Cap de Creus, tierra, sol y mar

Sobre la costa del Mar Mediterráneo se encuentra este cabo pintoresco que ostenta el título de ser el punto más oriental de la península ibérica. ¿Lo sabías? Está sobre la costa de la provincia de Gerona, en España, y forma parte de un hermoso parque natural que recibe turistas todo el año: es el Cap de Creus.

¿Te gusta el mar, la playa, el sol, el caminar? Pues entonces este destino en Cataluña te está esperando y no está solo así que puedes incorporar otros destinos pintorescos a tu viaje. Veamos entonces qué maravillas te aguardan.

Parque Natural del Cabo de Creus

Se trata del primer parque marítimo – terrestre de Cataluña y fue declarado, en marzo de 1998, para proteger la mayor parte de la península que está distribuida a lo largo y ancho de varios municipios de la zona. Es de una gran importancia geológica.

El parque ocupa unas 10.780 hectáreas en su superficie terrestre y alrededor de tres mil en su superficie marina. El punto que le da nombre al parque es este precioso Cabo de Cruces, ese es el significado del nombre. El cabo en sí es un promontorio rocoso bastante empinado y agudo que alcanza los 672 metros de altitud. Por su posición recibe los embates tanto del mar como del viento a todo momento.

La roca de la que está compuesta es la misma que la de los Pirineos orientales, también llamados Montes Alberes, que penetran en el mar precisamente por el macizo de Creus y que se formaron hace unos 400 millones de años. El paso del tiempo lo ha cubierto de tierra y eso ha permitido el arraigo de vegetación que en su mayoría son arbustos y simples matorrales.

Por su ubicación, aquí se construyó un faro cuya luz brilló pro primera vez en 1853 bajo el reinado de Isabel II. Su luz llega a las 15 a 20 millas y su construcción formó parte del primer Plan de Alumbrado. Mide 87 metros de alto y la altura soporte es de 11 metros. Está ubicado al final de un camino pedregoso que se interna por el angosto istmo. El camino se conoce como Cami Antic, el viejo camino costal y si alquilaste un coche o una bici vale la pena recorrerlo.

A lo largo de esta senda verás el paisaje del parque natural y cómo ha sido moldeado a través de los siglos por los vientos de levante y también por el viento frío que sopla del norte y el noroeste y que se conoce con el nombre de tramontana. En los edificios del faro funciona un restaurante, ahí, pertrechado románticamente entre la tierra y el mar, con vistas incomparables. Hay también un estacionamiento, pequeño, pero siempre se puede esperar que alguien se retire y sino se puede estacionar en el camino, antes del estacionamiento.

La luz del faro resplandece dos veces cada diez segundos y el sitio, para más datos, sirvió de inspiración a Salvador Dalí, quien construyó su casa no muy lejos, y también a los productores de Hollywood cuando filmaron La luz al final del Mundo en 1971 con Kirk Douglas (aunque se construyó un faro de mentira que al final la filmación se destruyó). Cosas del cine.

Finalmente, si no tienes ni coche ni bici no e preocupes que puedes llegar en el tren de turistas que en temporada de verano funciona varias veces a día.

Cap de Creus

Es uno de los destinos mas populares de la Costa Brava, un verdadero paraíso en el borde mismo del mundo. Si vas en verano planea una jornada a puro sol y andar que la vas a pasar genial. La ruta desde Cadaqués a Cap de Creus es la más popular de todas porque a lo largo de ella, unos 14 kilómetros, pasas por postales de calas hermosas. No dejes de hacer la caminata porque no te vas a arrepentir y las fotos que tomarás serán preciosas.

Durante la primera parte del trayecto de este viejo camino caminas a lo largo de rutas pero una vez que llegas a Porlligat es cuando se pone realmente bueno y empiezas a ver playas, la de Guillola y la de Sant Lluís, por ejemplo, o campos con amplios viñedos. Y entonces sí, al final del recorrido se alza el faro. El camino de vuelta lo puedes hacer simplemente regresando sobre tus pasos o hacerlo caminando por la ruta. Son en total unas cuatro horas.

Más arriba hablamos de que en faro funciona un restaurante. Hace alrededor de 30 años un inglés, biólogo él, se enamoró de la zona y de unos viejos edificios construidos durante la Guerra Civil y decidió comprarlos y darle forma a un restaurante y a una pequeña casa de hospedaje. Hoy es bastante popular y algunas personas lo alquilan para pasar Año Nuevo o sentir los vientos fríos del invierno.

Además, dijimos que conviene investigar la zona que el cabo y el faro no son lo único que ofrece. En primer lugar, obvio, Cadaqués, un bonito pueblo costero, pulcro aunque que se satura de turistas en verano. El hogar de Dalí no te va a decepcionar y si te gusta su arte siempre puedes visitar el Museo de Salvador Dalí, entre Cadaqués y Port Lligat (visita su sitio web antes para conocer tickets y fechas).

Por otra parte, en el municipio de Puerto de la Selva está el viejo Monasterio de Saint Pere de Rodes. Pertenece a la orden benedictina y es bien antiguo pues se construyó entre el siglo IX y el siglo XI. Descansa en la ladera de la montaña Verdera, bajo las ruinas de un castillo medieval y un mirador. Con tantos siglos sobre su espalda está bastante bien y desde sus ventanas las vistas de la bahía y el pueblo son fantásticas. Si te gusta caminar puedes recorrer la zona por el camino que partiendo de él va hasta las ruinas del castillo y el mirador de San Salvador.

El monasterio suele abrir de 10 am a 5:30 pm aunque en verano su horario se extiende hasta las 8 pm. Ojo que cierra los lunes y días festivos religiosos. Yo te recomiendo no pasarlo por alto porque cuando llegas al castillo y al mirador eres recompensado con unas vistas fabulosas. Y es solo media hora de andar desde el monasterio. Apunta también el nombre de Roses, si te gusta la historia pues es bien antiguo y conjuga ruinas megalíticas, de entre 3 mil y 2700 años a.C, una ciudadela griega del siglo IV a.C, ruinas romanas posteriores y obvio, construcciones religiosas medievales.

Hablo del Castillo de la Trinidad, del siglo XVI con diseño de cinco puntas, del Castillo de Bufalaranya y del castro Visigodo, por ejemplo. Y finalmente, si ya sabes que visitarás Cap de Creus entonces puedes sumar el Cabo Norfeu, de importancia biológica, las calas de Joncols y Montjoi y un puñado de otras hermosas alas para acostarse y dejar arrullar por el viento y el mar.


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