En las aguas del océano Atlántico está este grupo de islas, justo entre Islandia y las Islas Shetland: las Islas Feroe, parte del reino de Dinamarca. Son 18 islas volcánicas y hoy te contamos cómo llegar a ellas y qué hacer para disfrutarlas al 100%.
Un destino atípico para nuestro artículo de hoy.
Islas Feroe
Las islas de los corderos, así es su traducción, es un país insular, una nación constituyente del Reino de Dinamarca, para ser más explícitos.
El archipiélago ocupa un área de 1393 kilómetros cuadrados y está habitado por menos de 50 mil personas. De ellas unas 20 mil habitan la ciudad capital, Tórshavn.
Son 18 islas de origen volcánicos pero solo 17 están habitadas. Son muy montañosas, no hay bosques y sí praderas y acantilados. Su clima es frío aunque la Corriente del Golfo hace que no sea tan crudo. Las islas viven de la pesca.
Cómo ir a las Islas Feroe
Puedes llegar hasta aquí en avión o en barco. En este segundo caso deberás tomar el ferry de la empresa Smyril, el MS Norröna que parte desde Hirtshals en el norte de Dinamarca y tambien desde Seyoisfjorour, en Islandia. La frecuencia depende de la estación del año.
El ferry es una nave placentera y hasta puedes ir con coche. Y la empresa hasta ofrece packs completos que incluyen no solo el traslado sino el alquiler de casas turísticas o el alojamiento en hoteles. Si eliges tomar un avión te cuento que hay cuatro aerolíneas que hacen el recorrido: Atlantic Airways, Icelandair, Scandinavian Airlines, también llamada SAS, y Wideroe.
La primera empresa, Atlantic Airways, ofrece vuelos directos a muchos destinos, Dinamarca, Escocia, Islandia, Noruega, por ejemplo, son todos vuelos que no duran más de dos horas. La ruta principal parte de Conpenhagen desde donde hay dos viajes al día, por lo menos. Obvio, la frecuencia también depende de la época del año y a veces hay vuelos a Barcelona o Mallorca.
Desde mayo de este año, 2024, Islandair vuela a las Islas Feroe así que es un destino que se ha vuelto más acceible desde América del Norte. Hay entre cinco y seis vuelos por semana entre mayo y octubre. Por su parte, SAS, vuela directamente desde Copenhgane a las islas, todos los días menos martes y miércoles.
Si estás en Noruega puedes elegir Wideroe, son vuelos directos que conectan muchos destinos europeos. La ruta principal es desde Bergen, al menos dos veces a la semana, lunes y viernes.
Visitar las Islas Feroe
Una vez que estás allí, ¿cómo puedes moverte por las islas? Hay que decir que la infraestructura de transporte aquí es estupenda. Tiene una muy buena red de carreteras, túneles y rutas de montaña.
Puedes alquilar un coche, un taxi o usar el autobús. También hay una red de ferries que funciona entre las islas de manera excelente, con naves pequeñas o grandes. Y también puedes volar entre ellas en helicóptero.
¿Cuánto tiempo es recomendable visitar las Islas Feroe? Una semana para mí sería ideal, pero creo que un viaje de tres días es un tiempo ideal para una primera visita que bien puede ser la única que hagas.
El día 1 empiezas por la capital, Tórshavn, dónde vive el grueso de la población de las islas. Es una de las capitales más pequeñas del mundo con sus 21 mil habitantes. Está justo en el borde del agua y es donde está el puerto de cruceros.
Es una ciudad pequeña, ideal para explorar a pie, con sus casitas de techo de paja y su casco histórico encantador que se mete en la península entre callecitas, callejones y calles más anchas, entre contemporaneas y antiguas.
Puedes conocer restaurantes, probar la cocina local, disfrutar de una sauna. También pasear en bici, visitar el Museo Nacional de Arte, conocer el pequeño bosque que se ha plantado especialmente, , comprar un sweter tradicional de lana…
El día 2 puedes coger el ferry e ir a visitar Suduroy, la isla del sur, la más al sur del grupo y la tercera en cuestión de tamaño. A pesar de su tamaño no es tan visitada por los turistas, será por la distancia, pero la verdad es que vale la pena explorarla y trasladarte las dos horas que implica el ferry desde la capital.
Se trata de una isla montañosa, con acatilados marinos vertiginosamente verticales. La montaña Gluggarnir tiene 610 metros de altitud y es el punto más alto, el tesoro para los senderistas. Los primeros asentamientos humanos datan del siglo XIV y podrás ver las pintorescas aldeas.
El ferry te deja en el puerto de Tvoroyri, el asentamiento más grande de la isla. Si caminas un poco ya encuentras tiendas y cafeterías, el café Mormor, por ejemplo. Puedes después hacer un recorrido en coche y conocer las demás aldeas.
Famjin es pequeña y hermosa y tiene una iglesia antigua en cuyo interior se exhibe la primera bandera de las Islas Feroe de 1919. De allí sigues el viaje rumbo a Hvalba para conocer la casa histórica de 1910, hoy convertida en un hotel.
El día 3: después de pasar el día aquí te bañas, te vistes y sales a cenar por la capital. Al día siguiente puedes ir a la isla de Sandoy, la isla de arena, al sur del archipiélago. Es una isla de suelos fértiles y es la única isla de todas que tiene dunas.
Está tachonada de pequeñas aldeas, lagos mansos y acantilados hermosos. Casi todo el mundo vvie en la aldea de Sandur, con solo 523 habitantes. Si te gustan las aves este es un paraíso. De esta isla puedes saltar en coche rumbo a las islas de Sandoy y de Streymoy ya que desde 2023 funciona el tunel que las conecta, de poco más de 10 kilómetros de largo.
Si te quedas puedes conocer la aldea de Húsavík, donde viven solo 155 personas en viejas pero bien preservadas casas de piedra con techos de paja, algo bien tradicional de la arquitectura de las Feroe.
Otra isla que puedes conocer desde Sandoy es la Isla Eysturoy. Llegas cruzando un túnel fenomenal, submarino, el más largo del país: 11.2 kilómetros a una profundidad de 189 metros. Y es dueño de un tesoro: la primera rotonda subacuática conocida como la rotonda medusa, una estructura circular subacuática que está iluminada y tiene una escultura de acero que representa a personas cogidas de las manos.
La gente de Eysturoy es muy amable y acogedora y puedes quedarte a comer o merendar en un B&B. Lo cierto es que en las Islas Feroe lo que prima es la naturaleza y las aldeas coquetas. Puedes hacer observación de aves, andar en bicicleta, escalar montañas, hacer buceo, salir de compras, navegar, disfrutar de cabalgatas en medio de paisajes maravillosos, surfear o visitar granjas típicas escuchando sobre antiguos mitos y leyendas.
¿Te gusta la idea de ir a destinos poco turísticos? Si tu respuesta es sí, pues no dejes de ir a las Islas Feroe.