El río Mekong pasa por: Tibet, China, Birmania, Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam

Mekong

Seguro que has oído hablar del río Mekong en muchas películas. Este famoso río ha sido escenario de múltiples batallas y persecuciones, pero también de exóticos paseos en barco en alguno de sus tramos navegables, a lo largo de sus más de 4.000 kilómetros de recorrido. Desde su nacimiento en el altiplano tibetano Quinghai, recorre las tierras de China, Birmania, Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam.

El río Mekong es uno de los mayores ríos del mundo, pero las extremas variaciones en las distintas estaciones del año, la existencia de rápidos y cascadas hacen que la navegación sea complicada. La mitad de su recorrido es por tierras chinas, donde también se le conoce como río Lancang o río Turbulento. Más adelante el río Mekong forma la frontera entre Myanmar y Laos durante 200 kilómetros, al final de la cual confluye con su afluente el río Ruak. Este es precisamente el punto de división entre el Alto y el Bajo Mekong. Tras bañar las tierras de varios países e influir en las vidas de más de 90 millones de personas, el río Mekong desemboca en el Mar de la China.

El pasado verano, navegué por fin, por las aguas del Mekong; algo que me hacía mucha ilusión desde hacía tiempo.  Es como aquello de subir a la Estatua de la Libertad en Nueva York, navegar por el Sena en París o ver el Big Ben en Londres.

Este paseo por el intrigante Mekong, tuvo lugar durante un viaje a Luang Prabang, (Laos), una incomparable ciudad, situada formando un precioso valle entre el río Mekong y el río Khan. A pesar de la incesante lluvia que caía ese día, el paisaje era inigualable, verde frondoso y vivo. Me atrevo a decir, que la lluvia mejoró la escena, ya que la hizo más real y emocionante. Además los barquitos ya van preparados con un techo metálico, para protegerse del agua de lluvia, algo a lo que están muy acostumbrados y a lo que deben su abundante y bella vegetación.

Los paseos en barca por el río te dan la posibilidad de disfrutar de las ciudades o pueblos ribereños desde otra perspectiva y con la serenidad que aporta el rumor y el balanceo del agua.

¡No olvides la cámara y que te diviertas!


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