Grinzing, el barrio de los viñedos en Viena

Grinzing

Un pequeño trayecto en el siempre encantador tranvía vienés nos lleva a uno de los barrios con más personalidad de la capital de Austria, rodeado de colinas cubiertas de bosque y de viñedos: Grinzing. Hoy es un barrio más de la enorme y elegante Viena, pero hace años fue un pintoresco pueblo y ese viejo encanto aun no se ha perdido.

La torre del campanario de Grinzing, con su característica cúpula bulbosa, marca el lugar donde hay que apearse para disfrutar de las viejas calles del barrio y su famosa oferta gastronómica. En primavera la postal es preciosa: casas bajas con fachadas pintadas de vivos colores, geranios en los balcones, y sobre todo muchos y animados Heurigen, las típicas tabernas vienesas.

Los Heurigen solo abren por la tarde, a partir de las cinco o las seis, y aunque se sirve cerveza lo tradicional es tomarse una jarra de vino blanco. Fueron los romanos los que trajeron esta tradición a la vieja Vindobona, en la frontera del Danubio que separaba el mundo bárbaro de la civilización, y los vieneses no se han olvidado de ella. ¿Cómo saber si un Heurigen tiene vino? Hay que fijarse en el umbral de la puerta, adornado con una rama de pino.

Para acompañar el vino, que se sirve en viertel (cuarto de litro) tenemos los sólidos platos de la gastronomía local servidos en bufet: ganso, paletilla de cerdo, gulasch… El ambiente s ecompleta con los vestidos típicos de las camareras, la música en vivo y, cómo no, los vapores del vino haciendo su trabajo entre los clientes.

Si hablamos de vinos, aquí el rey es el Riesling, aunque también hay otras variedades muy apreciadas como el Traminer o el Muskat. Además de beber y comer, en los Heurigen podemos también comprar botellas del vino que se elabora en los viñedos de Grinzing antes de regresar a la Viena imperial, más seria y menos dada a estas demostraciones de alegría.

Más información – Una escapada a Viena

Imágenes: panoramio.com


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  1.   Nelva Nora dijo

    Gratos recuerdos, en el 2010 visité Viena y estuve cenando en un precioso rerstaurant en !Grinzing, visitado por grandes personalidades del mundo. Noche inolvidable!!! baile, música,alegria y «VINO VERDE»FANTÁSTICO!!!!!!!!!!!!!!!!!

    1.    Daniel dijo

      Hola Nelva Nora,

      Sin duda en Grinzing encontramos la cara más amable de Viena. Tal vez menos monumental y majestuosa que el resto de al ciudad, pero llena de encanto.