Con la llegada del calor y las vacaciones, es importante saber cuáles son las ciudades más frescas de España en verano. Sobre todo, si vives en zonas donde los termómetros se desbocan en estas fechas, querrás encontrar destinos en los que puedas disfrutar de temperaturas más agradables.
Como podrás imaginar, estas localidades se hallan casi todas en el norte de España. Es un área donde predomina el clima Atlántico, caracterizado por inviernos suaves y veranos, justamente, frescos. Asimismo, las precipitaciones se reparten a lo largo de todo el año, lo cual origina su vegetación exuberante y sus paisajes verdes. De acuerdo con todo esto, vamos a mostrarte cuáles son las ciudades más frescas de España en verano.
San Sebastián
Plaza de la Constitución en San Sebastián, una de las ciudades más frescas de España en verano
Comenzamos nuestro recorrido por todo un clásico entre las ciudades de veraneo. En efecto, San Sebastián ha sido, desde hace más de cien años, lugar de asueto de la aristocracia e incluso de la realeza. Pero, sobre todo, su ubicación al borde del mar Cantábrico hace que la ciudad raramente supere los veinticinco grados centígrados a lo largo del verano. Solo el viento ocasional del sur propicia temperaturas más elevadas. Además, si bien se trata de una de las localidades más lluviosas de España, en verano las precipitaciones se reducen.
No obstante, si eliges San Sebastián como tu lugar de vacaciones, podrás disfrutar de maravillosas playas como las de la Concha, Ondarreta o La Zurriola. Pero también de montañas como el Igueldo, en el que tienes un veterano parque de atracciones y al que puedes subir a bordo de un funicular.
También debes visitar en la ciudad vasca su casco viejo, conformado por calles estrechas ubicadas bajo la protección del monte Urgull. Allí encontrarás muchos bares y restaurantes donde saborear los deliciosos pintxos. Pero, muy cerca, también verás monumentos como la catedral del Buen Pastor, construida en el siglo XIX siguiendo los cánones del estilo neogótico.
Esta última se encuentra en el llamado centro romántico de la ciudad, que también es muy bonito y que coincide con el ensanche llevado a cabo a finales del siglo XIX. En él debes fijarte, igualmente, en los edificios de la Diputación Foral y de Correos, el Ayuntamiento y el centro cultural Koldo Michelena. Asimismo, junto a la desembocadura del río Urumea tienes el precioso teatro Victoria Eugenia, obra del arquitecto Francisco Urcola e inaugurado en 1912; el imponente Hotel María Cristina, del mismo año, y el puente de idéntico nombre, inaugurado en 1905 y debido a Antonio Palacios.
Santander, otra de las ciudades más frescas de España en verano
Palacio de la Magdalena en Santander
La capital de Cantabria es también un clásico del verano en España. Desde hace muchas décadas ha sido otro de los lugares elegidos por la alta burguesía y la nobleza para disfrutar del estío. En buena medida, esto se ha debido a su magnífico clima, que, gracias a la influencia del mar, raramente supera los veinticuatro grados de temperatura en verano.
Por si ello fuera poco, también te ofrece maravillosas playas como las del Sardinero, que, sin duda son las más populares. Y, junto a estas, las de la Magdalena, el Camello, Mataleñas o los Molinucos. Además, Santander es una ciudad llena de encanto y monumentos.
Entre estos, tienes que visitar la catedral de la Asunción de Nuestra Señora, que responde, principalmente, al estilo gótico. No obstante, la cripta denominada parroquia del Cristo es románica. También debes ver edificios como el Ayuntamiento o los que enmarcan el precioso paseo de Pereda. Asimismo, en la zona del Sardinero tienes varios palacetes y el magnífico Gran Casino, inaugurado en 1916.
Sin embargo, el gran símbolo de la ciudad es el palacio de la Magdalena, ubicado en la península homónima, frente a la isla de Mouro. Se edificó entre 1909 y 1911 como lugar de residencia veraniega para la familia real española y se debe a los arquitectos Gonzalo Bringas y Javier González de Riancho. Responde a un estilo ecléctico con influencia inglesa.
En fin, Santander tiene otros muchos monumentos interesantes que también deberías conocer. Por ejemplo, el Hotel Real; las iglesias de Santa Lucía, San Francisco y Nuestra Señora de la Consolación; el Centro Botín o la antigua biblioteca particular de Menéndez Pelayo, actual Museo de Arte Moderno y Contemporáneo.
Oviedo, Asturias como garantía de fresco en verano
Fachada de la catedral de Oviedo
Otra de las ciudades más frescas de España en verano es Oviedo, aunque en este caso no favorecida por la brisa del Cantábrico. Como sabrás, se halla en el interior de la provincia, a unos veinticinco kilómetros de la costa que baña Gijón, otra localidad en la que las temperaturas también son muy agradables. De hecho, podrías elegir cualquiera de estas dos ciudades para disfrutar de unas vacaciones frescas.
En todo caso, Oviedo te ofrece una magnífica gastronomía, algo común, igualmente, al resto de Asturias y buenos alojamientos. Pero, sobre todo, cuenta con un excelente patrimonio monumental que debes conocer. Sobresale en él la catedral de San Salvador, de estilo gótico, aunque con algunas capillas barrocas. Además, dentro de ella está la Cámara Santa, datada en torno al siglo IX, bajo el reinado de Alfonso III el Magno. Guarda joyas que son los grandes símbolos de Asturias como la Cruz de los Ángeles, la de la Victoria y el Cofre de las Ágatas.
También tienes que conocer otras construcciones religiosas de la ciudad como las iglesias de San Isidoro y San Juan el Real o los monasterios de San Vicente y las Pelayas. E, igualmente, debes visitar construcciones civiles como los palacios barrocos de Toreno, Valdecarzana-Heredia y Camposagrado; la Casa de la Rúa, que data del siglo XVI; el Ayuntamiento; la Universidad; el teatro Campoamor y el Antiguo Hospicio, actual Hotel de la Reconquista.
Pero el gran símbolo de Oviedo es su arte prerrománico. Recibe este nombre el desarrollado en Asturias entre los siglos VI y X y precursor del románico. A él pertenecen construcciones como la iglesia de San Julián de los Prados, la fuente de Foncalada y el conjunto del Naranco.
Conforman este último las dos edificaciones situadas en esa montaña de la ciudad. Se trata de la iglesia de San Miguel de Lillo y, a su lado, el palacio de Santa María del Naranco, ambos de finales del siglo IX. En cambio, la de San Tirso, aunque fechada en la misma época, tan solo conserva de su forma original el muro testero de la cabecera.
La Coruña, también Galicia ofrece algunas de las ciudades más frescas de España en verano
La playa coruñesa de Riazor
Igualmente, la localidad gallega se encuentra entre las ciudades más frescas de España en verano. Sus temperaturas en los meses estivales oscilan entre los dieciocho y los veintidós grados, superando pocas veces esta última. Si, además, tienes en cuenta que tanto julio como agosto ofrecen más de doscientas horas de sol, tienes un clima perfecto para disfrutar de sus preciosas playas.
Entre ellas, destacan las urbanos de Riazor, Orzán y el Matadero. Pero también puedes elegir las de Bens, Oza, San Amaro o Las Lapas. Precisamente, esta última se halla a los pies del gran símbolo de la ciudad. Te hablamos de la Torre de Hércules, que en su tiempo marcaba el fin del mundo conocido (por eso «Finisterre»). De construcción romana, data, al menos, del siglo II y es el faro en activo más antiguo del planeta.
Pero también te ofrece La Coruña un precioso casco antiguo formado por calles estrechas y casonas señoriales. Más típicas aún son las galerías o conjunto de edificios dotados de este tipo de balcones cerrados. Entre ellos, destacan especialmente los de la Avenida de la Marina.
También te aconsejamos que te acerques a la plaza de María Pita, donde se encuentra el precioso Ayuntamiento de estilo modernista. A este mismo responden otras construcciones de la ciudad como La Terraza, el Palacio de Justicia, el instituto Eusebio da Guarda o el Banco Pastor.
Por su parte, el castillo de San Antón data del siglo XVI y se construyó como baluarte defensivo contra ataques desde el mar. En cuanto al patrimonio religioso de la ciudad, destaca la colegiata de Santa María, un edificio románico del siglo XIII. Y, junto a ella, la iglesia de Santiago responde al mismo estilo. En cambio, la de San Jorge es una joya barroca y la de San Nicolás es neoclásica, tras su reedificación del XVIII.
Teruel
Torre mudéjar de El Salvador
Teruel es famosa por su frío extremo en invierno. Pero, justamente, su climatología la convierte en una de las ciudades más frescas de España en verano. La temperatura media en los meses de julio y agosto marca unos agradables veintidós grados centígrados, mientras que en junio baja hasta los diecinueve y en septiembre hasta los diecisiete.
Además, Teruel destaca por sus edificios mudéjares que forman parte del conjunto de Arquitectura Mudéjar de Aragón, declarado Patrimonio de la Humanidad. Entre ellos, destacan las torres de las iglesias de San Martín, El Salvador y San Pedro, así como la de la catedral de Santa María de Mediavilla, junto a su techumbre.
Incluso tiene la ciudad otras construcciones del siglo XIX y principios del XX que responden a un estilo historicista en su vertiente neomudéjar. Es el caso de la plaza de toros o la casa de tejidos El Torico. Precisamente, la plaza de este mismo nombre, con su fuente y la estatua de un pequeño toro, es el centro neurálgico de la ciudad.
En cambio, son renacentistas el acueducto de los Arcos y el palacio de las Comunidades de Teruel. Este último responde a la variante de esa época conocida como estilo aragonés y, actualmente, ejerce como sede del Museo Provincial.
En conclusión, te hemos mostrado algunas de las ciudades más frescas de España en verano para que disfrutes de unas vacaciones sin calor. No obstante, podríamos haber incluido otras como Lugo o Huesca y, sobre todo, localidades como Reinosa o Molina de Aragón que se hallan entre las más frías de nuestro país. Anímate a conocer estas poblaciones y libérate del agobio de la canícula.