Aunque el avión en el que pongas rumbo a tus vacaciones de ensueño esté dotado de un sistema de entretenimiento que tenga cientos de películas y juegos, aunque hayas descargado en tu e-book innumerables libros que estás deseando leer o tu asiento se encuentre junto al de la persona que buscabas para fugaros juntos, casi todo el mundo coincide en que lo mejor que se puede hacer durante un vuelo largo es dormir.
Sin embargo, conciliar el sueño en un avión no suele ser tarea sencilla: el ruido de los motores, las turbulencias, la gente que se levanta al servicio, el ir y venir de las azafatas con el carrito de comida y bebida… por eso queremos darte unos cuantos consejos para dormir como un bebé durante el vuelo o, al menos, intentarlo.
Elegir un buen asiento
Algunas compañías aéreas permiten a los pasajeros elegir los asientos en el momento de hacer la reserva y otras a la hora de hacer la facturación online un par de días antes de la salida del vuelo. Una de las claves para disfrutar de un viaje cómodo durante un vuelo largo es conseguir un buen asiento pero la selección depende de lo que andes buscando: más espacio para estirar las piernas, tranquilidad, calma… En el primer caso, conviene elegir los que se sitúan por las salidas de emergencia o los asientos junto al pasillo. En el segundo, será mejor no escoger los asientos cerca de los azafatos, los lavabos y los niños, que normalmente se ubican en la parte de las mamparas al estar reservadas para ellos.
Llega al avión cansado
El día anterior a afrontar un vuelo transoceánico tratad de realizar deporte o algún tipo de actividad física que os agote. El objetivo es llegar al avión cansado, con las energías justas para no perderte a la hora de embarcar y caer rendido en tu asiento.
Otra opción es limitar el número de horas de sueño el día anterior para continuar durmiendo una vez en el avión. No obstante, no hay que confundir este consejo con salir de fiesta o llegar con resaca al aeropuerto. El viaje podría convertirse en una pesadilla.
Ve preparado
Lleva unos buenos auriculares
Unos buenos auriculares cumplirán una doble función cuando intentes relajarte en el avión para conciliar el sueño. Por un lado, te permitirán escuchar música y por otro, te ayudarte a aislarte del ruido de la cabina: gente hablando, el sonido de los carritos por el pasillo, el ruido de los motores, etc. Si unos auriculares no son suficientes, otra opción son unos tapones.
Un antifaz
Otro truco para dormir en un vuelo largo es llevar en el bolso de mano un antifaz. La cabina estará iluminada durante buena parte del vuelo para que los azafatos puedan atender a los pasajeros en sus necesidades así como para que los propios pasajeros puedan leer o hacer otro tipo de actividades durante el viaje.
En casos como éste, si a los tapones se une un antifaz podrás encontrar la oscuridad y tranquilidad necesarias para conciliar el sueño.
Una Almohada
Para dormir en un vuelo largo lo máximo posible es indispensable una almohada, ya sea convencional o con forma de U, que suele ayudarnos a encontrar una buena posición para relajarse y conciliar el sueño. Es fundamental que sea mullida y que se adapte bien al cuello para evitar contracturas.
Una temperatura adecuada
Seguro que alguna vez has experimentado el fresquito que hace dentro de la cabina de un avión. Si el viaje es relativamente breve, esto se puede sobrellevar pero en viajes de varias horas, será fundamental mantenerse abrigado. Especialmente cuando queremos dormir en un vuelo largo. Una manta o ropa de abrigo será la mejor solución para sentirnos calentitos y cómodos cuando vamos a dormir.
Usa ropa cómoda
Para enfrentarse a un vuelo largo lo mejor es vestir ropa cómoda. Prendas holgadas que no aprieten la piel y que favorezcan la circulación. Además, recuerda que en los aviones suele hacer bastante frío de modo que conviene llevar también ropa de abrigo que nos mantenga calientes. En este caso, lo ideal es llevar varias capas para que podamos ponernos o quitarnos ropa en función de la temperatura.
En cuanto al calzado, éste también ha de ser cómodo y debemos seleccionar uno que no apriete los pies ya que se suelen hinchar durante los vuelos de larga duración.
Una buena posición para dormir
El espacio en un asiento de avión es limitado, especialmente en clase turista. Por eso encontrar una postura cómoda para dormir no es fácil aunque es importante para un buen descanso. Si a tu vecino de asiento no le importa que te apoyes en su hombro, fantástico. Úsalo. Si no es así, otra opción es elegir un asiento de ventanilla y apoyarse en ella o abrir la mesita del respaldo y doblar la espalda. Esta postura no le funciona a todo el mundo pero hay quien logra dormir en un vuelo largo de esta manera.
Avisa a tu acompañante
Si vas a viajar acompañado y planeas pasar la mayor parte del vuelo en brazos de Morfeo, es mejor que se lo comuniques a tu acompañante y/o al personal de cabina. Así nadie te molestará o despertará para preguntarte si quieres comer o beber algo o para tener una conversación intrascendente que corte tus posibilidades de dormir en un vuelo largo, ya que con tantas horas por delante es algo que resulta muy tentador.
Hidrátate mucho
Dormir en un vuelo largo es una de las claves para combatir el temido jet lag pero también lo es mantenerse hidratado. En las cabinas de avión suele haber altas probabilidades de deshidratación porque son lugares muy secos. Para evitarlo, lo mejor es beber mucha agua de manera regular y pausada dejando a un lado el alcohol, el café o el té.