiento, con la esperanza de que esa parte sirviese de estímulo a las generaciones futuras para continuar con la construcción del templo.
Las previsiones de Gaudí fueron acertadas cuando le sobrevino la muerte en 1926. La fachada del Nacimiento estaba casi acabada cuando falleció y las generaciones posteriores han logrado acabar la fachada de la Pasión. En los últimos años del siglo XX se trabajó en cubrir la nave central y las obras continúan.
El papa Benedicto XVI consagró como basílica esta iglesia modernista en noviembre de 2010. Un edificio deslumbrante cuyo atractivo lo convierte en una de las joyas modernistas europeas. La entrada básica es de 15 euros y se ubica en el Carrer de Mallorca, 401, 08013 de Barcelona.
Parque Güell
Escaleras del Parque Güell en Barcelona
Debe su nombre a Eusebi Güell, un rico empresario catalán que encargó a Gaudí muchas de las obras que el arquitecto realizó en Barcelona. Este parque es público y tiene una extensión de 77 hectáreas aproximadamente. Nada más entrar, el acceso presenta una estructura alegórica de lo más elevado del mundo terrenal y espiritual.
Los turistas que se acerquen al Parque Güell no se pueden perder: los pabellones de la entrada, la escalinata, la sala Hipóstila o sala de las Cien Columnas, la plaza y los viaductos, el Calvario y, por último, la Casa-Museo Gaudí, donde encontraremos amplia información para entender mejor la obra de este artista único.
Como curiosidad, desde el año 2013 todos los visitantes deben pagar una entrada para acceder a los monumentos del parque Güell. Estas entradas cuestan 8 euros y se pueden adquirir tanto en las taquillas del propio parque como por internet, en cuyo caso los turistas podían beneficiarse de un pequeño descuento.
El aforo está limitado a cuatrocientos turistas cada media hora para evitar las masificaciones y facilitar la conservación y sostenibilidad del recinto monumental. Se encuentra en el Carrer d’Olot, s/n, 08024 de Barcelona.
Las casas modernistas de Gaudí
Casa Batlló
Casa Vicens (Carrer de les Carolines, 18-24, 08012 Barcelona): Construida entre 1883 y 1888, fue el primer encargo importante a Gaudí y está realizada con un estilo historicista muy diferente al de las obras posteriores.
Casa Milá (Provença, 261-265, 08008 Barcelona): Conocida como La Pedrera por su aspecto exterior, parecido al de una cantera a cielo abierto, la Casa Milà fue un encargo que el industrial Pere Milà i Camps hizo a Gaudí a principios del siglo XX. La idea era construir un edificio como residencia familiar pero también con pisos de alquiler. Se trata de la última obra civil del arquitecto y una de las más innovadoras desde el punto de vista constructivo y decorativo.
Casa Batlló (Passeig de Gràcia, 43, 08007 Barcelona): Construida entre 1904 y 1906 bajo el encargo de Josep Batlló, este edificio es la obra maestra de Gaudí y una pieza clave del modernismo catalán. La que fuera la antigua residencia de la familia Batlló se puede visitar así como el desván (los antiguos trasteros y lavaderos), la azotea y las chimeneas (donde se encuentra el famoso espinazo del dragón derrotado por San Jorge) y el encantador Patio de Luces (la antigua escalera de vecinos). La entrada a la Casa Batlló tiene un precio de 22,5 euros los adultos y 19,5 los niños.
Otras obras de Gaudí en Barcelona
Pabellones Güell
Además de las obras de Antoni Gaudí mencionadas en la Ruta Modernista, que son todas las que encontramos en el barrio del Eixample, hay otros ejemplos interesantes del arquitecto dispersos por la ciudad.
Los pabellones de la finca Güell (Avenida de Pedralbes, 7) marcaron el inicio de la fructífera relación entre el arquitecto y el empresario Eusebi Güell. El encargo consistía en construir dos edificios a la entrada de la finca y la puerta de entrada, donde diseñó un dragón de hierro forjado.
En el Palacio Güell (calle Nou de la Rambla, 3-5) el arquitecto puso en práctica por primera vez algunas de sus rompedoras ideas, que se pueden ver sobre todo en el espacioso interior y en las soluciones encontradas para aprovechar la luz solar.
Al pie de la montaña del Tibidabo, se encuentra la casa Figueres (calle Bellesguard, 16-20) también conocida como torre Bellesguard, donde Gaudí aplicó su visión al estilo neogótico catalán.