Kawagoe, la Pequeña Edo cerca de Tokio

A veces no queremos caer una y otra vez en los mismos destinos turísticos o los más populares. Tokio es una gran ciudad y con la ayuda de los trenes japoneses es fácil y rápido escaparse un poco de ella y conocer sitios encantadores que están escondidos muy cerca.

Kawagoe es uno de ellos. Las bombas de la Segunda Guerra Mundial destruyeron mucho del Japón antiguo pero antes ya había hecho lo suyo el Gran Terremoto de Kanto de 1923, así que hay que moverse un poco de la capital para empezar a contemplar e imaginar cómo era el Japón de siglos atrás. Lo cierto es que Kawagoe nos abre una encantadora ventana a ese pasado.

La Pequeña Edo

Edo es el nombre antiguo de Tokio así que como Kawagoe luce un poco como lucía la antigua capital japonesa se la conoce con ese nombre pintoresco y «atrae turistas». El Período Edo se corresponde con el último shogunato, el Tokugawa, es decir el ultimo período en el que los shogunes o grandes señores dominaron la vida política del país por sobre el emperador.

El Período Edo terminó en 1868 con la apertura forzosa al comercio internacional. Si viste la película El último samurai con Tom Cruise de eso precisamente estoy hablando. Durante estos siglos, del XVII al XIX, el corazón de la nación fue el Castillo Kawagoe aunque la ciudad propiamente dicha y moderna, data de fines del siglo XIX.

Kawagoe está en la prefectura de Saitama, en la región de Kanto, la cruzan dos ríos y dista unos 30 kilómetros de Tokio. Los bombardeos aliados por suerte no la dañaron mucho y hoy pasear por las callecitas del casco histórico es un placer.

Cómo llegar a Kawagoe

30 kilómetros no es nada y los haces en casi una hora hora utilizando el tren. Hay tres líneas ferroviarias, dos privadas y una pública, que unen Tokio con Kawagoe así que con el Japan Rail Pass viajas gratis. Debes ir hasta la estación Shinjuku de la línea Yamanote y allí tomar el JR Saikyo, un servicio rápido y frecuente. Sin el JRP pagas 760 yenes ida. Si eliges la línea Seibu también partes de Shinjuku pero si tomas la Tobu los trenes salen de Ikebukuro.

Los trenes JR y Tobu te dejan en la Estación Kawagoe, la Tobu en la Shin-Kawagoe. Desde la estación Kawagoe lo mejor es tomar un autobús hasta la Hon Kawagoe pues los atractivos turísticos están más cerca de esta otra estación. Los buses, de todas maneras, pasan todo el tiempo. Los autobuses japoneses son en su gran mayoría pequeños y en este caso, siendo la ciudad tan turística tienes dos que dan una vuelta:

  • el Tobu Koedo Loop Bus: toca todas las atracciones mas importantes y ofrece su pase de un día por 300 yenes. Los días de semana da la vuelta cada 50 minutos y cada 15 o 30 los fines de semana.
  • el Co-Edo Loop Bus: es un autobús antiguo con un pase ilimitado de un día a 500 yenes. Tiene mayor frecuencia y el viaje sin el pase cuesta solo 200 yenes.

Qué ver en Kawagoe

Básicamente se trata de conocer un poco cómo debía lucir Tokio o cualquier otra ciudad japonesa siglos atrás. Si bien las zonas de las estaciones de trenes son modernas basta empezar a caminar para ver como el paisaje urbano cambia y empiezan a aparecer construcciones bajas, de madera, de techos grises y aire medieval.

Hay una calle principal que recorres de punta a punta. En ambos lados hay edificios estilo Kurazukuri, con paredes de arcilla (anti incendios), y aires de viejos almacenes, hoy convertidos en tiendas de recuerdos, restaurantes y boutiques. Se extiende por varios cientos de metros y se abren callejones de tanto en tanto donde encuentras cafeterías, más tiendas y chucherías. No es una calle peatonal, de hecho pasa el autobús, pero es preciosa igual.

Caminando te toparás con el Campanario o Toki no Kane, símbolo de la ciudad. Suena cuatro veces al día, a las 6 am, 12, 3 y 6 pm. Si bien es muy antigua la construcción actual data de 1894. Hay un callejón conocido como el callejón de los dulces o Kashiya Yokocho, un sitio que vende dulces japoneses. ¿Te gustan? A mi no, en serio, pero la gente se vuelve loca por ellos y parece que por aquí la especialidad es la patata dulce. Hay helados de patata dulce, café, cervezas y otras bebidas, incluso.

Para llegar hasta aquí debes caminar unos 20 minutos desde la estación Hon Kawagoe pues está cerca del Museo del Festival Kawagoe. Esta fiesta popular tiene más de tres siglos y se celebra el tercer fin de semana de octubre con hermosas y altísimos carrozas que cruzan las calles.

Hablamos antes del Castillo Kawagoe, ¿pero existe todavía? No, lamentablemente. La gran mayoría de los castillos japoneses medievales no sobrevivieron a terremotos y bombas. Quedan muy pocos originales y el resto son reconstrucciones. En el caso de Kawagoe no hay ni una cosa ni la otra. Hay ruinas y un solo edificio que solía usarse como residencia de los oficiales.

El edificio se llama Honmaru Goten y ha sido restaurado hace poco. Está abierto al público desde 2011 y hay salones con tatami, un bonito jardín y reconstrucciones de la vida palaciega con muñecos. Llegas caminando y la entrada cuesta apenas 100 yenes. Cierra los lunes.

Por último, no estaríamos en Japón si no hubiera templos ¿no es cierto?. El Templo Kitain es el templo principal de la secta budista Tendai en la región y se remonta al siglo IX aunque un incendio lo redujo a cenizas en el siglo XVII. Los incendios por entonces eran cosa seria así que el shogun reinante trasladó algunos edificios palaciegos de Edo a Kawagoe y por eso los ves aquí.  Se han convertido en lo único que queda en pie del Castillo Edo, la antigua Tokio destruida por el terremoto de 1923 y por las bombas aliadas.

Kawagoe es una bonita excursión de un día. Puedes almorzar, caminar, pasear, hacer compras (hay una tienda del famoso Estudio Ghibli y muchas tiendas vintage), y regresar por la tarde. Si visitas Japón en invierno te recomiendo empezar temprano porque a las cinco de la tarde es de noche, eso sí.


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