Cultura americana

América es un continente enorme, diverso, de pueblos originarios e inmigrantes, tanto en el norte como en el centro como en sur. Pero el hecho de que Estados Unidos sea una de las potencias del mundo ha convertido a la «cultura americana» en sinónimo de la cultura de este país y no del continente.

Discusión aparte, hoy nos concentraremos en la cultura americana y todo lo que un turista o en inmigrante debe saber antes de ir.

Estados Unidos de América

Es una república federal constitucional que está compuesta por 50 estados y un distrito federal, tiene costa sobre el Atlántico y sobre el Pacífico y limita con Canadá al norte y con México al sur. Además, están las hermosas islas de Hawai y tanto en el Pacífico como en el Mar Caribe tiene algunos territorios no incorporados.

Estados Unidos tiene poco más de 9.80 millones de kilómetros cuadrados y la población es de 331 millones de personas. Su población es diversa, producto del crisol de razas que supuso la inmigración desde la época en que era colonia europea. La suerte de los pueblos originarios fue la misma que en el resto de América, la conquista, la quita de sus tierras y la muerte a manos de las enfermedades traídas de Europa.

Viajeros e inmigrantes

Vivir fuera del país natal seguro un desafío y al mismo tiempo un gran aprendizaje. Lo mejor es conocer la cultura de antemano, leer, interiorizarse, abrir la cabeza para aceptar las diferencias.

Cuando hablamos de la cultura americana podemos hablar de varias cuestiones: la autosuficiencia, la independencia, la igualdad, la informalidad, la puntualidad, el ser directos, la privacidad y el espacio personal y después ciertas costumbres que tienen que ver con el comportamiento en público, el conocer gente, salir de bares, a cenar o entablar amistad con americanos.

Con respecto a la autosuficiencia podemos decir que es un valor que los medios de comunicación siempre refuerzan: el self made man. Discutible, es cierto, porque nadie se hace solo sino en un contexto, pero desde hace tiempo esa es la idea que se refuerza. Otra cosa es que se le da mucho valor al tiempo, a no malgastar el tiempo sin un propósito, así que ni hablar de llegar tarde a una cita. Es decir, ser impuntual está muy mal visto.

Mientras en otras partes del mundo los jóvenes viven todavía con sus padres mientras estudian en la universidad, aquí eso no se estila. Al revés, terminada la escuela secundaria los jóvenes dejan la casa paterna, sea por estudios o por trabajo. Hay que ser independientes y eso se considera positivo. Otra idea positiva tiene que ver con la igualdad, la diversidad cultural que tiene el país ha creado la idea de que es una nación con las mismas oportunidades para todos.

Sí, sí, otra cosa que es discutible pero de nuevo es la idea que se instala desde la educación y los medios. La idea de que Estados Unidos es un país de iguales oportunidades para todos no ha dejado de repetirse en el cine, en la tele y en los cómics. Si bien en teoría es muy bonito, todos deberíamos tener las mismas oportunidades sin importar raza, religión, género o posición socieconómica la verdad es otra.

Por otro lado, mientras hay culturas muy jerárquicas, me imagino la sociedad japonesa o la coreana, por ejemplo, la cultura americana es bastante informal. La gente habla casualmente, se viste casualmente, llama a sus jefes por el nombre de pila, no hay honoríficos… En general la gente es bastante abierta y franca, dice lo que piensa sin guardarse mucho. Es de habla directa y eso a otras culturas puede molestarle o en ellas ser considerado algo rudo. Al revés, cuando el extranjero da vueltas para decir o pedir algo, a los americanos eso los confunde.

Mientras las culturas latinoamericanas son afables, abiertas, de puertas abiertas, los americanos prefieren que su espacio personal no sea muy invadido. Si en América Latina abundan los besos y los abrazos entre amigos e incluso desconocidos, aquí en Estados Unidos no. No les gusta los besos ni que la gente se acerque mucho cuando habla. El círculo de espacio personal es más amplio que en otras culturas.

Tampoco les gusta que se les pregunte sobre la edad, cuanto dinero ganan o cuanto pesan. Los tópicos de conversación con gente que no es de la familia o cercana no suelen incluir cuestiones familiares, religiosas o políticas. Entonces, ¿qué gestos debo tener en cuenta si voy a Estados Unidos? 

Básicamente: siempre mirar a los ojos cuando se está conversando o dando un apretón de manos (de hombre a hombre, de mujer a mujer y mixto), no oler feo pues es sinónimo de que no estamos atentos a nuestra higiene personal y mantener distancia, no invadir su espacio personal.

También es considerado de buena educación mantener la puerta abierta para que alguien pase, esperar con paciencia en las colas, tratar a quienes brindan un servicio de manera amable e igualitaria, dejar propinas en prácticamente todos los sitios (peluquerías, estacionamientos, hoteles, taxis…).

Cuando salimos a comer con un americano hay que prepararse para cenar temprano. En el resto de América Latina la cena es tranquilamente después de las 8 o 9 de la noche pero aquí no, es más temprano. Comiendo no hay que apurarse, hay que usar servilleta, si es entre amigos lo usual es que cada uno se pague lo propio y si no es un sitio de fast food hay que dejar un 15% de propina.

Los americanos están acostumbrados a moverse por todo su enorme país. Por trabajo, por estudio, se mudan mucho mas frecuentemente que cualquiera de nosotros. Entonces, es común que la gente sea simpática y que le guste charlar con gente que no conocen, que sean curiosos. Al mismo tiempo suele decirse que estas son las razones por las que los americanos no suelen tener amigos de por vida, por tanta mudanza o cambio de cursos en la escuela.

Tener todas estas cuestiones bien presentes puede ayudarnos a una mejor adaptación el tiempo en que estemos en Estados Unidos. Mucho mas si nos quedamos un tiempo largo, estudiando o trabajando. Suele decirse que en el contacto cultural hay varias instancias: una de luna de miel donde todo es genial y excitante y la nueva cultura es estupenda; otra instancia de choque cultural donde empiezan los primeros problemas con las compras, la casa, el transporte, el idioma… todo lo cual conduce a la fatiga mental.

Otro momento en este contacto cultural es el de ajuste inicial. En este momento los problemitas anteriores empiezan a resolverse y uno ya sabe qué bus tomar, como pagar esto y aquello. Tal vez el idioma todavía no es del todo fácil pero lo básico comienza a quedar en el disco rígido del cerebro. Le sigue un período duro de aislamiento mental donde empieza a pesar la lejanía con la familia y los amigos y la cotidianidad natal y entonces pesa la soledad.

Y finalmente, si da el tiempo se llega por fin a un momento de aceptación e integración donde ya se ha adoptado una rutina completa, se han aceptado los hábitos y costumbres, la comida, etcétera. Empezamos a sentirnos mas cómodos. Este ciclo es bastante normal y todo aquel que ha emigrado a otro país suele atravesar.


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