El Partenón de Atenas

Partenón de Atenas

Si os gustó el artículo que hablaba de la historia y las características del Coliseo de Roma, un impresionante monumento, no podéis dejar de descubrir las curiosidades sobre el Partenón de Atenas, un símbolo del mundo griego que ha llegado también a nuestros días. Este gran templo se conserva en la ciudad de Atenas, y es uno de los monumentos más visitados en Grecia.

Aunque el aspecto actual del Partenón nos haga pensar en unas ruinas antiguas, en la época en la que se construyó era un templo imponente. Además, muchos tienden a pensar que era  piedra desnuda, tal y como está en la actualidad, cuando en realidad contaba con muchísimas figuras llenas de colorido.

Un poco de historia del Partenón

Partenón de Atenas

Este monumento representa el gran avance cultural que se llevó a cabo en el siglo V a. C. en Atenas, que llegó a la cima con la implantación de la democracia. Este gran templo se ideó para honrar a Atenea, la protectora de la ciudad. Dentro de él albergaría la enorme estatua crisoelefantina de Atenea, de doce metros de alto, una estatua espectacular para rendirle culto, que hoy en día no se conserva.

Los arquitectos Ictino y Calícrates fueron dirigidos por el escultor Fidias, que también fue el creador de la gran estatua de Atenea. Comenzaron su construcción en el año 447 a. C., sobre un templo inacabado del cual se aprovecharon algunos materiales. Lo más curioso es que pese a ser una gran obra la terminaron en un tiempo récord, en tan solo nueve años. Las famosas esculturas del frontón, que es la parte superior triangular de la parte delantera, se realizaron seis años más tarde. Así se construyó el templo dórico más grande del mundo griego.

Elementos del Partenón

Partenón de Atenas

Este es un templo con una clara planta rectangular, con ocho columnas en la fachada y 17 en los laterales, no hay que olvidar que en el mundo griego todo se realizaba siguiendo las proporciones que daban equilibrio a todo, desde edificios a esculturas. La crepidoma es la base sobre la que se asienta el templo, que no estaba a ras de suelo, sino que contaba con tres escalones hasta las columnas.

En total hay 46 columnas dóricas que se asientan sobre el último escalón, llamado estilóbato. Estas columnas se elevan desde el suelo terminando en los capiteles. Encima de estos hay un arquitrabe liso, sobre este un friso con unas estrías verticales y con metopas, que son decoraciones escultóricas, rematando finalmente en una cornisa saliente. La cubierta era a dos aguas, con un tejado de madera con tejas de mármol que no se conservan.

Partenón de Atenas

Una de las partes más interesantes del Partenón es el frontón. Es un gran triángulo con una cornisa exterior que lo enmarca y el tímpano, que es la zona interior en la que se ponían muchas esculturas realizando diversas representaciones. Aunque en la actualidad se vean sin color, en los años de esplendor cada una de estas figuras estaba pintada, por lo que era una parte llena de vida y colorido. En el frontón oriental estaban representadas la dios Afrodita, recostada sobre Artemis, su antigua enemiga, y que Fidias reconcilió en su iconografía. En el frontón occidental, mejor conservado, se representa la lucha de Atenea y de Poseidón por el dominio del Atica.

Partenón de Atenas

Dentro podemos acceder por dos pórticos, llamados el Pronaos y el Opistódomos, por el que se accede a la nave principal. En la Naos o Cella estaría la estatua de Atenea Parthenon, esa estatua de doce metros representando a la diosa Atenea. Está aislada del resto del edificio mediante un muro, y delante de la estatua habría un pequeño estanque que proporcionaría brillo a esa estatua. También se puede ver la Cámara de las Vestales, una pequeña cámara rectangular en la que se guardaba el tesoro del templo y de la Liga de Delos.

Visitando la Acrópolis

Partenón de Atenas

El monumento del Partenón se enmarca dentro de la conocida Acrópolis de Atenas, traducida como la ‘ciudad alta’, en la que se encontraban los principales lugares de culto y que también tenía un fin defensivo. Por eso se encuentra en la zona más alta de la ciudad, y se puede ver casi desde cualquier punto de Atenas.

El horario de visitas es todos los días de 8:00 a 20:00 horas. Además del asombroso Partenón, podremos ver otros templos. El Propileos que era la antigua entrada de la Acrópolis, un edificio con más columnas dóricas. Tampoco hay que perderse el Erecteion, el edificio que se construyó en el lugar más sagrado de la Acrópolis, donde Atenea hizo florecer el primer olivo de las tierras griegas. Los más característico las Cariátides en la galería sur, que son columnas en forma de mujeres, aunque son copias de las originales que están en el Nuevo Museo de la Acrópolis para conservarlas en mejor estado. También está el templo de Atenea Niké, para conmemorar la victoria sobre los persas en la famosa batalla de Salamina.


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