Situada en la provincia de Lérida, la villa de Caneján es uno de esos tesoros escondidos que posee Cataluña. Su término municipal linda al norte con la frontera francesa y al sur con Viella. Por tanto, se ubica en el espectacular Valle de Arán.
Cuenta con apenas cien habitantes y se halla a unos novecientos metros de altura. Asimismo, la baña el río Torán, ya muy cerca de desembocar en el Garona. Se trata de un enclave privilegiado de bosques de hayas y abetos. Te hablaremos de él más adelante, pero ante vamos a hacerlo de otras cosas que puedes ver y hacer en Caneján.
Índice
Iglesias de Caneján
Iglesia de San Saturnino en Caneján
Caminando por las estrechas y empinadas calles de Caneján, verás edificaciones que responden al estilo arquitectónico propio de la zona, con sus tejados de pizarra a dos aguas y sus paredes de piedra vista. Así, llegarás a la parte alta de la localidad, donde se halla la iglesia de San Saturnino, de origen románico, aunque totalmente reformada a principios del siglo XIX.
A la entrada del templo, encontrarás una pila bautismal del XVI realizada en mármol y decorada con el cordero sagrado. Asimismo, tras el altar hay una suerte de retablo en blanco con figuras de Jesucristo y de varios santos. A los lados hay otros altares más pequeños con dos antiguos sagrarios. Por su parte, en las paredes verás cuadros que representan el sufrimiento de Jesús y, en la parte central de la iglesia, llamará tu atención una imagen de Juana de Arco que donó una familia francesa en 1938.
El otro templo que debes ver en el municipio de Caneján es el de San Juan de Torán, que suele estar cerrado, pero puedes pedir la llave en el bar que se halla cerca. También es una iglesia románica de una sola planta y cuyo altar está separado por una reja.
Ayuntamiento y otras construcciones de la villa
El precioso Ayuntamiento de Caneján
Durante tu recorrido por Caneján puedes ver antiguas casas señoriales en diferente estado de conservación. Por ejemplo, la casa de Saurat, que cuenta con una torre defensiva cuadrada del siglo XIV, o casa Benosa, con una pequeña capilla románica que posee campanario con espadaña. Pero, quizá, es más bonito el edificio del Ayuntamiento.
La Casa Consistorial también responde al estilo propio del valle de Arán, pues su tejado es de pizarra y su fachada combina la piedra vista con otras partes en color crema. Asimismo, en su piso superior cuenta con un balcón y puertaventanas de madera. Pero su principal elemento constructivo es la torre, que es visible desde cualquier parte del pueblo. Podríamos decir que es una síntesis de todo el edificio, ya que, con su planta cuadrada, mezcla la piedra con los tonos ocres y está cubierta por pizarra. Además, cuenta con un reloj.
Los alrededores de Caneján: Rutas de senderismo
El maravilloso entorno de Caneján
Ya te hemos mencionado anteriormente que esta localidad del valle de Arán cuenta con un entorno privilegiado. Lo componen bosques de hayas y abetos, ríos y altas montañas. Precisamente, respecto a los primeros, pregunta a los habitantes del pueblo dónde está el abeto de Caneján. Se trata de un ejemplar de más de veinte metros de altura y cinco de ancho que ha sido declarado monumento natural por la Generalitat de Cataluña.
Por otra parte, si quieres apreciar toda la majestuosidad de estos paisajes, puedes acercarte hasta miradores como los de la Pilarica, donde verás una imagen de esta Virgen, o el llamado de Eth To. Justamente, desde este último puedes hacer una ruta de senderismo que te llevará hasta Penhes Males por un antiguo sendero de contrabandistas.
Es uno de los muchos recorridos que te ofrece el entorno de Caneján. Desde el mirador citado parte, igualmente, el que va hasta tres pequeñas aldeas hoy deshabitadas, pero que están rodeadas de maravillosos paisajes. Se trata de To, Pojòla-Amellet y Campespín. Viéndolas, te harás una idea de lo dura que era la vida en estos lugares aislados durante el invierno. Otra agradable y sencilla ruta es la que va desde Caneján hasta la villa de Porcingles. Parte del trayecto se hace por el Camino de las Cruces por tener varias que culminan en otra más grande de hierro en la cima de una montaña como representación del camino del Calvario.
No obstante, una de las rutas de senderismo imprescindibles es la que te lleva hasta San Juan de Torán, aldea que ya te hemos mencionado al hablar de su iglesia. Es la mejor conservada de toda la zona y la que mejor representa la arquitectura tradicional aranesa. Por si todo esto fuera poco, su entorno de prados, bosques y agrestes montañas es impresionante. Claro que, si quieres disfrutar de la exuberante naturaleza de Caneján, puedes hacer el recorrido que va desde Casinhau a Santa Bárbara. Transitarás por imponentes robledales, hayedos y abetales, pero, sobre todo, conseguirás maravillosas vistas de picos como la Cresta de Crabéra o el Montlude.
Pero, si de montañas te hablamos, hay varias rutas que te llevan hasta ellas y, por tanto, tienen mayor dificultad que las anteriores. Una es la que asciende hasta los tucs de Pan y des Canarilhes. Tiene una duración de entre cuatro y cinco horas y asciende unos novecientos metros. A cambio, verás espectaculares campos de pastos y bosques que no se aprecian desde abajo. Otra de estas rutas es la ascensión a Era Pica, que transita por paisajes similares a la anterior, pero tiene mayor dificultad, ya que se suben más de mil cien metros y se tarda en culminarla entre seis y siete horas. En todo caso, el panorama es, igualmente, grandioso.
Las aldeas del término municipal de Caneján
San Juan de Torán
En muchos de estos recorridos a pie atravesarás algunas de las aldeas que forman parte del término municipal de Caneján. Ya te hemos hablado de algunas de ellas como To, San Juan de Torán y Campespín. Asimismo, te hemos explicado cómo reflejan la dureza de la vida de sus habitantes en el pasado.
Pero también puedes acercarte a otras pequeñas localidades igualmente llenas de encanto y aún más singulares. Por ejemplo, Bordius, que todavía conserva sus antiguas viviendas con techos de paja y sin división interior. También llamará tu atención Puntaut, que se halla incluido en el Inventario de Patrimonio Arquitectónico de Cataluña y que es el último antes de llegar al paso fronterizo de Puente del Rey, sobre el río Garona.
En fin, no menos bonitos y curiosos son Casiñán, Navías, Morón y la Mola, Pradet o Pursingles, que también te hemos citado anteriormente.
Festividades y tradiciones
Espectaculares vistas desde San Juan de Torán
Ya te hemos mostrado lo que ver y hacer en Caneján. Pero también puedes optar por visitar esta pequeña localidad aranesa cuando celebra sus festividades y está más animada. La fiesta patronal se desarrolla en torno al veintinueve de agosto y en honor a San Juan Bautista. Cuenta con verbenas, tiro al plato, actividades infantiles y competiciones de trial tanto en moto como en bicicleta.
Sin embargo, es más curiosa la fiesta de Barbacans, que se recuperó en 2004 y hunde sus raíces en tiempos muy antiguos. Los barbacans son personajes ataviados con pieles y cuernos de animales, así como cencerros en la cintura que recorren las calles agitándolos y haciendo ruido. También hay otros personajes disfrazados y se quema un muñeco llamado Magrás. Finalmente, la romería de San Juan de Torán, que tiene lugar el ocho de septiembre, completa el panorama festivo de Caneján.
Por otro lado, quizá no sepas que el valle de Aran tiene su propia lengua. Se trata, justamente, del aranés, un dialecto del occitano que se habla en buena parte del sur de Francia e incluso en algunas zonas de Italia. Es cooficial en la Comunidad Autónoma de Cataluña junto al catalán y el castellano. Asimismo, es una de las lenguas romances, ya que procede directamente del latín, y, como idioma usado por los trovadores, cuenta con una literatura rica.
Cómo llegar y qué comer en la villa aranesa
Una ración de olla aranesa
La única forma de llegar hasta Caneján es por carretera. Concretamente, la vía más importante que te lleva hasta la villa aranesa es la N-230, que continúa hasta la frontera con Francia. Se encuentra en buen estado. Sin embargo, en invierno tiene bastante nieve. Hay máquinas que la retiran con presteza, pero te aconsejamos que lleves cadenas para tu vehículo.
Por otra parte, la villa leridana cuenta con dos restaurantes donde puedes saborear la exquisita y contundente gastronomía del valle de Arán. No podría ser de otra forma si tenemos en cuenta los rigores de su climatología en invierno. Por tanto, gran parte de sus platos son estofados y sopas.
Es el caso de su receta más típica, la olla aranesa. Se trata de un guiso que lleva alubias blancas, garbanzos, fideos, verduras y carnes tanto de cerdo como de gallina y de ternera. Estas últimas se sirven en una fuente aparte. Menos contundente, aunque igualmente sabrosa es la sopa denominada patarnes, que se elabora con patatas, pan, aceite y sal. En cuanto a las carnes, es delicioso el pollo a la coquela, que se prepara añadiéndole distintas verduras. Pero, quizá, sea más sabroso aún el civet de senglar, que se elabora con carne de jabalí, vino, chocolate negro, semolets (una cebolla de la zona) y mojardón. Como guarnición e incluso como plato suele tomarse la truhada, que no es otra cosa que puré de patata.
Finalmente, respecto a lo dulce, destacan las mermeladas hechas con frutos de alta montaña y la miel, así como elaboraciones de tartas y crepes dulces como los cresphèts. Pero te aconsejamos que pruebes, sobre todo, los tronquets, unos pastelitos que se elaboran con mantequilla, huevos, azúcar, anís, harina y otros ingredientes. Y, para terminar tu comida, puedes tomar una copia de licor de grosella o de aguardiente de nueces.
En conclusión, te hemos mostrado qué ver y hacer en Caneján, el precioso pueblo de Lérida. Tan solo nos resta aconsejarte que, si lo visitas, también te acerques a otras localidades del valle de Arán igualmente bonitas como por ejemplo Baguergue. Anímate a conocer esta preciosa zona de Cataluña.
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