Frigiliana

Imagen| Rtve

A pocos kilómetros del mar Mediterráneo y a los pies de un Parque Natural se levanta Frigiliana, el único pueblo de la provincia de Málaga que fue reconocido en 2015 como uno de los más bellos de España. Pese a estar convirtiéndose en un reconocido destino turístico, todavía conserva su autenticidad al no estar masificado.

¿Cómo es Frigiliana?

Adentrarse en Frigiliana es hacerlo en un laberinto de calles todas en pendiente, con casas encaladas de un blanco deslumbrante que contrastan con los tejados rojizos de pizarra y el azul del cielo. Las macetas que decoran los edificios con flores como jazmines, geranios o buganvillas aportan un extra de color a esta bonita escena.

La localidad se divide en dos zonas: la de reciente construcción en la parte baja y la más antigua que hallamos conforme vamos ascendiendo por sus estrechas, empedradas y empinadas calles. Pasear por sus calles es toda una experiencia, como si de un viaje en el tiempo se tratara. Además, sus vistas son espectaculares al estar situado a trescientos metros sobre el nivel del mar. No te podrás resistir a tomar un álbum fotográfico en un día claro de invierno, ya que se puede ver Nerja, sus alrededores e incluso el norte de África.

Imagen| Vacaciones España

¿Qué ver en Frigiliana?

Una visita a la ciudad comienza entrando en el casco histórico, en el que no se puede circular en coche salvo residentes.

Frigiliana se denomina a sí misma como la villa de las tres culturas pues a finales del siglo XV convivían aquí cristianos, musulmanes y judíos, lo cual se recoge en la Fuente de las Tres Culturas y en otros monumentos como la vasija del Adarve del Torreón. Para conmemorar este hecho, en Frigiliana se celebra el Festival de 3 Culturas la última semana de agosto y además hay una la Plaza de las Tres culturas.

Este episodio de su historia fue tan relevante que a lo largo del casco antiguo podemos encontrar doce placas de cerámica que narran la sublevación de los moriscos y las últimas batallas que se produjeron en la zona.

Algunos puntos de interés histórico de obligada visita en Frigiliana incluyen la Fuente Vieja, la iglesia de San Antonio, el real Expósito, la Capilla del Santo Cristo de la Caña, el Palacio Renacentista de los Condes de Frigiliana o el llamado Balcón del Mediterráneo desde donde se puede disfrutar de las vistas del mar.

Pero son muchos más los espacios de interés en este bello pueblo. Por ejemplo, la Casa Solariega de los Condes, que data de finales del siglo XVI fue construida por la familia Manrique de Lara. También, la Casa del Apero de inicios del siglo XVII que ahora alberga la Oficina de Turismo.

Merece la pena visitar también los restos del antiguo castillo árabe en la parte superior del municipio. Aunque no queda mucho de esta fortaleza, las vistas son espectaculares. Otros lugares muy interesantes son la Biblioteca Municipal y el Museo Histórico. Merece la pena visitarlo, siendo el primer museo arqueológico de la Axarquía.

Por último, el Torreón se encuentra en el antiguo barrio mudéjar, justo al lado de la Calle Real. Lo que fue un antiguo granero ahora es parte de una casa. Para acceder al patio hay que atravesar un arco lleno de plantas, señalizado como El Torreón.

Si te atrae el ambiente bohemio, Frigiliana es tu sitio pues por su atmósfera singular numerosos artistas y fotógrafos como Arne Haugen Sørensen, Klaus Hinkel, Penélope Wurr y Miró Slavin han llegado hasta aquí para dar rienda suelta a su creatividad. Además, si te gusta el arte hay exposiciones en la Casa del Apero y en galerías privadas con regularidad por lo que podrás hacerte con un bonito recuerdo de tu visita.

Hablando de llevarse un souvenir de Frigiliana, ¡no te pierdas el mercadillo que tiene lugar los jueves y los sábados! Una ocasión perfecta para probar las especialidades de la zona.

Imagen| Sendeante Wikiloc

Naturaleza en Frigiliana

Frigiliana es un punto de partida ideal practicar senderismo por las cumbres de la Sierra Tejeda y explorar los alrededores del parque natural de la Sierra Tejada Almijara. También se puede realizar una excursión por el río Higuerón, cuyas aguas son más calmadas que el río Chillar en Nerja.

En verano muchos lugareños y visitantes acueden a la alberca del Pozo Batán a disfrutar de la naturaleza y algunos incluso a refrescarse pese a que no está permitido el baño.


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