Hita

Hita

Situada en la provincia de Guadalajara, la localidad de Hita es famosa, sobre todo, por su arcipreste, a quién debemos el famoso Libro de Buen Amor, una de las cimas de la literatura medieval española.

Buena parte de sus atractivos turísticos se basan en su más ilustre nativo. Pero esta villa de la comarca de La Alcarria (donde, por cierto, te aconsejamos ver, igualmente, los campos de lavanda de Brihuega entre otras maravillas) tiene también otros muchos. Habitada desde época romana, vivió su mayor esplendor en la Edad Media durante la cual, como zona de frontera, fue espacio de convivencia entre hispanos, judíos y musulmanes. De todo ello han quedado numerosos monumentos en la zona que, unidos a su entorno natural, justifican sobradamente tu viaje a Hita. Vamos a comenzar nuestro recorrido por la localidad alcarreña.

La plaza de Arcipreste

Plaza del Arcipreste

Plaza del Arcipreste de Hita

También llamada plaza Mayor, ha sido el núcleo vital de la villa desde el siglo XV. Asimismo, era la parte central del barrio judío, donde sus habitantes comerciaban con sus productos y tenían su sinagoga. Destaca por algunos elementos singulares como un soportal con pilares de madera en dos líneas o el muro que separa este espacio de la cercana plaza de doña Endrina.

Igualmente, debes fijarte en las casas con fachadas de ladrillo mudéjar y, especialmente, en la llamada «el Alboroque de Samuel Levy», que fue vivienda y comercio de este destacado personaje y que ha guardado, como todo el conjunto urbanístico de la plaza, todo su sabor medieval. De hecho, es uno de los escenarios del festival dedicado a esta época que celebra la villa y del cual te hablaremos más veces en este artículo.

La Puerta de Santa María y las ruinas de la muralla y del castillo de Hita

Puerta de Santa María

La preciosa puerta de Santa María

La villa alcarreña tuvo una fortaleza que la controlaba desde lo alto del cerro en el que se asienta. Se construyó en el siglo XIV sobre una antigua atalaya musulmana que dominaba la confluencia de los valles del Henares y del Badiel. Por entonces, llegó a ser incluso Tesorería Real de Pedro I en la zona. Es decir, el lugar donde se guardaban los impuestos recaudados.

Cien años más tarde, el castillo fue mejorado por orden de Íñigo López de Mendoza, el famoso marqués de Santillana, a la sazón señor de Hita. Entonces, se le sumó una gran torre del homenaje. Sin embargo, se abandonó ya en el siglo XV y, finalmente, sería derruido en el XVIII. No obstante, hay en la zona un recinto arqueológico en el que se han encontrado piezas de época musulmana datadas en el siglo XI. También forman parte de este las ruinas de la antigua muralla medieval, que unía el castillo a la villa para, además, proteger esta. Estaba construida con mampostería de piedra caliza y poseía cuatro entradas.

De estas solo queda una que, además, es uno de los más bonitos monumentos de la localidad. Se trata de la puerta de Santa María, una preciosa muestra de arquitectura militar gótica que se construyó en el siglo XV. Tras la Guerra Civil quedó parcialmente destruida, pero se ha restaurado por completo. La componen una portada con arco apuntado al que flanquean dos garitones y un matacán o voladizo almenado de vigilancia. Asimismo, sobre el primero está el escudo heráldico de los López de Mendoza junto a dos yelmos que recrean la divisa que usaba el propio marqués de Santillana en los torneos de armas.

La iglesia de San Juan Bautista

Iglesia en Hita

Iglesia de San Juan Bautista

Es el principal templo de la villa y se construyó entre los siglos XV y XVI. Muestra un precioso estilo mudéjar, aunque su torre campanario es herreriana. No obstante, sus mayores joyas se encuentran en el interior. Destaca en este la capilla de la Virgen de la Cuesta, patrona de la localidad, con su artesonado de casetones octogonales. Igualmente, es muy bonita la cubierta de madera del presbiterio, con decoración en lazos estrellados.

Por otra parte, no es la de la Virgen la única imagen que debes ver en esta iglesia. También hay un Cristo en el altar mayor que es renacentista, una talla barroca del apóstol San Juan y varias pinturas de esta misma época y del neoclásico. Finalmente, fíjate en las losas sepulcrales pertenecientes a los hidalgos de Hita y en las dos pilas de bautismo. La de la cabecera es románica y la otra, situado a los pies, igualmente renacentista.

Otras iglesias de Hita

Iglesia de San Pedro

Restos de la iglesia de San Pedro en Hita

No es la que te acabamos de citar la única iglesia de la villa alcarreña. Sin embargo, desgraciadamente, la otra más valiosa se halla en ruinas desde Guerra Civil. Se trata de la de San Pedro, construida en estilo románico como lugar de enterramiento de los citados hidalgos de Hita. De hecho, las losas sepulcrales que te hemos mencionado se encontraban en este templo antes de pasar al de San Juan Bautista.

No obstante, en su pavimento todavía se conserva la del alcaide del castillo, Fernando de Mendoza. Es de lo poco que puedes ver actualmente junto a parte de sus muros y a la fachada del camarín de la Virgen que se le añadió en el XVIII.

Por otra parte, en la pedanía de Padilla de Hita tienes la iglesia de San Miguel, una sencilla construcción del siglo XIII que responde al llamado románico rural de Guadalajara. Presenta un atrio porticado que da paso a la portada y al templo, el cual se compone de una sola nave con cabecero rectangular. Finalmente, también tuvo la villa otra iglesia, la de Santa María, que fue demolida ya en el XVIII. Era de estilo mudéjar y albergaba la talla de la Virgen de la Cuesta que ya te hemos citado al hablarte del templo del San Juan.

Los bodegos y el palenque

Palenque

El palenque durante el Festival Medieval de Hita

No obstante todo lo que te hemos mostrado, quizá las dos atracciones más singulares de la localidad sean las que vamos a explicarte ahora: los bodegos y el palenque. Este último, construido en 1970 a los pies de la muralla, es un recinto preparado para la celebración de las justas medievales que se desarrollan en el marco del Festival de Hita. Tiene capacidad para dos mil personas y acoge espectáculos de puntería y combates a pie y a caballo.

Por otra parte, las bodegas de la villa alcarreña ya albergaban vino hace seis siglos y todavía se conservan muchas de ellas. Pero ahora queremos hablarte de los bodegos. Reciben este nombre casas cueva de origen medieval que, además, cumplían, justamente, la función de guardar el vino para su maceración.

Ya se usaban en el siglo XV y llegaron a registrarse catorce. Como es lógico, se ubicaban en el cerro de Hita, la parte más antigua de la villa. Y disponían de varias habitaciones separadas por muros de adobe encalados. Incluso tenían cocina con chimenea, granero y establo. Puedes visitar algunos de ellos los sábados, domingos y festivos. Concretamente se accede a los bodegos del Tío Diego, de doña Bellida y del Barrio Alto y la visita parte de la oficina de turismo ubicada en la Casa del Arcipreste.

La Casa Museo del Arcipreste

Casa del Arcipreste

La Casa Museo del Arcipreste

Como te hemos dicho anteriormente, la villa alcarreña tiene muy presenta la egregia figura de su arcipreste. En este edificio se muestran distintos aspectos relacionados con su vida y su magno Libro de Buen Amor. Entre ellos, toda una colección de libros sobre autor y obra donados por el investigador Manuel Criado del Val. Pero la instalación te ofrece mucho más.

También dispone de una sala dedicada al Festival Medieval de la localidad que se celebra todos los años desde 1961. Incluye máscaras, carteles promocionales y otros muchos objetos. Asimismo, dispone la casa del Arcipreste de una sala arqueológica y otra etnográfica. En esta última se exponen enseres y utensilios de la vida tradicional en la zona. Por su parte, en la primera hay objetos hallados en las inmediaciones del castillo de Hita y en otras partes del municipio.

Entorno natural y rutas por Hita

Monasterio de Sopetrán

Monasterio románico de Sopetrán

Si bonita es esta villa de Guadalajara, no menos belleza tiene su entorno. Desde ella puedes recorrer los valles de los ríos Henares Y Badiel, así como transitar por los cerros de La Muela, El Colmillo o La Tala. Igualmente, entre los parajes naturales de la zona tienes la Fuente Vieja, que suministraba de agua a la localidad y ahora es un área recreativa. Pero también los montes públicos de Las Tajadas y La Dehesa o el entorno del arroyo de Valdepadilla.

Por todos estos lugares tienes bonitas rutas de senderismo. A la citada fuente va uno de tan solo cinco kilómetros y gran sencillez que, además, conduce al puente medieval de la Paloma. Asimismo, puedes hacer un sendero circular en torno a la villa que tiene una longitud de apenas tres kilómetros o subir al recinto del castillo atravesando el barrio antiguo de los bodegos para obtener maravillosas vistas de La Alcarria. Incluso puedes llegar hasta el imponente monasterio románico de Sopetrán, que se halla en el municipio.

No obstante, si quieres retos mayores, puedes hacer la ruta del arcipreste, que recorre lugares normalmente caminados por él. Entre ellos, Beleña de Sorbe, Retiendas, Brihuega o los pueblos negros de Guadalajara. Reciben este nombre los ubicados en torno a la sierra de Ayllón que se caracterizan por el uso de pizarra de ese color para sus casas. Finalmente, en la zona de Hita tienes otra ruta genuinamente literaria e histórica. Se trata del Camino del Cid, que reproduce su trayecto al destierro contado en el poema dedicado al héroe. Concretamente, el tramo denominado La algarada de Alvar Fáñez atraviesa el municipio.

En conclusión, te hemos contado lo mejor que puedes ver y hacer en Hita, una tierra de gran belleza, no menos historia y mucha importancia para la literatura española. Tan solo nos resta aconsejarte que, si viajas a esta localidad, también te acerques a otros preciosos pueblos de la provincia de Guadalajara como Sigüenza o la más pequeña Trillo. Anímate a conocer esta maravillosa zona de España.


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