Ciudad de los 333 Santos

Tombuctú

La Ciudad de los 333 Santos es una de las denominaciones que recibe Tombuctú. También se la conoce como «la Perla del Desierto» y, como sabrás, se halla en la parte central de Mali, el octavo país más extenso de África. Por tanto, está ubicado en la zona occidental del continente y, linda, entre otros, con Mauritania, Senegal, Argelia, Costa de Marfil o Níger.

Justamente, el caudaloso río de este nombre pasa a unos siete kilómetros de Tombuctú dándole el agua que necesita. Es una localidad que tiene una situación privilegiada, lo cual la convirtió en lugar de paso de la ruta comercial transahariana y le dio gran prosperidad. A continuación, vamos a explicarte todo lo que necesitas saber acerca de la Ciudad de los 333 Santos.

Un poco de historia de Tombuctú

Calle en Tombuctú

Una calle de Tombuctú

La localidad ya era conocida en tiempos de Herodoto, quien la cita en alguno de sus escritos. Como te decíamos, debía su fama a la ruta comercial que recorría todo el África Occidental llevando mercancías de un lugar a otro y que vivió su apogeo entre los siglos VIII y XVI.

Por su parte, la Ciudad de los 333 Santos comenzó su progreso en el XIV, cuando fue anexionada al Imperio de Mali por el rey Musa I. Su vitalidad y pujanza se intensificó aún más cien años después, al ser conquistada por el Imperio Songhay. A partir de entonces se convirtió en famosa por sus bibliotecas y archivos. Pero también se hizo esencial para el islam debido a la importancia de su Universidad de Sankore, que se considera una de las primeras del mundo.

Ya en 1988 la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad muchas de sus mezquitas y se convirtió en polo de atracción turística. Desgraciadamente, esto ha dejado de ser así a causa del terrorismo yihadista. Pero no es el único peligro grave al que se enfrenta Tombuctú. Debido a que se halla al pie del desierto del Sáhara, las arenas están invadiendo la ciudad.

De hecho, los expertos creen que incluso podría desaparecer bajo estas en torno al año 2100. En todo caso, Tombuctú es hoy una ciudad próspera de mercados y otros espacios públicos en los que hallan encuentro las legendarias poblaciones nómadas bereberes.

¿Por qué es la Ciudad de los 333 Santos?

Aeropuerto de Tombuctú

Aeropuerto de la Ciudad de los 333 Santos

Para explicarte el origen de esta denominación, debemos volver a la historia de Tombuctú. El influjo religioso provocó que, ya en torno a los siglos del Medievo, se prohibiese entrar a la ciudad a los extranjeros no musulmanes. Como comprenderá, esto contribuyó a aumentar el halo de misterio que la rodeó hasta la llegada de los franceses en el XIX.

Pero, respecto a esto, no nos resistimos a contarte una anécdota curiosa. Muchos antes que aquellos, visitó Tombuctú alguien más cercano a nosotros, Te hablamos del legendario León el Africano, quien pasó por ella en el siglo XVI en misión diplomática. Por si no te suena este personaje, vamos a hablarte de él.

Nació en Granada en 1488 y fue uno de los principales embajadores de su tiempo. Tras verse obligada a salir de España, su familia se instaló en la marroquí ciudad de Fez. Recibió una esmerada educación y, ya adulto, sirvió para el sultán de esta zona recorriendo buena parte de África. Pero también viajó a La Meca o a Egipto.

En uno de sus viajes, fue capturado por su compatriota Pedro Cabrera y Bobadilla, hijo del marqués de Chinchón. Este, al ver que se trataba de alguien importante, lo puso a disposición del papa León X. En Roma se convirtió al cristianismo, pero, sobre todo, escribió una monumental Descripción de África y de las cosas notables que allí hay. Sin embargo, nos estamos desviando de nuestro tema: el origen de la denominación de Ciudad de los 333 Santos.

En la época de máximo esplendor de Tombuctú, hubo en la localidad buen número de próceres que contribuyeron a su enriquecimiento religioso. Por esa razón, a su muerte se les convirtió en santos protectores de la población y se depositaron sus cuerpos en distintos monumentos de la localidad. De ahí el nombre.

Pero, ya que de este hablamos, también queremos explicarte por qué se llama Tombuctú. No está claro y hay varias teorías al respecto. La más aceptada comúnmente dice que es la unión de tin, que significa lugar, y de Buktu. Este último era el nombre de una anciana maliense que vivía en la zona. Al pasar por ella, los tuaregs le cedían pertenencias que ya no iban a necesitar.

Por eso, si alguien les preguntaba dónde las habían dejado, respondían que en Tin Buktu, es decir en el lugar de Buktu. Otra tesis dice lo mismo, pero convierte a la anciana en un esclavo del mismo nombre. Sin embargo, más importante que esto es que te hablemos de las maravillas de la Ciudad de los 333 Santos.

Qué ver en Tombuctú

Patio de Sankore

Patio en la Universidad de Sankore

Actualmente, esta ciudad cuenta con una población de, aproximadamente, cincuenta y cinco mil habitantes. Pero, si la visitas, lo primero que te sorprenderá es que prácticamente toda está construida con adobe y barro. Esto incluye su espectacular muralla de cinco kilómetros. Era lo razonable dado que se trataba de los materiales más comunes en la zona.

Pero hay algo más grave respecto al patrimonio monumental de Tombuctú. En el contexto de la Guerra de Mali, la ciudad cayó en manos de un grupo terrorista que destruyó muchos de sus monumentos por considerarlos impíos. Las más grandes instituciones culturales del mundo pidieron que se respetasen las maravillas de la localidad, pero todo fue inútil.

No obstante, se han conservado varios de sus monumentos. Vamos a hablarte de algunos de los más destacados.

Las mezquitas de la Ciudad de los 333 Santos

Mezquita de Djinguereber

Mezquita de Djingareyber, una de las más importantes de la Ciudad de los 333 Santos

En su época de máximo esplendor, Tombuctú llegó a contar con ciento ochenta mezquitas a cuál más espectacular. Muchas ya no existen. Pero, entre las que quedan, la más destacada es la de Djingareyber. Fue construida en el siglo XIV (año 1327) por otro granadino ilustre, aunque menos que el Africano. Se trata del arquitecto Ishaq Es Saheli.

Es la única de la ciudad abierta a los no musulmanes y tiene unas dimensiones espectaculares. Para que te hagas una idea, posee tres tribunas interiores, más de veinte pilares alineados y dos minaretes, pero, sobre todo, cuenta con un espacio para la oración con capacidad para dos mil personas. También es una de las tres madrazas o centros de estudio de la Universidad de Sankore y ostenta el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad.

Precisamente, la mezquita de Sankore es otra de las que debes ver en la Ciudad de los 333 Santos. En su caso, fue edificada en torno al año 1300, aunque se reconstruyó en el siglo XVI. Entonces se hizo de tal forma que su patio tuviera las mismas medidas que la Kaaba o Casa de Dios de La Meca. Asimismo, en ella destaca su singular torre de la que sobresalen estacas de madera conocidas como torones. La finalidad de estos no podía ser más sencilla. Servían como peldaños para acceder a la cima y, así, poder restaurarla cuando se iba desgastando el adobe.

Por su parte, la tercera gran mezquita de Tombuctú es la de Sidi Yahya, que debe su nombre al primer imán que la dirigió y que está enterrado en ella. Se le considera, justamente, uno de los santos a que antes nos referíamos. En su caso, la mezquita se edificó a principios del siglo XV y tardó cuarenta años en terminarse.

Las bibliotecas de Tombuctú

CEDRHAB de Tombuctú

El Centro de Documentación Ahmed Baba

El otro gran atractivo monumental de la Ciudad de los 333 Santos es el que conforman sus distintas bibliotecas. Entre ellas, se conservan solamente algunas como la Andalusí o el Centro de Documentación Ahmed Baba. Este último fue un gran intelectual sahariano que vivió a caballo entre los siglos XVI y XVII y que nos ha legado más de cuarenta libros.

Pero más importante es, justamente, que te hablemos de los manuscritos de Tombuctú que se albergan en estas bibliotecas. Muchos de ellos se conservan porque fueron sacados de la ciudad a la llegada del temible grupo yihadista Ansar Dine para llevarlos a Bamako. Afortunadamente, pudieron salvarse de la destrucción que estos provocaron.

Se trata de miles de documentos fechados entre los siglos XI y XVI que guardan la sabiduría que había en la Ciudad de los 333 Santos en tiempos medievales. Por eso, tratan los más diversos temas. Los hay que versan sobre el movimiento de los planetas, sobre cómo debe ser la educación de los niños e incluso acerca de ciertas enfermedades y sus terapias. Pero también algunos se ocupan de temas políticos, de cálculos matemáticos e incluso narran viajes hasta China.

No hace falta que te expliquemos la importancia capital de estos manuscritos para la historia del saber. Por cierto, en los últimos años ha comenzado un proceso para digitalizarlos y, así, que nunca más corran peligro. Se ocupa de ello la Asociación Savama, que también se encargó de salvaguardarlos cuando salieron de Tombuctú.

En conclusión, te hemos mostrado lo que puedes visitar en la Ciudad de los 333 Santos. Como te hemos dicho, quedan pocos monumentos en esta milenaria localidad de adobe y barro por la devastación de los extremistas que la ocuparon en 2012. Pero Tombuctú aún sigue conservando el encanto y el misterio que siempre ha tenido para el occidental. Anímate a conocerla.


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