La carne de buey de Kobe es uno de los alimentos más codiciados de Japón. La extraordinaria calidad de este alimento se obtiene gracias a un método de crianza muy especial. El secreto es el siguiente: el animal es cebado con cerveza durante el verano, lo cual provoca en él un desmesurado apetito que le hace consumir más forraje. Los bueyes reciben todo tipo de mimos y cuidados, como masajes con música ambiental, que logran que se relaje y la grasa penetre lentamente en la carne. El resultado: un delicioso manjar cuyo precio ronda los 200 € el kilo.
En efecto, la carne de Waygu (la vaca japonesa) tiene la grasa distribuida de forma uniforme por toda su masa muscular. Es una carne tierna, sabrosa y muy saludable, rica en Omega 3. En un país como Japón, donde se consume mucho pescado, la carne es ciertamente un lujo y la de Waygu todavía lo es más.
En algunas granjas se sigue una tradición a la que los cuidadores atribuyen una antigüedad de dos mil años, que consiste en bañar a los bueyes con sake durante varias horas un par de veces al mes, lo cual en teoría hace que la esencia y el aroma del licor nacional nipón atraviese la piel del animal y le confiera una delicadeza y aroma especiales. Quien ha probado la carne de Kobe asegura que posee una textura similar a la del foie y un sabor delicado e incomparable.
Si queremos probar la carne de Waygu sin viajar a Japón tendremos que rascarnos el bolsillo. Algunos restaurantes de Madrid y Barcelona ya ofrecen este manjar en sus cartas. Un plato no nos costará menos de 35 €, aunque también podemos acudir al mercado, el de Chamartín en Madrid o la Boquería de Barcelona, para comprar la carne (como dijimos, el precio del kilo ronda lo 200 €) y cocinarlo en los fogones de casa para darnos un auténtico festín con los nuestros.