El otoño es un buen momento para realizar esa escapada que tenemos pendiente a algún rincón de España. Las temperaturas son más suaves y los paisajes adquieren múltiples tonalidades convirtiéndose en un espectáculo natural digno de ver y disfrutar. Además, no es temporada alta vacacional por lo que viajar resulta más barato y no hay aglomeraciones en los lugares más turísticos.
Si estás pensando en aprovechar algún puente para embarcarte en una nueva aventura, a continuación te proponemos 4 destinos muy interesantes para conocer en otoño.
Selva de Irati
La Selva de Irati se localiza en el Pirineo Oriental navarro. Se trata del segundo hayedo más extenso de Europa tras la Selva Negra alemana y forma una inmensa mancha verde de unas 17.000 hectáreas que se mantiene prácticamente intacta al paso del tiempo y de la acción humana.
Si el tiempo lo permite, éste es el lugar perfecto para pasar una jornada campestre en compañía de la familia pues se pueden hacer actividades al aire libre tales como senderismo, fotografía o contemplación de la flora y fauna que habita en el hayedo (zorros, jabalíes, corzos y petirrojos entre muchos otros). Durante la estación otoñal, la Selva de Irati se convierte en un espectáculo de color pues buena parte de sus árboles mudan sus hojas y comienzan a adquirir esas bellas tonalidades ocres, amarillas y rojizas que tanto caracterizan a esta época del año.
Hayedo de Lindes
Situado en el Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa de Asturias, el Hayedo de Lindes es uno de los más extensos del norte de España al que acuden cientos de excursionistas cada otoño para disfrutar de la naturaleza y practicar senderismo.
De hecho se pueden realizar dos rutas de diferente dificultad para conocer el Hayedo de Lindes. La primera es la más recomendables para aquellos senderistas que no estén acostumbrados a adentrarse en los bosques por lo que no tiene demasiada dificultad. Es de tipo circular por lo que es complicado perderse siendo el punto de partida el pueblo de Lindes, en el concejo de Quirós.
El recorrido dura entre cuatro y cinco horas por lo que es recomendable vestir ropa y calzado cómodo. También se aconseja llevar para el camino algo de comida y agua.
La segunda ruta lleva a los Puertos de Agüería. Un valle de pastores rodeado por las altas cumbres del macizo de Peña Ubiña que atraviesa el desfiladero de La Foz Grande. Con rutas marcadas para facilitar el paseo, no hay escapada que merezca más la pena este otoño que Asturias.
Ciudad Encantada de Cuenca
Ubicada cerca de Valdecabras, en el término municipal de Cuenca, dentro de una finca privada a la cual se puede acceder previo pago de 3 euros encontramos la Ciudad Encantada de Cuenca, un paraje natural de formaciones rocosas calcáreas situado a una altitud de 1.5000 metros.
La erosión provocada por la acción del agua, el viento y el hielo ha hecho posible este fenómeno kárstico de formas desiguales que han dado como resultado una muestra única y sorprendente de arte moldeado por la propia naturaleza.
La Ciudad Encantada de Cuenca fue declarada Sitio Natural de Interés Nacional en 1929. La visita a este paraje consta de un recorrido circular de tres kilómetros que se puede completar en una hora y media. La ruta no tiene demasiadas complicaciones pues unas balizas de color turquesa indican el camino de ida y otras similares de color rosa señalan el de regreso. No obstante, los fines de semana y días festivos se organizan visitas guiadas para conocer más en profundidad las curiosidades de la Ciudad Encantada de Cuenca.
Parque Natural Monasterio de Piedra
Declarado en 1945 como Paraje Pintoresco Nacional, forma parte de la red de espacios protegidos de Aragón. Se encuentra en Zaragoza y en el 2010 fue nombrado Conjunto de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico.
El Parque Natural Monasterio de Piedra es un lugar perfecto que visitar durante una excursión en otoño pues sorprende al visitante con sus cascadas, grutas y paisajes. El agua cobra especial protagonismo en este espacio. La corriente del río Piedra ha modelado la roca formando lagos, grutas y cascadas.
Aquí se pueden contemplar bellos parajes como la Peña del Diablo, el Lago del Espejo o la espectacular cascada Cola de Caballo, que oculta una impresionante gruta natural denominada la Gruta Iris. Además numerosos saltos de agua como los Chorreaderos, la cascada Trinidad, el baño de Diana, la cascada Caprichosa, la cascada Iris, el lago de los Patos o el Vergel dejarán boquiabiertos a los turistas.
Durante la excursión al Parque Natural Monasterio de Piedra, merece la pena visitar el monasterio cistercense dedicado a Santa María de la Blanca, el cual fue catalogado como Monumento Nacional en 1983 y se encuentra junto a la entrada al parque.