El Jardín de las palabras, visita obligada en Tokio

Hoy en día Japón no es solo conocido por el sushi, los samurais o el Fujisan, su montaña sagrada e icono nacional, sino también por la calidad de sus películas y series de animación. El anime ha copado el mundo hace rato y de hecho, apenas llegas al Aeropuerto Internacional de Narita tienes la posibilidad de dedicar tu viaje a conocer esos lugares que el anime ha hecho conocidos en el mundo entero pues se ofrece un mapa turístico about anime and manga.

Personalmente una de las películas de anime que me más me han gustado de un tiempo a esta parte es El Jardín de las palabras, breve creación que tiene como escenario uno de los jardines más hermosos de Japón: el Shinjuku Gyo-en. ¿Vas a Japón? Entonces no dejes de recorrerlo.

El Jardín de las palabras, el anime

Se trata de una breve película animada de 2013 llamada en japonés Kotonoha no Niwa. Fue escrita y dirigida por el genial Makoto Shinkai y su canción original es algo maravilloso que te quedará dando vueltas en la cabeza por mucho tiempo.

La historia se centra en un muchacho de 15 años llamado Takao Akizuki que sueña con ser diseñador y fabricante de zapatos y la extraña relación que mantiene con una mujer de 27 años llamada Yukari Yukino. Se conocen en uno de los elegantes pabellones del Shinjuku Gyo-en y el hermoso parque pasa a ser así el escenario de una relación que crece y se afianza a pesar de todo, el misterio, el silencio y la diferencia de edad.

La cita es los días de lluvia. El 1 de junio comienza en Japón la temporada de lluvias que dura alrededor de un mes donde muchos días de la semana son lluviosos. Esos días Takao falta siempre a clases y va al jardín a diseñar zapatos y por alguna razón que desconoce y ella nunca confiesa son esos mismos días lluviosos los que ella cae en el jardín a beber cerveza y comer chocolates. Como si ninguno de los dos tuviera otras obligaciones o responsabilidades.

Poco a poco la historia se va desarmando y la audiencia va conociendo otros detalles .Yukino ni siquiera le dice su nombre mientras Takao le confiesa absolutamente todos sus sueños. Dos personas solitarias y tristes que lentamente, con esos encuentros y esas charlas, van saliendo de sus crisis.

Hacia el final del filme nos enteramos que Yukino en realidad es profesora de literatura japonesa del mismo instituto al que acude Takao, aunque él no la conoce, y que tuvo problemas con algunas alumnas celosas por lo cual se sintió tan mal que dejó de ir a dar clases.

Mientras llueve y ellos comparten un almuerzo en el departamento de Yukino, tras un diluvio que los obliga a salir corriendo del parque, Takao le declara su amor pero Yukino mantiene una distancia que al chico le duele y lo hace salir corriendo después de gritarle las cuarenta. Ay, el final es maravilloso pues cuando piensas que allí termina la cosa ella sale tras él corriendo en plena lluvia. No voy a contar más porque no quiero spoilear pero…. ¡no te la pierdas!

El Jardín Shinjuku Gyo-en

El escenario natural de El Jardín de las palabras es el hermoso parque de esta parte de Tokio, Shinjuku. En otros tiempos, hace más de un siglo, era el jardín de la rica familia Naito pero después pasó a manos de la familia imperial y más tarde se hizo público.

El trazado del jardín data de la segunda mitad del siglo XVIII y un siglo después era también un jardín botánico. El trazado actual data de 1906 aunque los raides aéreos de los norteamericanos en 1945 lo destruyeron por completo y debió ser reconstruido pasada la guerra. Fue en 1949 que se abrió al público como el Shinjuku Gyoen, el «jardín imperial».

Este jardín ocupa casi 60 hectáreas y tiene una circunferencia de 3.5 kilómetros. Tres estilos lo distinguen, por un largo hay un sector de jardín francés, otro japonés y otro inglés. Si vas a Japón para el hanami, el tradicional florecimiento de los cerezos, este es un sitio estupendo para verlo. El sector japonés tiene grandes estanques con islas y puentes y muchos pabellones. Los sectores francés e inglés son espacios más abiertos y arbolados.

El jardín tiene 20 mil árboles y entre ellos más de la mitad son cerezos, también hay cedros del Himalaya, cipreses y un hermoso vivero que data de los años ’50 y que alberga unas 1700 especies tropicales y subtropicales. Otra buena fecha para visitar el jardín es en otoño, por los ocres, amarillos y rojos de los árboles.

Visitar el Shinjuku Gyoen

Lo único negativo es que este jardín cierra a mi entender muy temprano: 4.30 pm. Los días de primavera o verano es muy feo no poder pasear por allí así que no se entiende porque no extienden el horario de apertura.

El jardín tiene tres puertas de entrada, la Okido, la Shinjuku y la Sendagaya. La Puerta Shinjuku está a solo diez minutos de andar desde la salida New South de la JR Shinjuku o a cinco minutos de la estación Shinjukugyoenmae de la línea de metro Marunouchi.  La puerta Okido también está a cinco minutos de andar desde estas estaciones y la Sendagaya está a lo mismo de la estación del mismo nombre de la línea JR de la Chuo-Sobu Line.

Puedes entrar a partir de las 9 am pero no vayas los lunes porque está cerrado, salvo entre fines de marzo y comienzos de abril, por el hanami, y a comienzos de noviembre que abre toda la semana. El vivero cierra más temprano, a las 4 pm.

El parque abre de 9am, a 4:30 pm aunque la entrada está permitida solo hasta las 4. Cierra los lunes o el día siguiente si el lunes es día festivo y también del 29 de diciembre al 3 de enero. La entrada es muy barata, apenas 200 yenes que son alrededor de 2 dólares.


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