El Canal de Suez

Hay canales artificiales que el ser humano ha construido mundo y que son mundialmente famosos. Uno de ellos es el Canal de Suez. En el artículo de hoy nos vamos a concentrar en el segundo, el canal africano que revolucionó la historia comercial de la región y el mundo.

El Canal de Suez une el Mar Mediterráneo con el Mar Rojo y suele ser visto como la frontera entre Asia y África. La historia de cómo se imaginó y se construyó no está exenta de controversias y conflictos políticos, pero el ingenio humano terminó con éxito.

El Canal de Suez

Este canal artificial, un canal al nivel del mar, fue construido a mediados del siglo XIX para abrir una ruta directa entre el Atlántico norte y el océano Índico vía el Mediterráneo y el Mar Rojo, evitando dar la vuelta por el Atlántico y la parte sur del Índico, reduciendo así el tiempo de viaje en miles de kilómetros.

El canal comienza en Port Said y termina en Port Tewfik en la ciudad de Suez. Recorre poco más de 193 mil kilómetros y tiene canales de acceso en el norte y en el sur. El trazado original consistía de un solo camino acuático, sin compuertas, con agua de mar y puntos de pasaje en Ballah y en el Gran lago Bittler.

En el siglo XIX los grandes imperios europeos todavía tenían poder en África, así que el Reino Unido y Francia eran los propietarios, lo fueron por muchísimos años, hasta que después de la Segunda Guerra, en pleno proceso de descolonización, el presidente de Egipto de aquel entones, Nasser, decidió nacionalizarlo. Obviamente, no pudo hacerlo sin conflictos, pero finalmente se logró.

A partir de entonces y con la firma de un tratado se decidió que el canal siempre sería utilizado, en tiempos de paz y de guerra, por cualquier barco, de cualquier índole, sin distinción de bandera. Si ves un mapa de África seguro comprendes lo importante que es el canal para los conflictos de la zona.

Hace unos años, en 2014, Egipto comenzó la tarea de expandir el Paso Ballah en 35 kilómetros para hacer la circulación más rápida y tal vez hasta doblar la capacidad del canal en la cantidad de barcos que pueden pasar por día. Se logró y las obras fueron inauguradas un año después. Además, en 2016, se abrió un nuevo canal lateral.

¿Pero es la primera vez que los seres humanos construyen algo similar? No. Parece que ya en tiempos de los antiguos egipcios estuvo la intención de facilitar los viajes desde el río Nilo al Mar Rojo. Así, se cree que construyeron un canal pequeño, tal vez en tiempos de Ramsés II y posteriormente por Dario, el rey persa.

Los otomanos también lo consideraron, allá por el siglo XVI, ya queriendo conectar el Mediterráneo con el Mar Rojo, con el deseo de conectar Constantinopla con las rutas comerciales y de peregrinaje.

Empero, era muy caro, así que no salió mucho de los papeles. En tiempos de la campaña francesa en Egipto a Napolén le interesaron los restos de un viejo canal y entonces los cartógrafos y arqueólogos franceses se pasearon por todo el terreno. Siendo emperador mostró más interés por la construcción de un canal pero la construcción de compuertas encarecía las obras y sumaba mucho tiempo también, así que al final la idea se abandonó.

Por supuesto, la idea fue y vino de la mente de mucha gente a través del tiempo hasta que fue concretada. Finalmente, las cosas se pusieron serias y se decidió su construcción. Esta fue financiada por la Suez Canal Company, una unión de varias empresas con sede en París. Al principio el 52% de las acciones estaban en manos de Francia y el 44% en manos de Egipto, pero después este país las vendió al Reino Unido.

El canal se construyó sobre el istmo de Suez, un puente de tierra entre África y Asia que en términos geológicos es bastante reciente. Se sabe que antes ambos continentes eran una sola masa y que hará entre 66 y 2.6 millones de años una enorme falla se desarrolló separandolos. No es un istmo uniforme, tiene tres depresiones llenas de agua que son el Lago Manzala, el lago Timsah y los Lagos Bitter.

El istmo está compuesto de sedimentos marinos, arena y grava que se depositaron en épocas de lluvias intensas o llegaron por el Nilo o traídos por las arenas voladoras del desierto. Aquí se decidió la construcción del canal, obras que tuvieron lugar entre 1859 y 1869. Diez años de excavaciones con obreros que trabajaban a la fuerza, muchos de los cuales terminaron muriendo.

No fue un proyecto que al comienzo despertara muchas esperanzas y eso complicó la venta de acciones. Pero de la mano de la familia Rothchild, famosos banqueros, las acciones por lo menos en Francia terminaron vendiéndose como pan caliente. Mientras tanto, el Reino Unido se mostraba escéptico y crítico del uso de obreros casi esclavos.

Finalmente, el Canal de Suez se inauguró en noviembre de 1869 con una ceremonia en Port Said que incluyó fuegos artificiales, banquete y aristócratas. Como es de suponer en los primeros tiempos el canal tuvo algunas dificultades técnicas y también financieras ya que los costes se habían disparado un poco. Además, el tráfico solo empezó a crecer de verdad dos años después así que por ese tiempo siguió la incertidumbre.

Pero más allá de todos los problemas y especulaciones lo cierto es que el Canal de Suez fue sumamente importante en el contacto entre naciones. Por entonces el canal era una sola vía de unos 8 metros de profundidad y 22 metros de ancho en el fondo y entre 61 y 912 metros de ancho en la superficie. Para permitir el paso de barcos de cada lado se construyeron bahías de paso cada ocho o diez kilómetros.

Quedó chico muy pronto así que hacia 1876 empezaron obras nuevas para hacerlo más ancho y más profundo. Para los años ’60 del siglo XX el canal tenía un ancho mínimo de 55 metros en el fondo y 10 metros en las orillas y una profundidad de 12 metros con marea baja. También las bahías de paso se ampliaron y se construyeron otras en los lagos, con estructuras de concreto y acero para evitar la erosión.

Los planes posteriores fueron complicados por la guerra árabe – israelí de 1967, días en el que el canal fue bloqueado a pesar del convenio firmado tiempo atrás. El Canal de Suez permaneció inactivo hasta 1975 y como dijimos antes, en 2015 Egipto terminó nueva sobras para ampliar su capacidad: 29 kilómetros más de largo a sus 164 originales.

Para terminar les dejo algunos datos:

  • En 1870 pasaron 486 barcos, menos de dos por día.
  • En 1966 pasaban en promedio 21.250 barcos, unos 58 por día.
  • En 2018 pasaron 18.174 barcos.
  • El canal original no era un canal de doble mano así que los barcos debían detenerse y seguir, seguir y detenerse. Tardaban entonces unas 40 horas en pasar, pero para 1939 ese tiempo se había reducido a 13 horas. Para fines de los ’40 se implementaron los convoyes y en los ’70 el tiempo ya era de entre 11 y 16 horas,
  • La naturaleza de las cargas ha cambiado mucho y especialmente en el siglo XX el petroleo y el crudo son los reyes. Se suma el carbón, metales, madera, semillas y cereales, cemento, fertilizadores.
  • Si bien siempre pasan barcos de pasajeros desde los años ’40 la cantidad es mucho menor por la competencia de los aviones.
  • Hoy puedes hacer excursiones desde El Cairo o Port Said, en crucero.

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