La Casa Botines de Gaudí abrirá sus puertas en abril por primera vez

La obra del genial arquitecto modernista Antonio Gaudí está estrechamente ligada a Barcelona. Por ello cuando se habla de este artista inmediatamente nos acordamos del impresionante Parque Güell, la icónica Sagrada Familia o sus casas modernistas. Sin embargo, Gaudí dejó tres obras fuera de Cataluña: la Casa Botines, el Capricho de Comillas y el Palacio Episcopal de Astorga. Igualmente hermosas pero no tan conocidas.

La Casa Botines abrirá sus puertas al público a partir del 23 abril tras unos intensos trabajos de restauración. Esta inauguración brindará la posibilidad de acceder a la totalidad del edificio, actual sede de la Fundación España Duero, algo que no había sucedido antes en sus 125 años de historia. Por tanto, si tenéis previsto realizar una escapada a León os aconsejamos que visitéis en persona esta maravilla arquitectónica con sello de Antonio Gaudí.

Historia de la Casa Botines

El célebre arquitecto catalán se hallaba terminando la Casa Episcopal de Astorga cuando Eusebi Güell, su mecenas y amigo, le recomendó a dos empresarios textiles leoneses que buscaban a alguien que construyese la sede de su empresa, un edificio de viviendas y almacén, en el centro de León.

Gaudí diseñó un palacio de inspiración medieval al que añadió numerosas características del estilo neogótico. La Casa Botines fue dotada de cuatro pisos, un sótano y un ático. Colocó las viviendas de los propietarios en el primer piso y el resto se destinaría al alquiler. Asimismo, reservó la planta baja para las oficinas y los sótanos se utilizarían como centro de almacenamiento de mercancías de la empresa textil que alojaba.

Gaudí quiso dejar su impronta personal añadiendo en las esquinas cuatro torres cilíndricas rematadas con pináculos, la estatua San Jorge y el dragón, y un foso protegido por una reja de hierro forjado.

Las obras empezaron en el año 1892 después de superar una serie de litigios con el ayuntamiento de León y la Casa Botines se terminó en menos de un año para asombro de todos. La rapidez con la que se acabó el edificio traería polémica pues se extendió el rumor de que no estaba bien construido y terminaría derrumbándose.

Este bulo indignó a Gaudí pues era un arquitecto de primer orden y su prestigio podría verse dañado. Lo cierto es que para el levantamiento de la Casa Botines empleó técnicas de construcción muy novedosas como cimientos de mampostería hormigonada. Además adaptó el palacio al frío clima leonés usando gruesos muros calizos y maximixó la iluminación interior mediante grandes ventanales neogóticos y tragaluces.

Para poner fin a los rumores anteriormente mencionados, Antonio Gaudí encargó un informe técnico y los ingenieros no encontraron problemas de estructura. Lo que quedó demostrado al haber permanecido en pie durante décadas hasta la actualidad.

La importancia de los detalles

Para la construcción de la Casa Botines, Antonio Gaudí estudió los diferentes monumentos de la ciudad con el fin de que su obra se integrara con ellos. La catedral de León influyó mucho en el arquitecto quien colocó en el exterior sillares de piedra caliza, ventanas trilobuladas y pizarra en el tejado al estilo leonés y dotó al interior de características barcelonesas muy presentes en su obra.

Apertura al público

En el año 1931 la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León adquirió el edificio. Fue declarado Monumento Histórico en 1969, y en 1994 hubo una nueva restauración. La planta baja del edificio se suele usar como sede de exposiciones. Ahora abre tres plantas en las que expondrá parte de las 5.000 piezas que posee, entre ellas pinturas de Casas, Sorolla, Madrazo o Tàpies. En una fase posterior inaugurará el resto con la recreación de la tienda de telas y de alguna de las viviendas. Con ello esperan obtener ingresos que les permitan ser autosuficientes. Además, será un nuevo punto turístico para visitar en León.

Curiosidades de la Casa Botines

Símbolo de León

Sobre la puerta de la fachada principal, Gaudí colocó un león de forja, símbolo de la ciudad, y encima de éste una escultura en piedra de San Jorge y el dragón como homenaje a su Cataluña natal.

Estatua de San Jorge

En la fachada de la Casa Botines encontramos una estatua de San Jorge, el patrón de Cataluña y Aragón. La estatua también recibió críticas en León, ya que rompía con la iconografía tradicional del San Jorge. El molde de este San Jorge se realizó directamente sobre el escultor Lorenzo Matamala Pinyol y el dragón era muy similar a uno que ya habían utilizado en la Sagrada Familia.

Durante unos trabajos de restauración en 1950, los trabajadores descubrieron un tubo de plomo dentro de la escultura, en cuyo interior se encontraban los planos originales del edificio firmados por Gaudí, el contrato de la propiedad, monedas, el acta de finalización de las obras y recortes de prensa de la época.

Estatua de Antonio Gaudí

Justo enfrente de la Casa de Botines se puede contemplar el edificio sentado junto a su arquitecto. Se trata de una escultura de bronce realizada por José Luis Fernández, que muestra a Gaudí pensativo y sentado escribiendo unas notas. Durante la visita a la Casa Botines de León sentarse en este banco y tomarse una foto con Gaudí es algo que todo turista debe hacer.


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