
Un pequeƱo trayecto en el siempre encantador tranvĆa vienĆ©s nos lleva a uno de los barrios con mĆ”s personalidad de la capital de Austria, rodeado de colinas cubiertas de bosque y de viƱedos: Grinzing. Hoy es un barrio mĆ”s de la enorme y elegante Viena, pero hace aƱos fue un pintoresco pueblo y ese viejo encanto aun no se ha perdido.
La torre del campanario de Grinzing, con su caracterĆstica cĆŗpula bulbosa, marca el lugar donde hay que apearse para disfrutar de las viejas calles del barrio y su famosa oferta gastronómica. En primavera la postal es preciosa: casas bajas con fachadas pintadas de vivos colores, geranios en los balcones, y sobre todo muchos y animados Heurigen, las tĆpicas tabernas vienesas.
Los Heurigen solo abren por la tarde, a partir de las cinco o las seis, y aunque se sirve cerveza lo tradicional es tomarse una jarra de vino blanco. Fueron los romanos los que trajeron esta tradición a la vieja Vindobona, en la frontera del Danubio que separaba el mundo bÔrbaro de la civilización, y los vieneses no se han olvidado de ella. ¿Cómo saber si un Heurigen tiene vino? Hay que fijarse en el umbral de la puerta, adornado con una rama de pino.
Para acompaƱar el vino, que se sirve en viertel (cuarto de litro) tenemos los sólidos platos de la gastronomĆa local servidos en bufet: ganso, paletilla de cerdo, gulasch⦠El ambiente s ecompleta con los vestidos tĆpicos de las camareras, la mĆŗsica en vivo y, cómo no, los vapores del vino haciendo su trabajo entre los clientes.
Si hablamos de vinos, aquĆ el rey es el Riesling, aunque tambiĆ©n hay otras variedades muy apreciadas como el Traminer o el Muskat. AdemĆ”s de beber y comer, en los Heurigen podemos tambiĆ©n comprar botellas del vino que se elabora en los viƱedos de Grinzing antes de regresar a la Viena imperial, mĆ”s seria y menos dada a estas demostraciones de alegrĆa.
MĆ”s información ā Una escapada a Viena
ImƔgenes: panoramio.com
