Calleja de las Flores, un tesoro escondido de Córdoba

Calificamos la calleja de las Flores de un tesoro escondido de Córdoba porque es uno de esos lugares menos conocidos que hay en todas las ciudades turísticas. Estas tienen numerosos puntos de interés y, para el viajero poco avisado, esos pequeños rincones llenos de encanto quedan al margen.

Porque Córdoba tiene tantos monumentos catalogados como patrimonio de la humanidad que te resultará imposible verlos todos en unos días. No hace falta que te mencionemos la Mezquita o el puente romano, pero cuenta con muchos más. Más adelante te hablaremos de algunos. Sin embargo, también posee esta ciudad de Andalucía calles típicas que te fascinarán. Una de ellas es la calleja de las Flores, un tesoro escondido de Córdoba, verdaderamente.

Dónde está la calleja de las Flores

Esta preciosa calle se encuentra en pleno casco histórico de la ciudad cordobesa, justamente, declarado patrimonio de la humanidad. Estrecha y peatonal, se accede a ella desde la calle de Velázquez Bosco y no tiene salida. Termina en un patio con forma octogonal adornado con una fuente típica.

Se halla justo detrás del famoso Patio de los Naranjos, perteneciente a la Mezquita. Por tanto, también está próxima al citado puente romano, al Alcázar de los Reyes Cristianos, al Museo Arqueológico y al mercado Victoria. Pero también está cerca de otra calle popular de la ciudad que es, igualmente, típica y que no nos resistimos a describirte.

Nos referimos a la calleja del Pañuelo, que es una de las más estrechas de Europa, con apenas cincuenta centímetros. De hecho, su nombre se debe a que esa era la medida de los pañuelos antiguos que llevaban los hombres en la solapa de sus trajes. Sin embargo, su verdadera denominación es calle Pedro Jiménez, en honor a este soldado de los Tercios de Flandes que trajo la variedad de uva así llamada a Andalucía. También la del Pañuelo desemboca en una pequeña plaza sin salida, pero ahora debemos volver a la calleja de las Flores, que es la protagonista de este artículo.

Un poco de historia

La calleja de las Flores era lo que los cordobeses denominan un azucaque, es decir, un callejón sin salida que terminaba en un patio de vecinos. Este fue pasando a ser una calle más. Y, ya en los años cincuenta del pasado siglo, el alcalde Alfonso Cruz Conde emprendió una campaña para embellecer rincones típicos de Córdoba.

Uno de los elegidos fue, justamente, este callejón. Su reforma fue emprendida poco después, ya bajo la alcaldía de Antonio Cruz Conde, hermano del anterior. La obra se encargó al arquitecto Víctor Escribano Ucelay. Este diseñó los pequeños arcos que la adornan y reemplazó el suelo de cemento por otro de cantos rodados.

Asimismo, puso a la entrada un capitel califal y pidió a los vecinos que decoraran sus viviendas con macetas de flores. Bien es cierto que no le hizo mucha falta insistir, porque ya lo hacían por iniciativa propia. Muchos de ellos procedían de localidades como La Carlota, uno de los grandes centros de cultivo floral de la provincia de Córdoba.

Finalmente, por consejo de Rafael Bernier, profesor de la escuela de bellas artes y habitante de la calleja, se colocó la fuente octogonal en el fondo de la calle. Junto a esta, se colocó una antigua columna romana de la época del emperador Adriano. Corría ya el año 1960 y, desde entonces, la calleja de las Flores se ha convertido en uno de los sitios más fotografiados de la Ciudad Califal.

Cómo es la calleja de las Flores, el tesoro escondido de Córdoba

Hemos bautizado a la calleja de las Flores como un tesoro escondido de Córdoba, en primer lugar, por su belleza y aire típico. Pero también porque, si no conoces la zona, podrías pasar de largo sin entrar en ella. Afortunadamente está bien señalizada.

Además, sería una pena que no visitases esta preciosidad que fue elegida como la calle más bonita de España por la revista Trendencias. Más aún, la prestigiosa revista de urbanismo Architectural Digest la calificó como una de las más hermosas del mundo, a la altura de lugares como Notting Hill en Londres, Burano en Venecia o Montmartre en París.

A pesar de sus reducidas dimensiones, no te defraudará. Es un estrecho pasaje de suelo de piedra enmarcado por casas de un blanco brillante que están adornadas con macetas de preciosas flores y pequeños arcos. Y, como te decíamos, desemboca en una pequeña plazoleta donde está la fuente y, en su derredor, grupos de geranios y exuberantes claveles. Junto a estas especies también verás buganvillas, gitanillas sudafricanas o petunias en un verdadero mar de colores y aromas.

Muchas de las casas que componen la calleja de las Flores eran viviendas, pero hoy se han convertido en tiendas de souvenirs donde puedes comprar un recuerdo de tu visita. Pero, sobre todo, te recomendamos que te fijes en un detalle que, por cierto, es el más fotografiado en esa calle. Te hablamos de la imagen de la preciosa torre de la Mezquita que se aprecia entre las propias casas.

Además, la calleja de las Flores siempre te guarda alguna sorpresa. Puedes hallar en esta la esencia de la Córdoba popular, incluso encontrándote con un guitarrista. Pero también puedes disfrutar de un ambiente de máxima relajación para descansar después de muchas visitas. Y, sobre todo, sus reflejos cambian de color según la hora del día. No es de extrañar que sea una de las más fotografiadas y apreciadas de la ciudad.

Para que veas que también los cordobeses consideran a la calleja de las Flores un tesoro escondido de Córdoba, te mostramos lo que escribió sobre ella un poeta anónimo. Sus palabras fueron: «Calleja de las Flores de alma y encanto. Mi Córdoba querida y sus múltiples mantos que cubren mi ser de paz y encuentro con el lugar que me vio nacer».

Cuál es el mejor momento para visitar la calleja de las Flores

Dada la benigna climatología de Córdoba, cualquier momento es bueno para que visites la calleja de las Flores. No obstante, siempre es mejor que lo hagas en primavera, cuando la naturaleza (también las flores) se encuentran en su máxima exuberancia.

Pero aún queremos precisar más nuestra recomendación. Si te apasionan las flores y la pujanza de la naturaleza, visítala cuando se celebra la Fiesta de los Patios de Córdoba. Es un concurso para el que los vecinos de distintas zonas de la ciudad adornan sus patios con motivos florales dándoles un maravilloso aspecto. Y, como es lógico, la calleja de las Flores no puede faltar al evento. Desde 2012 ostenta el distintivo de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Qué ver en torno a la calleja

Ya te hemos mostrado todo lo que necesitas saber para visitar la calleja de las Flores, un tesoro escondido de Córdoba. Pero flaco favor te haríamos si terminásemos este artículo sin hablarte de lo que puedes ver en torno a esta pequeña vía. Porque la Ciudad Califal es una maravilla de monumentos y belleza que nunca te cansarás de recorrer. Y la calle que nos ocupa se encuentra en pleno casco antiguo de la localidad, todo él declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La Mezquita

Justo al lado tienes la famosa Mezquita Catedral, sin duda el máximo símbolo de Córdoba. Según la historia tradicional, fue construida en el siglo VIII donde se encontraba la basílica hispanorromana de San Vicente Mártir. Durante el Califato fue ampliada hasta alcanzar casi veinticuatro mil metros cuadrados, lo cual hizo de ella la segunda más grande del mundo en aquel tiempo tras la de La Meca.

Luego sería superada por la Mezquita Azul de Turquía, pero, en cualquier caso, es, junto a la Alhambra de Granada, el mejor ejemplo de arte omeya hispanomusulmán. Asimismo, ya en época cristiana se le añadieron otros elementos como la iglesia de estilo plateresco obra de Hernán Ruiz. En el conjunto, también destacan el Patio de los Naranjos, el campanario renacentista construido aprovechando el antiguo minarete y sus numerosas puertas y balcones.

Por su parte, en el interior debes fijarte en la sala hipóstila, famosa por su mar de arcos y columnas; los espectaculares trascoro y crucero, así como el no menos imponente coro. Pero también en elementos más antiguos, aunque no menos hermosos. Por ejemplo, la maqsura o espacio reservado al califa para sus oraciones.

Otros monumentos cercanos a la calleja de las Flores

También está muy cerca de la calleja de las Flores otro de los símbolos de Córdoba. Te hablamos de su famoso puente romano, construido en el siglo I después de Cristo. Es una formidable obra de ingeniería que mide 331 metros de longitud y cuenta con 16 arcos (originalmente, eran diecisiete).

Asimismo, en uno de sus lados y ante un maravilloso mirador, se encuentra la llamada Puerta del Puente, que es una de las tres que se conservan de las antiguas murallas de la ciudad. Data del siglo XVI y es de estilo renacentista. En cambio, al otro lado del puente está la torre de la Calahorra, una auténtica fortaleza islámica cuya misión era proteger el paso.

Como comprenderás, podríamos seguir hablándote de todo lo que ver en las cercanías de la calleja de las Flores. Ya te hemos citado el Alcázar de los Reyes Cristianos, con su museo, pero también tienes la sinagoga, el conjunto de las iglesias fernandinas o palacios tan espectaculares como los de Viana, de la Merced, de Orive y de los marqueses del Carpio.

En conclusión, ahora ya sabes por qué calificamos a la calleja de las Flores de un tesoro escondido de Córdoba. Pero también has podido ver que esta es solo una de las maravillas que te ofrece la preciosa ciudad de Andalucía. Anímate a visitarla, nunca defrauda.