Los turbantes llevan mucho tiempo en la cabeza del ser humano, hombre o mujer y de distintas culturas. ¿Pero qué sabemos sobre ellos?
Y también, ¿sabemos cómo ponerse un turbante en la cabeza? Veamos.
Historia del turbante
Primero lo primero, ¿qué es un turbante? Es un pedazo de tela largo que se utiliza para envolver la cabeza. El estilo de la envoltura puede variar y es una pieza de moda muy popular en Medio Oriente y en el subcontinente indio desde siempre y hasta nuestros días, inclusive.
La palabra turbante nos llega del persa, pero en otras culturas se llama de otra manera. De hecho, el pueblo Sikh, oriundo de India, lo conoce como dastar, mientras los indios en geenral lo llaman pagri, pag o safa.
En su gran mayoría los turbantes están confeccionados de algodón fuerte, fácil de lavar y económico. Estas tres cualidades son importantes porque el turbante se usa gran parte del día, así que su uso es intensivo de verdad.
Por supuesto que hay turbantes para la clase alta y los religiosos que están confeccionados en otras telas más nobles como la seda, incluso teñidos de colores vibrantes y hasta bordados con hilos de oro y lo que se te ocurra. Ahora bien, un turbante puede ser atado de varias maneras. Dependerá a veces de si su dueño es mujer u hombre, la categoría social y la cultura a la que pertenezca.
La verdad es que hacer historiografía del turbante cuesta un poco pero se puede decir, merced a la evidencia encontrada al día de hoy, que los antiguos pueblos de la Mesopotamia e India usaban turbantes hace cientes de años. Parece que primeramente eran usados por líderes espirituales y miembros de la realeza.
Concentrándonos solo en India, y sabiendo que la sociedad está divida aún hoy, aunque no legalmente, en castas, el turbante venía a evidenciar a qué casta se pertenecía. Estudiando antiguas tallas en piedra se han visto procesiones de hombres comerciantes, artesanos y mercaderes con distintos turbantes.
¿Cuándo llega el turbante a Europa? Alredeodr de los siglos XV y XVI, cuando fue adoptado por las mujeres como elemento de moda. Seguro tienes presente el cuadro del pintor holandés Johannes Vermeer, La chica con el arete de perla, de 1665, es una pintura al óleo de una muchacha con turbante, inspirado en las tradiciones turcas en voga para la época.
Otra «ola de contagio» se dio de la mano de la Compañía Británica de las Indias Orientales, que incluyó inmigrantes Sikh como sirvientes. Fue durante los siglos XVIII y XIX que el turbante se volvió más popular. Usado de distintas maneras fue muy estiloso, especialmente entre las mujeres.
En la época de la Regencia, por ejemplo, con clara inspiración india, el turbante se volvió símbolo de dinero y clase. Por otro lado, los musulmanes también supieron usar turbantes, pero a poco de comenzar el siglo XIX ya no obligatorio. También algunos indios americanos utilizaron en algún momento turbantes, y los hombres euopeos también lo llevaron en el siglo XIV, así que como vemos es una prenda universal.
¿Qué pasó con el turbante en el siglo XX? Revivió como accesorio de moda. Diseñadores como Paul Poiret, el sultán de la moda, fue el encargado de revivirlo en los años ’10 del siglo pasado. Era asiduo visitante de la colección de turbantes exhibidas en el Museo Victoria&Albert, y de allí su inspiración.
Aquellos años también fueron los años del invento del automóvil, así que el turbante se volvió muy útil para las mujeres para mantener sus largas cabelleras bajo control. Por entonces los turbantes eran de seda o terciopelo y estaban decorados con plumas o broches. Incluso durante la Primera Guerra Mundial continuaron a la moda. Uno podría pensar que un elemento así no sobreviviría el tiempo brutal de la guerra, pero justamente por el racionamiento en elementos de higiene es que se volvió funcional.
Después de la guerra llegó por fin a Hollywood de la mano de Gloria Swanson o Greta Garbo, Cayó un poco en el olvido hasta que en los años ’50 Christian Dior lo revivió y así hay muchas fotos de Marlene Dietrich con ellos.
Onviamente, la moda fue cambiando y los turbantes se fueron adaptando a ella, más o menos apareciendo y deapareciendo. Los años ’70 lo vieron brillar de nuevo, más hippie, o más elegante d ela mano de la Reina Isael II o Joan Collins.
Podemos decir que en los años ’80 y ’90 el turbante desapareció. Prada lo puso sobre el tapete en su colección de 2007, y en 2010 en Sexo en la Ciudad la vimos a Sarah Jessica Parker usando uno de seda de Ralph Lauren.
Posteriormente, podemos decir que el turbante se quedó en las vacaciones. De algodón, de seda o de toalla, para ver turbantes más elegantes hay que ir a las colecciones de alta moda. Universal, no excento de alguna controversia, lo cierto es que el noble turbante ha sabido ser un elemento del vestuario de las personas por siglos. Hoy puede ser un objeto de moda, pero no hay que olvidar el simbolismo religioso que aún hoy tiene para muchas culturas y religiones.
Cómo se usa un turbante
Para estar más cómodo y tener más tela para plegar, acomodar y sujetar, es mejor tener una turbante grande. Después, hay varias maneras de ajustar un turbante. La primera es sencilla: puedes colocar la parte ancha en la parte posterior de la cabeza, envolver la frente tapando las orejas y cruzar las puntas sobre la frente haciendo un nudo. Los laterales los escondes bajo la tela y listo, te queda ajustado y prolijo.
Ahora bien, otra técnica es no esconder los nudos. Colocas la tela de manera tal de cubrir la cabeza y parte de la frente o no, dependerá de tu frente y de cómo te guste más, cruzas en la nuca, haces el nudo y lo escondes allí atrás.
Una tercer manera de usar el turbante tiene más maña. Puedes envolver la cabeza de manera diagonal de lado a lado, dando vueltas, procurando que la tela quede ajustada en toda la cabeza. Las puntas o la punta que te quede haz de esconderla dentro del turbante mismo.
Consejos para usar el turbante
- Primero conviene lavar el pelo, nunca sabes cuando el turbante dejará tu cabeza y lo quieres tener presentable.
- Un buen truco es colocar laca al pelo y al turbante mismo, para que se mantenga en su lugar el mayor tiempo posible. Cualquiera que use o haya usado turbante sabe que la tela suele ser resbaladiza.
- Ten en cuenta que cuanto más larga sea la tela, más grande el turbante.
- El turbante puede cubrir tu frente pero no tus cejas.