Historia y Características del Coliseo Romano

Exterior del Coliseo Romano

Existen lugares que hay que ver por lo menos una vez en la vida, y el Coliseo de Roma es uno de ellos. Una obra arquitectónica que se ha mantenido en pie unos dos mil años y que alberga una historia muy extensa e interesante, que se ha retratado en múltiples películas y documentales, por lo que no será un desconocido. No obstante, seguro que hay muchas cosas que no sabíais sobre este monumento italiano.

Este Coliseo, también conocido como el Anfiteatro Flavio, se comenzó a construir en el año 70 d. C. bajo el mandato de Vespasiano, donde estaba el lago de Nerón. Hay muchas conjeturas acerca del motivo de su construcción, y se piensa que pudo ser una obra de triunfo tras las conquistas romanas, pero también que se quiso devolver a Roma una zona que había sido utilizada por Nerón de forma personal para crear su residencia, la Domus Aurea. ¿Queréis conocer más detalles del Coliseo Romano?

Historia y curiosidades

El Coliseo Romano de noche

Revivir toda la historia del Coliseo nos llevaría horas, aunque desde luego es algo muy interesante. Su construcción comienza en los años 70 y 72 d. C. y su nombre actual le viene del Coloso de Nerón, una estatua que había cerca y que hoy en día no se conserva. Se edificó en gran parte sobre el Domus Aurea, rellenando el lago de Nerón de arena. Se terminó bajo el mandato del emperador Tito, en el año 80 d.C. Hay muchas curiosidades referentes a este Coliseo, por lo que intentaremos descubrir algunas de ellas.

En este Coliseo había un aforo de 12.000 personas con 80 filas de gradas. La importancia de los espectadores iba de abajo hacia arriba, estando en la parte inferior los más ricos y poderosos de Roma, como el Emperador, los senadores, magistrados o sacerdotes. En el estrato superior estaban  los romanos más pobres, de un estatus social mucho más bajo que el resto. Dentro de él se llevaban a cabo muchos espectáculos, siendo los más conocidos las luchas de gladiadores. También había luchas con animales, ejecuciones públicas, recreaciones de batallas, obras de teatro de la mitología clásica o las naumaquias, que son combates navales. Se cree que en sus inicios se llenaba la parte inferior de agua para realizar estas batallas.

Este Coliseo se inauguró en el 80 d. C., y fue el anfiteatro más grande, con una celebración que duró 100 días. Los últimos juegos en él se celebrarían en el siglo VI, más allá de la fecha en la que se considera finalizado el Imperio Romano. Más tarde, este edificio tuvo varios usos, ya que fue refugio, fábrica y cantera. Finalmente se usó como santuario cristiano, por lo que consiguió salvarse hasta el día de hoy, ya que muchas de sus piedras estaban siendo utilizadas para construir los nuevos edificios en la ciudad. En la actualidad ha sido restaurado en algunas partes y no se conserva la cubierta de madera que era la arena, por lo que se ve la parte inferior, pero es una de las grandes obras de este desaparecido imperio.

Estructura del Coliseo

Interior del Coliseo Romano

La estructura de este anfiteatro fue algo totalmente nuevo, ya que era el más grande que se había realizado. En el interior se encontraban la arena y el hipogeo. La arena es el terreno de juego, un óvalo con una plataforma de madera que se cubría de arena, en donde se llevaban a cabo los espectáculos. La zona del hipogeo es el subsuelo con túneles y mazmorras en donde se alojaban los gladiadores, los condenados y los animales hasta que salían a la arena. Esta zona tenía un estupendo sistema de drenaje para evacuar el agua, se pensaba que tras los espectáculos navales de naumaquia. La zona de la cávea es la de las gradas, con el pódium, en donde se ponían los personajes más ilustres.

Otra parte que sorprende incluso hoy en día son los llamados vomitorios, que son las salidas por las que se accedían a los pasillos para salir del Coliseo. Permitían salir a una gran cantidad de gente en poco tiempo, de forma que se podían evacuar unas 50.000 personas en unos cinco minutos. Muchos estadios en la actualidad no han podido igualar estas obras y su gran funcionalidad.

Coliseo Romano por fuera

En la zona exterior nos encontramos con una fachada en cuatro pisos superpuestos, con columnas y arcos, y una zona superior cerrada. Esto le aporta un aspecto mucho más liviano al anfiteatro. En cada nivel se puede ver un estilo diferente, algo que era habitual en muchas construcciones de la época. Utilizan el estilo toscano, jónico y corintio, y en la parte superior uno que llaman compuesto.

El velario es otra parte que ya no se conserva, y es que se trata de una cubierta de tela que se desplegaba para proteger al público del sol. Se utilizaban mástiles de madera y telas, en principio de velas, y más tarde de lino, que era mucho más ligero. Había un total de 250 mástiles que se podían utilizar de forma separada para cubrir solamente algunas partes si era necesario.

El Coliseo en la actualidad

El Coliseo Romano ahora

En la actualidad, el Coliseo Romano es una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad italiana. En 1980 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y en julio de 2007 se consideró como una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.

Actualmente esta atracción es de pago, y para poder verla es mejor estar a primera hora para poder coger una entrada cuanto antes. Abre a las 8.30 todos los días y las entradas para los adultos cuestan 12 euros. Otra forma de conseguir la entrada es utilizar el Roma Pass, una tarjeta para obtener descuentos en diferentes atracciones y monumentos de la ciudad, evitando además tener que hacer colas.

Dentro del Coliseo se pueden hacer visitas guiadas, y en el piso superior hay un museo dedicado al dios griego Eros. Otro de los actos relacionados con el Coliseo es la procesión del Vía Crucis del Papa los Viernes Santos cada año.


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