Si hay un continente noble ese es África. Noble, con muchas riquezas y mucha historia, y al mismo tiempo, tan expoliado, tan olvidado. La realidad africana nos golpea desde siempre y a nadie parece importarle encontrar una solución definitiva.
De hecho, el llamado Cuerno de África es una de las regiones más pobres del mundo. La gente muere de hambre, aquí donde el ser humano vio la vida hace miles y miles de años.
El Cuerno de África
Se trata de la región que está situada en la desembocadura del Mar Rojo en el océano Índico, frente a la península arábiga. Es una enorme península que hoy está geopolíticamente dividida en cuatro países: Etiopía, Eritrea, Yibuti y Somalía. Se la ha bautizado con el nombre de «cuerno» porque tiene cierta forma triangular.
La historia política de esta parte del continente es muy agitada, no hay régimen político o económico estable y eso se debe a la presencia de potencias extranjeras, antes y hoy. Hoy, porque forma parte de la ruta de los buques petrolíferos. Bendición o maldición.
Pero independientemente de los conflictos que su genial ubicación geográfica le trae en el mapa mundial, lo cierto es que el clima no ayuda y suele haber sequías tremendas que afectan negativamente la vida de los 130 millones de personas habitan el Cuerno de África.
La historia nos cuenta que en esta parte del continente africano se desarrolló el Reino de Aksum entre los siglos I y VII d.C. Supo mantener intercambios comerciales con India y el Mediterráneo y de alguna manera fue punto de encuentro entre los romanos y el enorme y rico subcontinente indio. Después, con la caída del Imperio Romano y la expansión del Islam, el reino, que se había convertido oportunamente al cristianismo, empezó a declinar.
Los problemas y las crisis eran y son aquí moneda corriente. Es frecuente que se hable siempre de Etiopía cuando se hace referencia al Cuerno de África y esto es porque más del 80% de la población vive en este país. Es el segundo estado con más población de África, detrás de Nigeria, y siempre hay problemas políticos que más de una vez han terminado en guerra. Y eso se le suman los desastres naturales propios de la región.
En términos económicos Etiopía se dedica al cultivo de café y sobre este recurso recaen el 80% de sus exportaciones. Eritrea es básicamente un país dedicado a la agricultura y ganadería; Somalía produce plátanos y ganado y Yibuti es una economía de servicios.
Este año, 2022, se está registrando en el Cuerno de África la peor sequía de las últimas cuatro décadas. Afecta a más de 15 millones de personas en varios países. No tienen agua detrás de cuatro temporadas de lluvias muy malas, y si la situación continua es probable que sean no 15 sino 20 millones de personas las afectadas por la situación.
Turismo en el Cuerno de África
Visitar el Cuerno de África es una posibilidad y hay tours con destino a Etiopía, Somalía, Somaliland y Djibouti. Somalía ha estado dos décadas aislada debido a su gran inestabilidad política, pero aún así está permitido organizar pequeños grupos turísticos a la capital. Somaliland es un territorio no reconocido por el resto del mundo, a pesar de que hace 29 años que mantiene una independencia de facto. ¿Lo conocías?
Por su parte, Djibouti es uno de los países más pequeños y menos conocidos de África, con volcanes dormidos, lagos hermosos y bosques. Pequeño pero hermoso, podríamos decir. Tanto Somaliland como Djibouti están en el mismísimo borde del continente africano, a vuelo de una piedra desde la costa del Mar Rojo.
Hablemos entonces de las opciones de viaje. Una es hacer un paseo turístico que comience en Djibouti para conocer la belleza del Lago Abbe, donde los viajeros se quedan a pasar la noche en la costa de este lago salino cuyas aguas cambian de color, y está rodeado de enormes y fantásticas rocas. De aquí el viaje sigue a Lac Assal, el punto más bajo sobre el nivel del mar en África, donde se recoge sal. Y de allí, se sigue viaje para conocer el asentamiento otomano de Tadjourah sobre la costa.
Después se sigue viaje hacia cruzando el desierto hacia los paisajes tremendos y fantásticos de Somaliland, una tierra muy distinta a la vecina Somalía. Si te gusta el arte rupestre lo de Las Geel te va a flipar. Se conoce muy poco en el mundo y es hermoso. También se visitan los edificios históricos del Mar Rojo, en el puerto de Berbera. La población de este país es amable, de puertas abiertas, así que los viajeros puedes explorar los mercados de Hargeisa, las montañas de Sheikh…
Somaliland es a su manera, salvaje, el hogar de comunidades nómadas y ha cambiado poco a lo largo de los siglos. Es cierto que no es para cualquiera, pero si eres entusiasta de África es un destino que no puede faltar en tu ruta. Vale decir que hay elecciones libres cada cinco años.
Por su parte el viaje a Somalía se concentra en pasar algunos días en Mogadishu, la capital y la ciudad más grande del país. Alguna vez, entre los ’70 y ’80, antes de la guerra civil que estalló en 1991, la ciudad era considerada una de las mejores ciudades del mundo, con su arquitectura clásica, sus hermosísimas playas, su puerto marino, unión entre África y Asia… Se la llama la perla blanca del Índico y se puede visitar el palacio presidencial, la tumba Jubek y hasta conversar con los estudiantes universitarios de la Universidad de Juba.
Otro destino puede ser Puntlandia, un estado proclamado autónomo de Somalía que está en el noreste de la auto proclamada República de Somaliland de la que hablamos antes. Puntlandia o Puntland formaba parte de la Somalía italiana en tiempos coloniales, pero en 1998, tomó la decisión de independizarse. Por supuesto que la situación es conflictiva, pero si te gusta la aventura puedes ir. Tiene una costa extensa y hermosa, un agradable clima cálido y playas hermosas. Goza de acceso al Golfo de Aden y al océano Índico y es precioso para navegar pero… hay piratas.
¿Y qué pasa con Etiopía? En este hermoso país los viajeros pueden conocer Harar, Patrimonio de la Humanidad, con hienas salvajes y antiguas callecitas, el Mercado de Dire Dawa que funciona dentro de una antigua ciudad amurallada, y claro, la capital Addis Ababa.
Lo cierto es que hoy en día puede visitarse el Cuerno de África, hacer turismo, siempre en tour y con cuidado. Las visitas guiadas cuentan con operativos de seguridad y creo que no se puede pensar en otra manera de conocer esta parte de África.