Hamburgo es una ciudad peculiar, la segunda más poblada de Alemania y la más verde de todas. Cuenta con un gran puerto y es una ciudad ligada al comercio desde hace muchos siglos, aunque no tiene mar, sino un bonito lago que también ofrece mucho a los turistas. Una bonita y tranquila ciudad en la que hay mucho por ver y por hacer.
Hablamos de una ciudad alemana que no es la más popular pero ofrece muchos espacios interesantes a los turistas. Hay espacios verdes, tantos que es la ciudad más verde de Alemania. Hay mucho más que ver, museos, zonas ocio, mercados y monumentos. Así que tomad nota de todas las visitas imprescindibles en Hamburgo.
Plaza del Ayuntamiento
Toda ciudad tiene sus lugares más reconocibles, y la Plaza del Ayuntamiento es ese lugar en Hamburgo. El ayuntamiento cuenta con una bonita fachada neorenacentista, y es un edificio del siglo XIX, cuando la ciudad estaba en todo su apogeo económico. Es un edificio emblemático y realmente grande que hoy en día tiene varios usos, desde ser un lugar en donde se lleva a cabo la política a ser espacio de exposiciones.
Museo de Arte Kunsthalle
Este comenzó siendo un simple museo para que los artistas locales expusieran sus trabajos, pero hoy en día es un importante museo de arte internacional, y un lugar de obligada visita para los amantes del arte. Obras de Degas, Toulouse-Lautrec, Renoir, Gauguin o Manet se puede ver en el interior, por lo que se trata de un lugar de renombre internacional.
Paseo en barco por el Lago Alster
El río Alster que atraviesa la ciudad llevó a la creación de los dos lagos interiores a los que se les llama con el nombre genérico de Lago Alster. Ir a Hamburgo es también disfrutar de su puerto y de su lago, así que siempre podemos coger uno de los barcos turísticos en el embarcadero de la animada zona de Jungfernstieg para recorrer el lago en dirección a las zonas de más lujo de la ciudad. Un bonito y tranquilo viaje en barco en una ciudad que no tiene mar ni lo necesita.
Compras en Jungfernstieg
Si somos de los que siempre tenemos que ir de compras en todos los destinos, siempre hay una zona en cada ciudad dedicada a esto. En Hamburgo se trata de Jungfernstieg, un barrio en el que hay hasta diez galerías comerciales, y que además se encuentra en el casco histórico, un lugar repleto de bonitos edificios, perfecto para pasear disfrutando de las compras.
De copas en Reeperbahn
Esta es una calle de ocio nocturno, el lugar por excelencia para salir de fiesta. En ella nos encontraremos muchas luces y locales, porque aquí no solo hay pubs y bares, sino que también hay sex-shops y prostíbulos totalmente legales. Además, esta es la calle en la que los Beatles tocaron en muchos de los locales para ir dándose a conocer en sus comienzos. Se encuentra en el barrio de St. Pauli y es imposible pasar de largo con todas esas luces y colores llamándonos.
Parque Planten un Blomen
Se dice que Hamburgo es una de las ciudades más verdes de toda Alemania, y desde luego cuenta con muchísimos espacios naturales para disfrutar de un poco de descanso después de tanta visita y tanta fiesta. El parque Planten un Blomen, en pleno centro, es el pulmón verde de la ciudad, y el lugar ideal para evadirse y disfrutar de sus paseos y del jardín botánico que hay en su interior. En el parque también hay fuentes o zonas para hacer skate.
Visitar el Fischmarkt
Los domingos a las ocho de la mañana sucede una de las cosas más animadas que podemos ver en la ciudad de Hamburgo. Se trata de la subasta de pescado en el Fischmarkt, el mercado de pescado más antiguo de la ciudad, que lleva celebrándose desde el siglo XVIII. Aunque tengamos que madrugar se dice que es un espectáculo realmente divertido y dinámico. La subasta es a primera hora, pero hay mucho más que hacer, ya que hay grupos en directo y muchos más puestos en los que encontrar artículos variados. Mucha gente de la ciudad se reúne aquí los domingos por la mañana.
Ver el Museo Miniatur-Wunderland
Si eres de los que adoran las miniaturas y ver estas pequeñas representaciones del mundo, tienes que ver el genial Museo Miniatur-Wunderland. Esta enorme exposición deja a todo el mundo impresionado, y es que no se trata de unas cuantas miniaturas, sino que es un mundo entero en miniatura para nosotros solos, disfrutando de cada pequeño detalles, porque de detalles está sobrado este museo. El recorrido abarca más de mil metros cuadrados en los que encontrar representaciones de los Alpes, zonas comerciales, ciudades y hasta un aeropuerto. Lo sorprendente es que durante quince minutos al día este mundo se pone en marcha y podemos ver por ejemplo los aviones despegar.