Asturias tiene muchísimos kilómetros de costa, paisajes espectaculares, tanto frente al mar como en el interior, pero si por algo nos atrae cada vez más es por la tranquilidad que puede hallarse en esos pequeños pueblos con encanto que hay en su geografía. La gran mayoría de ellos, los más populares, se encuentran en la costa, aunque hay algunos en el interior que tampoco hay que perderse.
Los pueblos más bonitos de Asturias pueden visitar en pequeñas escapadas, porque son pequeños pero rebosan encanto, así que vamos a enumerar algunos de los más populares. Haz una lista y disponte a explorar cada uno de estos bellos rincones de la geografía asturiana.
Llanes
En Llanes hay algunos lugares que merecen visitas pausadas. Su muralla medieval o la plaza de Santa Ana en el centro, el bonito faro de Llanes frente al acantilado o la famosa playa de Torimbia. Estos son algunos de los encantos, pero también hay que ver los Bufones de Pría, un fenómeno natural que está cerca del pueblo.
Ribadesella
Es en esta villa en donde se realiza el famoso Descenso del Sella por el río en piraguas en el mes de agosto. Pero más allá de celebraciones, se trata de una bonita villa costera con un acogedor puerto, acantilados y paisajes de montaña cercanos. También tiene playas, por lo que puede ser un buen lugar para visitar en verano. Muy cerca se halla la Cueva del Tito Bustillo, un lugar en el que se encuentra representado el arte paleolítico de Europa, con un grupo de cavernas que fueron habitadas por el hombre prehistórico.
Cangas de Onís
Si hay algo que representa a Cangas de Onís es el bello puente romano, la cruz del centro es una reproducción de la Cruz de la Victoria y se trata de un puente de seis arcos que podría haber sido la reconstrucción posterior del puente romano original. Otras cosas que se pueden visitar en esta villa son la estatua de Don Pelayo o la iglesia parroquial de Cangas de Onís. Cerca se hallan los inconfundibles Picos de Europa y el Santuario de Covadonga.
Cudillero
Cudillero es otro de esos pueblos de la costa de Asturias que acaban conquistando a quien lo visita. Con sus casas, algunas decoradas en alegres colores, se da un aire a Cinque Terre en Italia. Un rincón de gran belleza en el que se puede disfrutar de la Plaza de la Marina con bares y terrazas, los variados miradores que hay en las zonas altas para tener una perspectiva diferente del pueblo o sus pequeñas callejuelas llenas de cuestas y escaleras. Incluso hay una ruta por los miradores de la zona para tener las mejores vistas.
Luarca
Luarca es la villa blanca de la costa verde, o así se la denomina en muchas ocasiones. En ella no hay que perderse las casas de los Indianos, que regresaron de las Américas con fortuna propia, o el cementerio, no solo porque sea un lugar muy bello, sino por sus increíbles vistas al mar. Cerca se halla el faro de Luarca y hay que pasear por la zona del puerto y el muelle. En las inmediaciones también hay playas en donde disfrutar del verano.
Lastres
Puede que os suene Lastres si hace años veíais la serie ‘Doctor Mateo’, porque era en este bellísimo pueblo en donde se rodó. Hay que subir a la zona de la Capilla de San Roque, en donde hay un mirador con preciosas vistas del mar y de la villa. Como en todos estos pequeños pueblos, hay que perderse por sus calles para disfrutar de todos sus rincones. En el centro hay una oficina de turismo en donde nos pueden orientar y no hay que perderse el circuito Doctor Mateo si eras fan de la serie y quieres ver los sitios en donde se rodaban las escenas.
Tazones
Puede no sonarte mucho, pero este pequeño puerto de la ría de Villaviciosa fue el primer lugar que pudo conocer Carlos V al llegar a la península. Sigue siendo un pequeño pueblo con casas antiguas de pescadores y lugares tan interesantes como la casa de las conchas. Frente a la villa, una estupenda playa que se aprovecha muy bien durante el verano.
Castropol
Castropol está junto a la reserva natural de la ría del Eo. Tiene una bonita ubicación y en el pueblo se puede visitar el ayuntamiento, creado sobre las ruinas de un antiguo castillo, el Parque Vicente Loriente o la Iglesia de Santiago.
Taramundi
La villa de Taramundi puede decir orgullosa que fue uno de los primeros lugares en los que surgió el hoy famoso concepto del turismo rural. Su encanto ancestral es inconfundible, pero es que además en este pequeño pueblo se puede disfrutar de bonitas rutas por las zonas verdes del bosque, tanto andando como en bicicleta. En los alrededores también se pueden encontrar diversos museos dedicados a la artesanía y a la historia del lugar.