Excursiones desde Bucarest

Muchas veces la capital de un país es la ciudad más importante y más visitada, pero de modo alguno debe ser la única visitada. Si te gusta Europa del Este y visitas Rumanía no te quedes en Bucarest solamente.

Si bien la ciudad es muy bonita sus alrededores son algo digno de ver. Desde el Castillo de Drácula, saltando tal vez a la vecina Bulgaria o caminando por los Cárpatos, la oferta es muy variada e interesante. Apunta:

Los Cárpatos

Con ese nombre puedo imaginarme una tierra de película. Y lo es. A solo dos horas de Bucarest están los Cárpatos, una cadena montañosa por la que puedes caminar o hacer excursionismo. Hay una red bien señalizada de camino de distintas dificultades.

Por ejemplo, desde una ciudad llamada Busteni, dueña del cablecarril más largo del país, puedes hacer una caminata de dos horas que comienza en la estación de este medio de transporte, sigue por la vera del río y llega al bosque. Tal vez los primeros minutos son algo empinados pero pasado ese tiempo se suaviza el andar y directamente disfrutas de una caminata espectacular con cascada incluida.

Estando el cablecarril ahí otra opción es tomarlo y subir a las montañas Bucegi. Las vistas son geniales y pasas por una roca gigantesca conocida como La Esfinge a los pocos minutos. A la hora verás la Cruz de los Héroes que fue colocada allí en conmemoración de los soldados muertos durante la Primera Guerra Mundial. Las vistas desde este punto son maravillosas y se extienden por kilómetros.

Palacio Mogosoaia

No hay que alejarse más de 15 kilómetros para visitar este palacio tan hermoso. Fue construido a comienzos del siglo XVIII por el gobernante de Rumanía Constantin Brancoveanu y tiene una decoración bizantina espectacular con detalles barrocos y renacentistas.

Este gobernante fue ejecutado tiempo después y su fortuna fue confiscada por los invasores otomanos. El palacio paso a ser un hospedaje y recién en el siglo siguiente volvió a manos de la familia original. Durante la Guerra Ruso Turca de la segunda mita del siglo XVIII fue destruido y en la Primera Guerra Mundial le tocó a los alemanes bombardearlo, así que no tenido una vida muy tranquila. Por suerte siempre lo han reconstruido.

Bajo el régimen comunista fue estatizado, sus dueños arrestados y parte de sus obras de arte se perdieron. Fue a fines de los años ’50, todavía bajo los comunistas, que el palacio se convirtió en museo. Hoy es un gran destino, un edificio hermoso con unos jardines maravillosos.

Monasterio Snagov

Está cerca de Bucarest, a solo 40 kilómetros, en el medio de un largo de ensueño, en una isla pequeña que está conectada a tierra firme mediante un puente. Es decir, o llegas caminando o en botecito desde la aldea cercana. Tiene el orgullo de poseer un mural enorme, el más grande del país dentro de una iglesia, repleto de frescos del siglo XV.

La historia nos dice que este monasterio sirvió de refugio para gobernantes y fugitivos a lo largo de la turbulenta historia de Rumanía y es porque alguna vez estuvo mucho más escondido entre el bosque y el agua. Una leyenda dice que en este monasterio está la verdadera tumba de Vlad el Empalador, justo frente al altar de la iglesia. No faltaron excavaciones pero de momento se han encontrado huesos humanos y de animales, aunque nada confirma que sean los restos de Drácula.

Hoy en día es un sitio muy tranquilo y silencioso. Abre de 7:30 am y las 6 pm y la entrada cuesta 15 lei por adulto.

Castillo Bran

Es el castillo conocido como el Castillo de Drácula pero hay que recordar que no es tal, aunque sin dudas es un imán de turistas. La estructura es medieval y fue construida en el siglo XIV, justo en la frontera entre la región histórica de Walachia y la región de Transilvania. En la década del ’20 del siglo pasado fue una residencia real así que la entonces Reina María de Rumanía lo renovó por completo y sus herederos lo recibieron a su muerte.

Hoy es uno más visitados del país aunque sigue siendo una propiedad privada y está a 200 kilómetros de Bucarest. Está en un lugar precioso, rodeado de los macizos de Bucegi y Piatra Craiului: altas montañas, planicies, ríos, cañones, bosques. Puedes llegar en tren desde la estación Bucarest Nord Gara A con destino a Brasov en un viaje de tres horas y media por un precio aproximado de 8 euros.

Abre los lunes de 12 pm a 6 pm y de jueves a domingo de 9 am a 6 pm (en temporada alta de abril a septiembre); y cierra dos horas antes en temporada baja (de octubre a marzo).

Castillo Peles

Alguna vez fue la residencia de la familia real rumana y hoy es un museo de muebles y colecciones de arte. Se trata de un castillo de estilo neo renacentista que se ubica sobre una vieja ruta medieval que une Transilvania y Valaquia.

Fue construido entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX por ordenes del Rey Carol I y en realidad más que un castillo es un palacio. Está cerca de la ciudad de Sinaia, a solo 48 kilómetros de Brasov y a 124 km de Bucarest. En realidad forma parte de un complejo compuesto a su vez por el Castillo Pelisor y el Coto de Caza Foisor.

En algunos momentos de su vida no fue muy cuidado: por ejemplo, bajo el gobierno de Ceasescu permaneció cerrado y abandonado entre 1975 y 1990. Recién tras la caída del comunismo el castillo renació y fue abierto al público. Hoy en día hay hoteles, restaurantes y en el Castillo Foisor funciona la residencia presidencial.

Las visitas al museo son guiadas y cada visita te lleva a conocer una parte distinta así que te conviene tomar el tour completo para conocer los dos pisos. Verás los Apartamentos Imperiales, el Salón de Honor, la Armería, la Suite Imperial y distintos salones en distintos estilos de decoración.

Brasov y Sinaia

Hemos nombrado a Brasov y en realidad la ciudad es atractiva en sí misma. Tiene el triste título de Ciudad Mártir por la cantidad de mártires que dio a la Revolución rumana de 1989. Está a 166 kilómetros de Bucarest y llegas en tren o autobús. Si te acercas hasta aquí y lo harás puedes visitar alguno de sus tantos museos, fortificaciones medievales, templos e iglesias.

Por su parte Sinaia es un resort de montaña situado cerca del Palacio Peles, a 48 kilómetros de Brasov. Puedes visitar el monasterio del mismo nombre, la vieja estación de tren, un par de vertiginosos acantilados y por supuesto lo mejor que puedes hacer es visitar el Palacio Peles y los demás del complejo en el mismo viaje.

Bulgaria

Para terminar, puedes cruzar a Bulgaria. Bucarest está muy cerca de la frontera así que hay muchos tours o puedes hacer la visita por tu cuenta, aunque puede ser algo difícil llegar a las ciudades más fronterizas usando el transporte público así que suelen recomendar las agencias de turismo.

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