Durro

Durro

La pequeña villa de Durro es un tesoro escondido entre las paredes montañosas del Pirineo leridano. Pertenece al municipio del Valle de Bohí, famoso por su impresionante patrimonio románico, y se engloba en la comarca de la Alta Ribagorza.

Sus estrechas calles empedradas de trazado medieval se enmarcan con casas tradicionales que coinciden en sus fachadas de piedra vista y sus tejados de pizarra típicos de la zona. Si a esto sumas algunos monumentos importantes, todo ello hace de Durro uno de los pueblos más bonitos del Pirineo en Cataluña. Para que lo conozcas mejor, vamos a mostrarte qué debes ver y qué puedes hacer en esta villa leridana.

La iglesia de la Natividad de la Madre de Dios

Iglesia de la Natividad

Iglesia de la Natividad de Durro

Como te decíamos, todo en Durro contribuye a darle ese aire típico que han sabido conservar algunos pueblos. Las farolas de sus calles e incluso los bancos de madera en los que puedes sentarte de vez en cuando ayudan a dar belleza al conjunto arquitectónico de la villa catalana.

Pero, como es lógico, debemos hablarte de sus principales monumentos. El más importante es la iglesia de la Natividad de la Madre de Dios, construida en el siglo XII y declarada Bien de Interés Cultural. Asimismo, como integrante del conjunto de las iglesias románicas del valle de Bohí, de las que te hablaremos más adelante, está catalogada Patrimonio de la Humanidad.

Responde al estilo románico lombardo, que se desarrolló a partir del siglo XI en esta región italiana para luego extenderse por buena parte del sur de Europa. Exteriormente, el templo destaca por su porche medieval, que da acceso a la entrada, conformada por un arco de medio punto con dos arquivoltas. En la clave de este puedes ver un crismón, que, como sabrás, es uno de los anagramas de Cristo (XP).

Pero, sobre todo, es imponente su torre campanario, de cinco pisos. Se asientan sobre un zócalo sin decoración y están separados por impostas. Su planta es rectangular y los huecos de sus ventanas debieron ser geminados. Además, curiosamente, responde a la proporción de los minaretes árabes.

En cuanto al interior, el templo de la Natividad de la Madre de Dios consta de una sola nave de cuatro tramos con bóveda de cañón sustentada en arcos fajones. Ya en el siglo XIII se le añadieron dos capillas laterales de estilo gótico. Justamente en ellas puedes ver sendos retablos barrocos: uno está dedicado al Rosario y el otro al Santo Cristo. En cambio, el retablo mayor es del XIX y está consagrado a la Madre de Dios, San José y San Joaquín.

La ermita de San Quirce

Ermita de San Quirce

La preciosa ermita de San Quirce de Durro

Completa el patrimonio religioso de Durro esta ermita, igualmente declarada Bien de Interés Cultural. La encontrarás a las afueras del pueblo, cerca de la anterior, pero debes seguir una pista forestal para llegar hasta ella. De hecho, se encuentra a casi mil quinientos metros de altura, es decir, unos ciento veinte más que la villa.

También responde a los cánones del románico y está construida en piedra de sillar vista. Conforma la iglesia una sola nave cubierta con bóveda de cañón y terminada en un ábside con bóveda de tambor en cuyo centro hay una pequeña ventana. Respecto a la entrada, consta de arco de medio punto con dovelas y, exteriormente, también destaca su esbelta espadaña con dos campanas.

En su altar hubo una decoración de pintura sobre tabla consagrada a los martirios de Santa Julita y de su hijo San Quirce. Sin embargo, para su mejor conservación fue trasladada al Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Otras iglesias románicas del valle de Bohí

San Clemente de Tahull

La iglesia de San Clemente de Tahull

Precisamente, debemos abandonar momentáneamente la villa de Durro para hablarte del resto de templos que puedes ver en el valle de Bohí y que conforman un inigualable conjunto románico. No en balde, como ya te hemos dicho, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.

Concretamente, se trata de ocho iglesias y una ermita que se reparten por los pueblos de la zona. No podemos detenernos en todas, pero te hablaremos de las más valoradas. Así, en Tahull tienes el magnífico templo de San Clemente, que se construyó en 1123 y está considerado «la catedral románica del valle». Elemento destacado de esta maravilla arquitectónica es su campanario exento de seis pisos. Pero también puedes ver la iglesia de Santa María, que se edificó a la vez que la anterior y que destaca por sus ábsides circulares e, igualmente, su gran torre.

Por otra parte, en Barruera tienes la de San Félix, probablemente también del siglo XI, aunque reformada con posterioridad. Exteriormente destaca el porche de su entrada y el interior se dispone en una sola nave de tres tramos. Como sucede en otros templos de esta zona, presentaba decoración pictórica románica al fresco. Pero está fue trasladada a otros lugares para su mejor conservación.

En Bohí, capital del municipio, puedes visitar la iglesia de San Juan, más grande que las anteriores y la más antigua del conjunto, pues ya aparece documentada en 1079. Cuenta con tres naves y planta basilical. También era imponente su torre, pero un incendio la redujo a tres pisos. Sin embargo, continúa siendo muy bonita. En cuanto a la villa de Coll, tienes la iglesia de Santa María de la Asunción, que perteneció a un monasterio benedictino construido en el siglo XII.

Finalmente, en Erill la Vall puedes ver el templo de Santa Eulalia, con su campanario de cinco pisos, y las ruinas de la ermita de San Cristòfol, y en Cardet, la iglesia de Santa María, que cuenta con una singular espadaña de tres huecos. Pero ahora debemos volver a Durro para mostrarte otras cosas que puedes ver y hacer en ella.

Las casas típicas de Durro

Casa Llavasa

Casa Llavasa, una de las construcciones más bonitas de Durro

Como te decíamos anteriormente, todo el caserío de esta villa leridana responde al estilo tradicional de la zona. Son construcciones de piedra oscura y aspecto rústico que transmiten sensación de fortaleza y que están cubiertas por tejados igualmente oscuros, pero en su caso de pizarra.

Todas ellas son muy bonitas y contribuyen a darle al pueblo un aspecto uniforme y tradicional. No obstante, algunas destacan sobre las demás. Por ejemplo, casa Llavasa, actualmente convertida en albergue, o el Ayuntamiento, pero también de las casas Garbot y Xoquin, declaradas bienes de interés cultural.

Rutas de senderismo partiendo de Durro

Lago de San Mauricio

El lago de San Mauricio, en el parque de Aigüestortes

El románico lombardo y la arquitectura tradicional no son las únicas maravillas que te ofrece esta villa leridana. Como te decíamos, se encuentra a casi mil cuatrocientos metros de altura por lo que puedes realizar preciosas rutas de senderismo por la sierra de Corruco, a cuyos pies se encuentra.

Pero, sobre todo, puedes hacerlas por el Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio, que está cerca de Durro. De hecho, la senda pirenaica GR-11 lo atraviesa de lado a lado. Sin embargo, también tienes otras interesantes rutas. Por ejemplo, la que sale del propio lago de San Mauricio y sube al mirador que se halla sobre él; la que va desde el aparcamiento de la Peülla hasta el lago de Gerber o la que parte del lago Gento y llega hasta el de Saburó.

No obstante, si te consideras preparado, puedes hacer recorridos más audaces. Destaca entre estos el denominado Carros de Fuego, que transita por los refugios de la zona y puede llevarte varios días. En fin, otras travesías son las de Artiés a Espot y desde esta última villa hasta Bohí.

Otras actividades en las cercanías de Durro

Esquiador

Cerca de Durro se encuentra la estación de esquí de Bohí-Tahull

No es el senderismo la única actividad deportiva que puedes hacer en las inmediaciones de la villa leridana. En el parque nacional de Aigüestortes también puedes practicar la escalada y el esquí de travesía. Precisamente, respecto a este último deporte, tienes la estación de Bohí-Tahull, con buena nieve y no muy masificada.

Dispone de las cotas más altas de todo el Pirineo, con una máxima de 2751 metros, y de 42 pistas que, junto a otra para trineos y cuatro itinerarios de esquí de montaña, conforman un total de 45 kilómetros esquiables. Incluso cuenta con un snowpark apto para todos los públicos.

Por otra parte, si prefieres algo más tranquilo, puedes disfrutar del balneario de Caldes de Bohí, que te ofrece aguas termales y distintos tratamientos con fangos y vapor en grutas naturales. Y todo ello en el maravilloso entorno de este valle pirenaico.

Las fallas de Durro, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Trasera de San Quirce

Otra vista de la ermita de San Quirce. En este caso, su ábside

Entre las celebraciones que tienen lugar en este pequeño pueblo leridano destacan las llamadas fallas, que poco tienen que ver con las de Valencia. En este caso, los habitantes de la localidad suben hasta la ermita de San Quirce, donde encienden antorchas de madera de pino para retornar con ellas hasta el pueblo. Los dirige el llamado fadrí mayor y, una vez llegados, las arrojan al suelo para crear una gran hoguera.

Finalmente, la tradición termina con una comida y un baile. La primera suele incluir las deliciosas carnes de la zona con patatas, aunque también las setas de los alrededores tienen mucha fama. En cuanto a la ceremonia, tiene orígenes muy antiguos y su finalidad era agradecer las cosechas. De cualquier modo, se trata de un vistoso espectáculo que ha sido declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

En conclusión, te hemos mostrado qué ver y qué hacer en Durro, el precioso pueblo pirenaico de Lérida. Tan solo nos queda aconsejarte que, ya que te encuentras en esa zona montañosa, aproveches para conocer otros bonitos lugares del Pirineo catalán. Anímate a disfrutar de todo ello.


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