Calahorra, la capital de la Rioja Baja, es un destino gastronómico y monumental muy apreciado. Se trata de una de las ciudades más antiguas de La Rioja (España), la cual tiene además una gran importancia agrícola en la región. Sus principales atractivos turísticos son su catedral y sus museos aunque también es muy valorada dentro del turismo activo para practicar actividades como equitación o senderismo en lugares como el parque Peñas de Arnedillo o el parque de Sotos del Ebro.
Calahorra y su pasado romano
Esta localidad riojana posee un importante patrimonio arqueológico vinculado a la antigua Roma, de hecho su casco urbano todavía conserva la estructura de esta época.
Debido a su posición estratégica, la invasión romana de la península Ibérica trajo a Calahorra su época dorada al convertirse en una de las ciudades más relevantes de Hispania. Acorde a su rango fue dotada de murallas e infraestructuras como teatro, circo, foros y termas.
De aquella época se conservan los restos de la presa que regaba los cultivos calagurritanos y que consiguió que la ciudad fuese una de las huertas hispanas más florecientes. Sus hortalizas y verduras eran célebres por su calidad y sabor y con ellas se realizaban deliciosas recetas que se conservan actualmente en el Museo de la Romanización.
El patrimonio romano de Calahorra aún se mantiene en el trazado urbano de sus calles. Aquí es posible hallar los restos del antiguo Alcantarillado e incluso bajo el cemento de la ciudad actual todavía se conservan las cloacas romanas aunque no son visitables.
Durante la invasión musulmana. Calahorra cambió de manos por su importancia estratégica hasta que fue reconquistada Sancho Garcés III de Pamplona en el año 1045. Con el botín de la conquista se financió la construcción del monasterio de Santa María de Nájera.
Más tarde, durante el reinado de Alfonso VI, la ciudad fue incorporada al reino de Castilla. A partir del siglo XVI al XVIII, Calahorra continúa creciendo hasta convertirse en una potencia agraria y conservera que se acelera con la llegada del ferrocarril.
Un paseo por Calahorra
Para conocer esta ciudad riojana nada mejor que un paseo. Comenzamos el recorrido en el paseo de Mercadal, cerca de los restos del Circo romano, donde existen varios canales que llegaban hasta las termas. Al inicio del paseo se encuentra el rollo jurisdiccional, que permitía impartir justicia en Calahorra. Paralelo al paseo de Mercadal se halla la principal zona de tapeo de la ciudad, la calle Paletillas.
Continuando hasta el final del paseo llegamos al Parque Era Alta donde se localiza el Parador Nacional y algunos restos romanos. Siguiendo la calle Carretil nos topamos con el Yacimiento de la Clínica donde se encuentran los restos de una villa romana excavada en tres niveles perteneciente al siglo I. Junto a este yacimiento se conservan los restos de la muralla romana.
A continuación nos acercamos hasta la iglesia de San Andrés (siglo XVI) que destaca por su portada gótica que representa el triunfo del cristianismo sobre el paganismo. Rodeando este templo se llega al Arco del Planillo, la antigua puerta romana de acceso a Calahorra.
Siguiendo la calle llegamos hasta el Monasterio de San José (siglo XVI), conocido popularmente como el Convento de las Monjas Encerradas. En su interior se encuentra un espectacular «Cristo atado a la columna« de Gregorio Fernández.
A continuación nos dirigimos hacia la Catedral de Santa María-El Salvador, un edificio gótico con fachada barroca erigido sobre el lugar donde San Emeterio y San Celedonio fueron martirizados por convertirse al cristianismo. La sacristía y el claustro, acogen el Museo Catedralicio y Diocesano, donde se pueden ver varias pinturas de Tiziano y Zurbarán, así como varias piezas de orfebrería y una torá perteneciente a la antigua sinagoga. Al lado de la catedral se encuentra el Palacio Episcopal (siglos XVI-XVIII).
Por la cuesta de la catedral accedemos a la antigua la judería de la ciudad. Aquí hacemos una parada que nos lleva al curioso Museo de la Verdura, que, a través de una presentación didáctica e interactiva, muestra la actividad de las huertas y cultivos de la ribera del Ebro.
Tomando la calle Mayor, lugar por donde discurre el Camino de Santiago llegamos a Iglesia de Santiago Apóstol (siglo XVII-XVIII), que es el mejor exponente del neoclasicismo riojano. Después, en la plaza del Raso encontramos la Casa Santa (Centro de Interpretación sobre la vida de los patronos de la ciudad) y el museo de Romanización (en el que se expone a través de cinco salas el origen romano de la ciudad).
¿Cómo llegar a Calahorra?
En coche: Desde Logroño tomando la N-232 hasta Calahorra.
En tren: Calahorra cuenta con línea de tren con trenes regionales desde Logroño.
En autobús.