5 lugares únicos para enamorarse de Brasil

Río de Janeiro

El año 2016 fue el de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro. Muchos aprovecharon esta ocasión especial para viajar a Brasil durante el verano. No obstante, una vez acabada la locura por las olimpiadas resulta mucho más interesante conocer el país carioca ya que los precios no son tan altos como meses atrás y no hay tanta masificación en determinados lugares que en ocasiones pueden hacer menos satisfactoria la visita.

Por ello, si el pasado verano te quedaste con las ganas de ir a Brasil y te gustaría hacerlo en un futuro próximo, a continuación te proponemos una ruta con 5 lugares para enamorarte de Brasil que no te puedes perder por su importancia histórica, cultural y ecoturística.

Morro de Corcovado

Río de Janeiro, Brasil

La primera parada puede ser Río de Janeiro. Para empezar a conocer esta ciudad, lo más aconsejable es dar una vuelta por el paseo marítimo de la playa de Copacabana y saborear un rico cóctel en alguno de los bares del lugar mientras disfrutáis del ambiente de esta ciudad carioca, una de las más famosas por sus increíbles playas y su divertidísima vida nocturna.

La siguiente parada puede ser el barrio centro y la zona portuaria porque es allá donde se ubican la mayoría de los monumentos de Río como los Arcos de Lapa, el Teatro Municipal, la iglesia de la Candelaria o el Palacio Imperial. En esta ciudad también hay espacio para la cultura pues gracias a sus museos podréis conocer mejor la historia, costumbres y tradiciones de Río tales como el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Histórico Nacional o el Centro Cultural Banco de Brasil.

Por último, no os podéis perder el conocidísimo Morro de Corcovado donde se localiza el aún más famoso Cristo de Corcovado, una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo desde hace casi una década.

Parque Nacional de Iguazú

cataratas iguazu

El Parque Nacional de Iguazú fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1986 y se trata de uno de los tesoros naturales más impresionantes del país carioca. Además, Iguazú hace las veces de frontera natural entre Brasil y Argentina, de modo que sus cataratas se pueden contemplar desde ambos lados. No obstante, el palco de honor se localiza en Brasil ya que desde aquí es posible verlas de frente gracias a unas pasarelas que se han construido dentro del parque para que los visitantes puedan acercarse más.

Para llegar desde el lado brasileño se debe tomar el camino de Foz do Iguaçú y adentrarse en el Parque Nacional. El recorrido dura alrededor de 2 ó 4 horas pero merece la pena pues se trata de un espectáculo muy singular en el que podréis contemplar la majestuosidad de las cascadas y la fuerza de la naturaleza. Tras la visita, sabréis la razón por la que las cataratas de Iguazú fueron nombradas una de las siete maravillas naturales del mundo.

Este pueblito brasileño es conocido principalmente por el Parque Nacional de Iguazú pero merece la pena visitarlo también por su Ecomuseo para conocer la historia de la represa de Itaipú así como la historia social y ecológica de la región. También cuenta con espacios dedicados al arte y a la naturaleza.

Fernando de Noronha

Playas de Brasil Baía do Sancho

Fernando de Noronha es un pequeño archipiélago de Atlántico sur constituido por 21 islas, de las cuales sólo la mayor está poblada. De origen volcánico, este lugar cuenta con algunas de las playas más lindas de Brasil, las cuales no están tan masificadas como las del resto del país.

De hecho, la mayor parte de su territorio está declarado Parque Natural y el gobierno mantiene un control férreo de entrada de turistas para preservar el lugar. Por ejemplo, en Fernando de Noronha no se permiten más de 600 visitantes a la vez ni la construcción de grandes hoteles, por lo que si sois algunos de los afortunados que pueden visitar la isla os tendréis que hospedar en pequeñas posadas familiares. El precio no es económico pero es un privilegio tener la oportunidad de estar en un lugar tan exclusivo como éste.

Algunas de las actividades que se pueden realizar en Fernando de Noronha son surf, buceo y avistamiento de delfines y tortugas marinas. 

Olinda

Olinda es un lugar para conocer paseando, maravillándose con sus museos, iglesias y edificios de colores que se mezclan con la vegetación. Esta preciosa ciudad está situada al noreste de Brasil, en el estado de Pernambuco.

Se trata de un bello lugar declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1982. Olinda se fundó en 1535 y posteriormente holandeses calvinistas la saquearon y quemaron sus iglesias católicas por lo que hubo que reconstruirla. De esta forma, muchos edificios datan del siglo XVI, los cuales son los grandes atractivos turísticos de Olinda actualmente. Algunos ejemplos son el Convento de Sao Francisco, el Mosteiro de Sao Bento, el Mercado da Ribeira o la Sé. También es una ciudad que ofrece una deliciosa gastronomía y se muestra muy comprometida con el mundo del arte.

El río Amazonas

Si hay un lugar fascinante en Brasil es la Amazonia. Se trata de amplia región que comprende la selva tropical de la cuenca del Amazonas. Esta selva es el bosque tropical más extenso del mundo y destaca por ser una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta.

La puerta de entrada a la Amazonia brasileña es Manaos, un enorme universo selvático que trascurre junto al río más largo y más caudaloso del mundo. También es la capital del Estado y de una de las ciudades más destacadas de Brasil debido a que es la ciudad más grande de la Amazonia.

Algunos de los lugares más interesantes para visitar son un zoológico en mitad de la selva y una combinación entre playa y museo que te saca del centro de la ciudad. Sencillamente increíble.


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