Huayna Picchu, tesoro en Perú

Perú es uno de los países más interesantes para visitar en América del Sur. Tiene una cultura milenaria y ruinas de distintas culturas que son fabulosas. Tal vez las ruinas más conocidas sean las de Machu Picchu, la aventura que todos queremos hacer, pero no podemos resumir el Perú en ellas.

Las ruinas de Huayna Picchu son un tesoro no tan conocido para el turista regular aunque tal vez hasta las oiga nombrar mientras organiza la trepada a Machu Picchu. Vale la pena conocerlas pues como las otras más famosas son ruinas que se esconden en las alturas de las montañas. ¿Vas a Perú? Entonces apunta esta información para no perdérterlas.

Huayna Picchu

Su significado en quechua, la lengua originaria, es montaña joven. Si comparamos esta montaña con la de Machu Picchu se trata de una montaña más chica pero que tiene un camino de subida mucho más empinado, estrecho y peligroso.

La montaña tiene 2700 metros de altura y para alcanzar su cima es necesario pasar por Machu Picchu pues hay un camino de tierra que conecta ambas montañas desde el lado norte de la primera. Cuando ves la clásica postal de las ruinas mira la montaña detrás de ellas, esa es Huayna Picchu. Solo mirar el caminito y te da vértigo pero hay que recordar que los incas eran tremendos constructores y que si ellos hicieron un camino es porque ese camino es transitable.

Conocer la montaña entonces forma parte de las excursiones de senderimo que puedes hacer desde la famosa ciudadela de Machu Picchu. Para hacerlo debes comprar un boleto y saber antes que no todos los que ascienden a Machu Picchu llegan después a Huayna Picchu. ¿Por qué? Pues porque la senda es estrecha y empinada y no apta para quienes sufren vértigo. Por suerte se han instalado cables de seguridad pero no deja de ser un reto.

En pocas palabras, la trepada a Huayna Picchu es casi vertical y por eso mismo es maravillosa, de las mejores caminatas que puedes hacer aquí arriba.

Visitar Huayna Picchu

Como dijimos más arriba es necesario comprar un boleto especial y no hay muchos. Solo se venden 400 boletos así que puedes conseguirlo hasta seis meses antes de la fecha de tu vieja. Y es que solo se aceptan 400 personas por día, así que si vas en temporada alta ten esto muy pero muy en cuenta. A la hora de organizar debes pensar en boletos de tren, hotel y este en particular, todo junto.

Entonces, primero debes llegar a Machu Picchu y después de recorrer la ciudadela enfilas hacia el norte, pasas por el sector de las Huayranas o Roca Sagrada y allí te topas con la caseta de control que regula el ingreso a la montaña. Dos grupos ingresan por día: uno lo hace entre las 7 y las 8 de la mañana y otro entre las 10 y las 11 de la mañana. Se permiten 400 personas, es decir 200 por turno.

Calcula una caminata de dos horas y media entre subida y bajada sin contar el tiempo que pasarás arriba. La caminata es de moderada a difícil, en términos de dificultad, pues como dijimos la montaña es empinada y aunque hay escalinatas talladas en la roca y cables de seguridad la verdad es que no es muy fácil y ni hablar si sufres de vértigo. ¿Cuáles son las recompensas?

Pues arriba está el Templo de la Luna, tallado dentro de una cueva natural. Se trata de una de las construcciones subterráneas más increíbles de la zona. No es una única cueva sino varias que los incas recubrieron con piezas de cantera encajadas perfectamente en la roca natural. Los muros están decorados y es fácil pensar que no fue nada fácil darle forma a este lugar. Nadie sabe su función original porque muchas de sus decoraciones han sido saqueadas. Una pena.

Así, el nombre con el que se conoce a la cueva, templo de la luna, es algo arbitrario y no hay arqueólogo que lo  respalde a pesar de su popularidad. Por otra parte, el camino que une Machu Picchu con Huayna Picchu se bifurca y solo una de sus sendas es la que llega a la cima en la que hay una roca conocida como Silla del Inca y unas vistas maravillosas de la ciudadela de Machu Picchu y del río Urubamba con sus aguas agitadas.

Las fotos indican que es un camino difícil pero a mi me parece que no hay que perdérselo pues desde arriba de todo la vista panorámica es simplemente maravillosa, te quita el aliento. Piensa que estás a unos 400 metros por sobre las ruinas de Machu Picchu…

Más arriba dijimos que hay que comprar un boleto especial para hacer este paseo. Las tarifas son distintas para peruanos y extranjeros. En el caso de la visita combinada Machi Picchu/Huayna Picchu cuesta 200 soles por adulto extranjero (alrededor de 200 euros), y 125 soles por estudiante extranjero (33 euros).  Estos precios son los más caros de la visita pues si solo visitas Machu Picchu, el museo o la montaña las tarifas están entre los 152 y 174 soles.

A la hora de hacer senderimo por aquí recuerda llevar zapatos cómodos, protección solar, gafas de sol, una gorra o sombrero, algún abrigo liviano que repela la lluvia y agua. ¿Qué época del año es la mejor para visitar Huayna Picchu? Pues entre mayo y octubre porque entre noviembre y marzo es temporada de lluvias y a la molestia del agua se suma el peligro de los deslizamientos de tierra que son, lamentablemente, bastante frecuentes.


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