Barrio de Santa Cruz, en Sevilla

Uno de los mejores paseos que puedes hacer por la ciudad de Sevilla es el del barrio de Santa Cruz, en el corazón del casco antiguo y con siglos de historia. Será un paseo encantador, que te brindará la oportunidad de tomar bellas fotografías y aprender mucho sobre esta antigua y cultural ciudad española.

Recordemos que el casco antiguo sevillano es uno de los más grandes de Europa y el más grande de España: ocupa casi cuatro kilómetros cuadrados y y posee un riquísimo patrimonio cultural, arquitectónico y monumental. Veamos que no podemos pasar por alto por aquí, qué ver…

Santa Cruz, un rincón antiguo dentro de un barrio antiguo

Como dijimos mas arriba Santa Cruz es el nombre de uno de los barrios que forman el Casco Antiguo de Sevilla. Vale recordar que bajo la denominación casco antiguo nos referimos al período histórico anterior a la Revolución Industrial. Es en las calles de este casco antiguo donde encontraras el Alcázar o la Catedral, por ejemplo.

Más allá de la época árabe y medieval no hay que olvidar que Sevilla tiene un pasado romano bajo el nombre de Hispalis. De esta época puedes ver todavía en pie tres columnas del pórtico de un templo del siglo II, hoy sobre la calle Mármoles. Solo tres han llegado al siglo XXI, una pena pues en la Edad media todavía se erguían seis. Por otro lado, antes de la expulsión de los judíos era en estas calles que se ubicada la judería de Sevilla que, vale recordar, en tiempos de Fernando III de Castilla era la segunda comunidad judía más grande de España tras la de Toledo.

Qué ver en Santa Cruz

Las calles de la judería siguen allí, entrelazadas en una parte que se conoce como el barrio de San Bartolomé. No serán calles muy turísticas pero sí son auténticas y por eso mismo pintorescas. Está la parroquia del mismo nombre y el Convento de las Mercedarias y la Casa Palacio de Miguel de Mañara, donde hoy  funciona la sede de Cultura de la Junta de Andalucía. También, el hoy Hostal Casas de la Judería antiguamente era el palacio de la familia Padilla.

Puedes visitar la Iglesia de San Nicolas y la Iglesia de Santa María la Blanca que es del siglo XVII  y que ha sido construida sobre una sinagoga. Otro palacio es el palacio de Altamira. Por otra parte junto a la muralla del viejo Alcázar están los Jardines de Murillo, a los que se accede caminando por la calle Agua. Los jardines llegan hasta la circunvalación.

La calle Agua también es un encanto en sí misma. A veces se la llama Callejón del Agua y no es otra cosa que un paseo de ronda que va de la mano de la muralla y que llega hasta la muralla de los Alcázares. Es sobre esta calle que verás el patio de Washington Irving, escritor estadounidense representante del Romanticismo que también fue diplomático y que recorrió España encantado de la cultura hispánico-musulmana.

Si inicias el paseo por la plaza del Triunfo, bautizada así porque la catedral no fue afectada por el terremoto de Lisboa de 1755,  te vas a encontrar con la Catedral de Sevilla, Catedral de Santa María de la Sede. Se trata de un templo de estilo gótico enorme que según parece comenzó a construirse apenas comenzado el siglo XV en el terreno donde antes estuviera una mezquita.

Del templo árabe queda todavía en pie otro monumento famoso de Sevilla, la torre llamada la Giralda de 104 metros de altura, y junto a ella el Patio de los naranjos cuyas flores en primavera inundan con su aroma la ciudad. Es un rectángulo,antiguo patio de abluciones musulmanas, y destaca en él, además de los Naranjos, una fuente cuya taza es de origen visigodo.

La catedral ha pasado distintos cambios y cada uno trajo un estilo. Tras la reconquista cristiana el edificio se utilizó igual durante siglo y medio y recién después comenzó a sufrir modificaciones de estilo gótico, renacentista, barroco, neoclásico y neogótico. Hoy es uno de los edificios más visitados de Europa y no hay turista en Sevilla que no lo pise.

Sus fachadas exteriores son maravillosas y dentro hay cinco naves y muchas capillas cuya iluminación ingresa por muchas ventanas y vidrieras.

Aquí cerca está además el Archivo General de Indias y los Reales Alcázares. Todo, junto con la catedral, forman el Patrimonio de la Humanidad declarado ya hace algunos años por la UNESCO. Una vez que visitaste todo el conjunto puedes alejarte de la Plaza del Triunfo por un pasaje que te llevara a la plazuela de Santa Marta, pequeña placita con cuatro naranjos y un crucero del siglo XVI. Antiguamente funcionaba aquí un hospital, donde hay un convento cuyo ingreso es la plazuela misma.

Otro rincón en Santa Cruz es el llamado Patio de las Banderas, justo al lado de los Reales Alcázares. Desde aquí tienes unas vistas estupendas de la Catedral y su torre, la Giralda de más de cien metros de altura. La Plaza de Santa Cruz, por otra parte, es un rincón con una iglesia del mismo nombre, decorada con muchos naranjos. El templo original se demolió en 1811, bajo la ocupación francesa, pero lo más importante es que muy cerca de esta plaza hay otra: la plaza de los Refinadores.

Hasta el siglo XIX aquí había un tramo de muralla. Hoy hay un monumento que recuerda a Don Juan Tenorio, personaje literario del siglo XIX que retomó en el siglo XIX José Zorrilla. La Plaza Virgen de los Reyes puede ser otro buen punto de inicio de la caminata. Funcionaba aquí el Corral d elos Olmos y hoy brinda una postal unic: plaza con fuente farola y a su alrededor la Giralda, el Palacio Arzobispal, la Catedral y el convento de la Encarnación.

Otras plazas populares son la Plaza de la Alianza y la Plaza de Doña Elvira, con la casa de Doña Inés de Ulloa, el amor de Don Juan Tenorio y una casa que se lleva mil fotografías al día. Hasta puedes alojarte en ella, si quieres, pues está el Hotel Boutique Elvira Plaza, al lado del Bar de Tapas y Vino Vinela. La Plaza de los Venerables es otro posible destino ya que es muy animada y tiene sitios estupendos para comer al paso, además de un casa señorial hermosa con patio y fuente.

Como verás, el Barrio de Santa Cruz tiene que ver con plazas, patios y calles. Entre estas últimas está la calle Mateos Gago, que comienza a espaldas de la Catedral y fue ensanchada en 1923, es hoy el corazón del tapeo en la ciudad. Un sitio estupendo para detenerse a beber y comer algo en el paseo. Aquí, en una esquina, está la famosa Bodega de Santa Cruz Las Columnas, por ejemplo. Otra calle popular es la Calle de las Cruces, con forma de plazoleta y un calvario de tres columnas con cruces de hierro en el centro.

También están las calles de la Gloria, Susona, antigua calle de la muerte y la calle Vida. Si vas en pareja seguro te gustara seguir una tradición darse un beso en el Rincón del Beso, un rinconcito al que se llega caminando por la calle Gloria. Para ver flores, geranios, buganvillas y jazmines, está la calle Pimienta, para contemplar y fotografiar una casa típica sevillana con patio y excelentemente bien restaurada está el número 4 de la calle Justino de Neve. Esta casa funciona hoy como Apartamentos Suite.

En realidad, cada calle y cada plaza del barrio de Santa Cruz tienen su propio tesoro. Hay que caminar y caminar por ellas y cada vuelta de esquina nos revelará uno. ¿A qué esperas para conocerlos?


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