Carmona en Cantabria

Carmona en Cantabria

Hablar de Carmona en Cantabria supone hacerlo de una preciosa localidad ubicada donde se suceden los valles del Saja Y del Nansa. Se trata, por tanto, de un paraje natural de inigualable belleza que está bañado por este último río y que ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico.

Se halla en la zona rural y montañosa de Cantabria, de enorme riqueza forestal, paisajes verdes y antiguas costumbres. Es la zona tradicional del ganado vacuno originario de esta comunidad autónoma: la raza tudanca. Las vacas bajan cada año desde los puertos de pastos en un trayecto que se denomina «la pasá» e incluso tienen un monumento a la entrada de la villa. A continuación, vamos a mostrarte todo lo que puedes ver y hacer si visitas Carmona en Cantabria. Pero antes queremos hacer un poco de historia.

Historia de Carmona

Carmona

Una calle de Carmona

Esta zona estuvo habitada desde el Neolítico, pero sus primeras referencias escritas se refieren al siglo III después de Cristo. Estos testimonios hablan de un pueblo cántabro que veneraba al dios Cabuérnigo. De ello procedería el nombre de la región, pues Carmona se encuentra en el término municipal de Cabuérniga.

Por esa misma época, se construyó una calzada romana que comunicaba la zona con la meseta a través del Collado de Somahoz. Sin embargo, no hay constancia de asentamientos de población. Estos se producirían tras la invasión musulmana del año 711, al llegar cristianos desde el sur que huían de los árabes.

Después, con el avance de las huestes cristianas, se instauró la llamada ruta de los Foramontanos. Era la que recorrían los habitantes del reino de Asturias que emigraban de vuelta a la actual Castilla para repoblarla. Gracias a ella se crearon varias aldeas entre las que se halla, justamente, Carmona. Y esta, en su origen, era un alfoz o núcleo rural que pertenecía a la villa de Cabuérniga, a su vez dependiente de la merindad de las Asturias de Santillana.

De toda esta historia han quedado monumentos y otros lugares que debes visitar en Carmona en Cantabria. A continuación, te mostramos los más destacados.

La arquitectura tradicional

Casas típicas de Carmona

Casas tradicionales de Carmona

Lo primero que llamará tu atención en esta preciosa localidad cántabra es la factura de sus casas. Son las viviendas de tipo tradicional cántabro que también puedes encontrar en otras localidades de la región como Santillana del Mar o Bárcena Mayor, aunque con algunas peculiaridades propias.

Son construcciones en piedra de dos plantas o piso bajo y bajocubierta. Los tejados son a dos aguas y suelen disponer de balcón corrido en la zona de la planta más elevada. Es la llamada solana, que se cubre con un prolongado alero y que, en otros casos, se sustenta en un soportal de sillería que enmarca la entrada. A este también se denomina estragal.

Se trata de un tipo de vivienda que se origina en los siglos XV y XVI como respuesta a las necesidades de los habitantes de la zona. Asimismo, posee otras edificaciones complementarias como el almacén de los aperos de labranza y las cuadras para el ganado. Incluso sus moradores solían tener otras viviendas más alejadas como, por ejemplo, las cabañas invernales, que se encontraban en los puertos de montaña y que les servían de cobijo cuando subían el ganado a esos pastos.

Pero Carmona en Cantabria también cuenta con otro tipo de construcciones que, manteniendo algunas similitudes con estas, son más lujosas y que pertenecieron a las familias aristocráticas.

Las casas señoriales de Carmona en Cantabria

Palacio de los Díaz Cossío

El palacio de los Díaz Cossío y Mier

Estas casas palaciegas tienen rasgos propios de la arquitectura montañesa de la zona, pero también responde a estilos más generales. El mayor exponente de ellos en Carmona es el palacio de los Díaz Cossío y Mier que hallarás en pleno centro de la localidad y que, actualmente, es parador de turismo. Tal como te acabamos de decir, combinas rasgos propios del barroco con otros tradicionales de las casas de la zona. Esta combinación de estilos hace de él una construcción de gran originalidad.

Pero, en general, impresiona por su belleza, con dos grandes torres laterales y tres arcos en la fachada principal. Consta de dos plantas en esta última y tres en las primeras. Pero en todas ellas hay balcones con rejería. Asimismo, un gran escudo heráldico adorna la fachada.

Su construcción data de principios del siglo XVIII y tiene planta rectangular. Pero lo mejor de todo es que, si lo deseas, puedes alojarte en él porque, como te hemos dicho, se ha convertido en establecimiento hotelero.

La iglesia de San Roque y otros templos

Iglesia de San Roque

La bonita iglesia de San Roque en Carmona, Cantabria

Es, junto al anterior, el principal monumento de Carmona y también fue edificada en el siglo XVIII. Posee planta de cruz latina y dispone de una sola nave con cuatro tramos y cubierta de crucería. Igualmente, adosada a ella formando un conjunto, se encuentra la bonita casa rectoral, que presenta un zaguán abierto mediante tres arcos y una planta superior con tres balcones.

No es este templo el único que puedes ver en Carmona. La iglesia parroquial, consagrada a San Pedro, data del siglo XVI y cuenta con un magnífico retablo dedicado al Evangelio en el que destaca la talla en relieve de la Virgen del Carmen. Y, junto a esta, puedes visitar las ermitas de San Antonio Abad y de las Lindes.

Miradores y otros monumentos en Carmona

Miradores de Carmona

Vista desde uno de los miradores de Carmona

Junto a los monumentos que te hemos mencionado, otro de los grandes atractivos que tienes en Carmona son sus espectaculares miradores, que te ofrecen vistas inigualables de las sierras cercanas. Ya te hemos explicado que esta villa de Cantabria pertenece al municipio de Cabuérniga, que, a su vez, está integrado en el Parque Natural del Saja Besaya.

Se trata de un privilegiado ecosistema que alterna profundos valles con elevadas montañas y posee una riqueza natural extraordinaria. Entre los primeros, el propio de Cabuérniga y, respecto a las segundas, por ejemplo, los picos de Ozalba y las sierras del Escudo y del Cordel, esta última zona de especial protección para las aves. También combina áreas boscosas de, entre otras especias, hayas con brañas o puertos de montaña ricos en pastos para el ganado. Toda esta vista panorámica la tienes desde los miradores de Carmona en Cantabria. Entre ellos, el de la Asomada del Ribero, que te ofrece una magnífica visión del citado valle de Cabuérniga y, más lejos, de la zona del río Quivierda. Pero también el instalado en la collada de Carmona y el de San Antonio.

Por otra parte, ya te hemos hablado del monumento a la vaca de raza tudanca que puedes ver en Carmona. No en balde, se trata de una de sus zonas de cría. Pero también cuenta la villa montañesa con otra tradición famosa. Nos referimos a la elaboración de albarcas, que también tienen su monumento en la localidad.

En este caso, se trata de un calzado rústico y típico de la zona desde tiempos inmemoriales. Servía a sus habitantes para caminar por el desigual terreno en que tenían que moverse. Es muy parecido al de otras regiones norteñas, por ejemplo, Asturias, donde se llaman madreñas. Básicamente, poseen un cuerpo superior donde se encaja el pie y que va sobre unos soportes similares a los tacones gruesos de los zapatos. A su vez, estos llevan en su parte inferior los tarugos, suplementos de madera.

No te resultará difícil encontrar en Carmona pequeños talleres artesanales que fabrican este tipo de calzado tradicional. Si lo deseas, te venderán un par de albarcas a buen precio.

Qué comer si visitas Carmona en Cantabria

Cocido montañés

El delicioso y contundente cocido montañés

Por otra parte, no puedes marcharte de Carmona sin disfrutar de la maravillosa gastronomía típica de la montaña cántabra. En buena lógica, se trata de recetas contundentes y calóricas. Así lo reclamaba el clima frio de los inviernos de la zona y, sobre todo, la dura vida de sus habitantes, que debían pasar mucho tiempo en la montaña con el ganado.

Muestra de todo ello es el cocido montañés, plato típico por excelencia de Carmona y de los pueblos cercanos a ella. Se elabora con alubia blanca y berza, a las que se añaden chorizo, morcilla, tocino y costilla de cerdo. Estos últimos productos constituyen el compango, que es habitual en otras recetas similares de España como la fabada asturiana o el propio cocido madrileño. Por otra parte, también son deliciosas las truchas pescadas en el río Nansa. E, igualmente, los guisos elaborados con carnes de caza, sobre todo de venado y jabalí. Pero, si de este producto hablamos, no podemos olvidarnos de los chuletones de vaca tudanca, realmente maravillosos.

En cuanto a los postres tradicionales de Carmona en Cantabria, también son recetas contundentes. Por ejemplo, la leche frita y el arroz con leche entre lo dulce y los quesos de vaca u oveja entre lo salado. Pero tampoco faltan los más típicos en otros valles de la comunidad autónoma como las quesadas, tradicionales en el del Pas. Se prepara con azúcar, mantequilla, leche cuajada, limón, huevos, harina y canela. De todas estas delicias puedes dar cumplida cuenta en los varios restaurantes con que cuenta la villa.

En conclusión, te hemos mostrado lo mejor que ver y hacer si visitas Carmona en Cantabria. Tan solo nos queda aconsejarte que, si viajas a esta preciosa localidad del valle de Cabuérniga, también te acerques a otros pueblos bonitos de Cantabria como San Vicente de la Barquera, Comillas o Santillana del Mar. Anímate a descubrir esta preciosa región española.


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