Cómo montar un coworking rural en una aldea abandonada

Cómo montar un coworking rural

En España, las zonas rurales sufren graves problemas de despoblación. La emigración a entornos más urbanos y el envejecimiento poblacional han dejado a algunos pueblos y aldeas totalmente abandonados, al borde de la desaparición. Sin embargo, frente a esta perspectiva tan pesimista surgen iniciativas innovadoras que buscan devolver la vida a esos pueblos y que se han visto fortalecidas por una tendencia, cada vez mayor, de personas que buscan espacios más limpios y tranquilos para escapar de la contaminación y el ritmo acelerado de las ciudades.

El coworking es una opción interesante para crear oportunidades laborales en aldeas abandonadas, es una iniciativa que va más allá del turismo y que resultaría muy útil para fijar población, reactivar la economía de los pueblos, darlos a conocer, abrirlos a nuevas oportunidades y ayudar a su repoblación. Pero antes de contaros cómo montar un coworking rural, establezcamos qué es y cómo funciona exactamente el coworking.

¿Qué es y cómo funciona el coworking?

Espacio coworking

El coworking es una manera de trabajar que permite a profesionales independientes compartir y desarrollarse en un mismo espacio de trabajo. De esta forma, aunque cada uno trabaje en proyectos diferentes, pues ni siquiera tienen por qué pertenecer a una misma empresa, se propicia la colaboración entre personas con distintas aptitudes y de distintos sectores y se fomenta la creación de proyectos conjuntos. Pero… ¿En qué se diferencia un espacio coworking de una oficina compartida o de un tradicional centro de negocios? En torno a esta filosofía de trabajo, se crea una comunidad de coworkers. Esta comunidad, normalmente, está gestionada por un community builder, persona encargada de conocer el perfil profesional de cada coworker y que los conecta entre ellos para alimentar, así, el espíritu de estos espacios.

¿Cómo funciona el coworking? En sí, el funcionamiento es sencillo, pues no se necesita demasiada infraestructura para montarlos. Los ingredientes básicos serían: una buena conexión a internet, un conjunto de normas fijadas para la convivencia y un espacio disponible para abrirlo a otros. Así, cualquier persona puede llegar con su portátil y unirse a la comunidad. De hecho, muchas de estas iniciativas, surgen en oficinas ya existentes en las que sobra espacio y cuyo propietario decide abrirla a otros profesionales y, por supuesto, a sus ideas.

¿Qué es el coworking rural?

Una de las ventajas de los espacios coworking es la flexibilidad que permiten en cuanto a su ubicación. Los coworkers trabajan y se conectan con sus empresas, si es que no son freelance, de forma remota, por lo que no tienen por qué trabajar en un lugar concreto. Montar un coworking en una aldea abandonada se ha convertido en una idea no solo posible, sino viable ¿Por qué podrían ser los pueblos abandonados emplazamientos ideales para la fundación de un coworking?

Espacios de calidad disponibles

Cómo montar un coworking rural

Si hay algo que sobra en las aldeas abandonadas es el espacio. Contar con un lugar adecuado para fundar una comunidad coworking no supondría, en principio, ningún problema. Además, hay que destacar la calidad de esos espacios. Los entornos rurales cuentan con características que difícilmente pueden encontrarse en emplazamientos más urbanos. 

En primer lugar, el precio del suelo y la vivienda es infinitamente menor, por lo que a la hora de crear un nuevo coworking la inversión inicial no tendría que ser muy alta. Por otra parte, la naturaleza propia de entornos rurales resultaría tremendamente atractiva para profesionales que buscan trabajar en un ambiente tranquilo y menos ruidoso. El silencio no es, sin embargo, la única ventaja. Participar en un coworking rural permitiría a los coworkers disfrutar de espacios compartidos verdes y limpios en sus ratos libres. Este ambiente, idóneo para desconectar, ayudaría a incrementar la productividad de los trabajadores y a forjar lazos entre ellos, lo que constituye uno de los principales objetivos del coworking.

Una doble fuente de valor

Cafetería

El coworking rural no solo beneficiaría a sus fundadores y a los coworkers que participan en él. Los pueblos necesitan urgentemente nuevas iniciativas que los salven de la desaparición. El coworking es una nueva forma de atraer a población fija y revitalizar las aldeas vacías.

Si bien es cierto que, en principio, los coworkers que acuden a estos espacios lo hacen temporalmente, las comunidades mutan, crecen y se nutren de nuevos trabajadores. Así, en torno a estas oficinas tan particulares surgen necesidades. Restaurantes, gimnasios, oficinas turísticas, organizadores de rutas de senderismo, tiendas, supermercados…Una gran variedad de negocios tendrían cabida a la hora de ofrecer servicios a estas comunidades. Estos negocios sí que contarían con una plantilla de personas que se trasladarían y que permanecerían en el pueblo. Por tanto, no debemos pensar en esta incitativa como si fuese únicamente una fuente de empleo para aquellos que se implican directamente en el coworking, sino como una fuente de valor para toda la aldea.

El coworking da solución a uno de los principales problemas que plantea el turismo rural, la temporalidad. Creando estructuras y redes de comercio que son necesarias y rentables durante todo el año. Recordemos que los coworkings no son oficinas que se alquilan a empresas, tampoco son alojamientos turísticos que se destinen a organizar experiencias de convivencia empresarial, son espacios destinados a la colaboración y a mejorar la productividad y que permanecen activos todo el año.

¿Cómo montar tu propio coworking en una aldea abandonada?

Si te gustaría vivir en un pueblo pequeñito o te preguntas cómo repoblarlo, si la idea de un coworking rural te parece una opción interesante, presta atención al siguiente resumen de los pasos que deberás seguir para montar tu propio coworking rural en una aldea abandonada.

Busca un espacio

Cómo montar un coworking rural

Ya hemos insistido en la importancia del espacio y hemos destacado que para que un coworking funcione es vital contar con un espacio adecuado. Por suerte, hay características inherentes al medio rural que supondrán un importante valor añadido para vuestros espacios. La abundante luz natural, la amplitud de espacios, la tranquilidad necesaria para el trabajo: estos son elementos valorados positivamente en un coworking y el entorno rural puede ofrecerlos.

Si tu idea de montar un coworking surge de la voluntad de ayudar a la repoblación de un pueblo en el que ya posees propiedades, ya has adelantado un pasito. En cambio, si la idea surge porque buscas salidas profesionales lejos de las ciudades, debes saber que hay propiedades e incluso aldeas al completo que están a la venta y que puedes adquirir, a través de internet, para arrancar tu proyecto.

Estudia tu espacio

Cuando compras terreno para emplazar tu coworking, normalmente, analizas ese espacio antes de adquirirlo. Antes de comprar, te aseguras de que las condiciones son las adecuadas para llevar tu idea a buen puerto. Pero si ya cuentas con un espacio desde el principio, es importante que lo estudies para ser consciente de cuáles son sus fortalezas y sus debilidades. Debes plantearte qué puede aportar ese espacio a quienes formen parte de él y reconocer qué problemas presenta y cuáles de estos problemas son solucionables. Este análisis también te ayudará a determinar cuál será tu público objetivo. Una vez lo tengas claro, te será muchísimo más fácil adaptar tu espacio a sus necesidades.

Aunque hay muchas ventajas a la hora de montar estos lugares de trabajo en una aldea o pueblo, no todo es de color de rosas. La accesibilidad es un requerimiento importante para que un coworking funcione y no todos los pueblos cuentan con una red de transportes cómoda y eficiente. La conectividad a internet es otro punto importante y, aunque la red es algo cada vez más global, aún siguen existiendo lugares en los que la conexión y la cobertura son lentas o inestables. Por último, las condiciones medioambientales también pueden dificultar el funcionamiento del proyecto. Si la aldea o pueblo en cuestión está en una zona demasiado remota o con condiciones meteorológicas extremas, deberás tenerlo en cuenta a la hora de acondicionar correctamente los espacios y asegurar el abastecimiento.

Piensa en tu propuesta de valor

Cuando ofreces tu coworking no estás alquilando mesas en una oficina para compartir gastos, ofreces un espacio en el que fomentarás la creación de redes, ideas y proyectos comunes. Por tanto, no basta con habilitar un local y anunciarlo en una página web.  Si lo que pretendes es iniciarte en esta filosofía de trabajo, tienes que dar algo más. Es importante definir qué hace de tu coworking rural una propuesta atractiva y cómo, desde sus instalaciones, propiciarás la colaboración y la aparición de nuevas oportunidades.

Así, antes de arrancar, deberías establecer claramente qué hace especial tu propuesta, por qué tu coworking rural puede beneficiar a tus futuros coworkers y cómo nutriría sus proyectos independientes (pues no solo se busca crear proyectos comunes).

Crea una estrategia de comunicación

Estrategia de comunicación

Sin embargo, no basta con tener claro cuál es el fuerte de tu coworking. Es importante que tus stakeholders conozcan tu proyecto. «Lo que no se comunica, no existe» y eso es algo que tienes que aplicar en tu coworking rural. De nada sirve contar con las mejores instalaciones, con el mejor espacio o con las mejores ideas si no eres capaz de contar a otros cuál es el espíritu de tu propuesta.

Así, las redes sociales se convertirán en tu mayor aliado para publicitar y dar a conocer tu coworking. No obstante, tu estrategia de comunicación no debería limitarse a la publicidad o a la presencia esporádica en redes. Debes crear una marca que promocionar, con su imagen y su identidad. Tienes que estar presente de manera constante en las redes sociales y crear una web atractiva que se posicione en los motores de búsqueda. Los contenidos que difundas en tus perfiles, deben ser contenidos de valor. Tienes que ofrecer algo más que anuncios si quieres que se interesen por tu coworking. Divulgar sobre la filosofía de los coworkings rurales, sobre cómo es la vida en una aldea o compartir cómo funciona tu espacio cotidianamente, son buenas ideas para acercar tu proyecto al público.

¿Qué trámites legales debo realizar?

Un coworking rural es un negocio y, por tanto, para montarlo necesitas establecer un plan de negocios y contar con algunas licencias. El plan de negocios establece si tu proyecto es viable o no y si cuentas con la financiación propia suficiente para ponerlo en marcha. En cuanto a las licencias, probablemente es uno de los temas que más quebraderos de cabeza te produce. En realidad, no existe una licencia específica para este tipo de espacios, dependerá fundamentalmente del tipo de actividades que vayan a realizarse en él. Ten en cuenta que los trámites son importantes y que tendrás que dedicarles parte de tu inversión y de tu tiempo para estar seguro de que tu negocio cumple con todos los requisitos legales.


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