La casa de Ana Frank

Todos hemos oído la historia de Ana Frank. De alguna u otra manera, por haber leído el libro, por la película, por algún documental o simplemente porque alguna vez alguien habló sobre ella cuando el tema de la Segunda Guerra Mundial apareció en una charla.

El horror nazi hizo que la familia de Ana se escondiera en una casa de Amsterdam y hoy esa casa está abierta al público como La Casa de Ana Frank, siendo a su vez uno de los museos más visitados de la ciudad. ¿Vas a Amsterdam? Entonces no puedes dejar de hacerle una visita.

Ana Frank

Su nombre era Annelies Marie Frank y había nacido en Frankfurt en 1929 en el seno de una pareja de judíos liberales que tenía una librería en la ciudad. Pero tras el triunfo del partido nazi en las elecciones de 1933 las cosas empezaron a cambiar y el padre decidió aceptar una oferta laboral en Amsterdam.

Allí se ocupó de una empresa que vendía una sustancia extraída de las frutas y poco después, ya con su familia instalada en la ciudad, organizó otra dedicada a la venta de especies y hierbas.

Pero en 1942 Alemania invade los Países Bajos y el horror se extiende así que el gobierno de ocupación comienza la persecución a los judíos implementando leyes segregativas. Como otros judíos, los Frank pensaban ya en emigrar pero no concretaron los planes. Entonces, las dos hijas de la pareja debieron cambiarse de escuela y las empresas familiares cambiaron de dueño para no ser confiscadas.

El día de su cumpleaños número 13 Ana recibió un libro de autógrafos y ese fue el libro que se convirtió en su diario personal. La familia decidió ocultarse ese mismo año, apenas un mes después de su cumpleaños, en julio, al recibir una orden para ir a un campo de concentración.

La Casa de Ana Frank

Los Frank se escondieron en una casa de tres pisos que estaba sobre las oficinas de la empresa bajo el amparo de algunos de sus empleados más leales. Dejaron su departamento como si hubieran huido sorpresivamente y pasaron a ocupar unas habitaciones que estaban hábilmente escondidas tras una estantería de libros.

Solo tres personas sabían que la familia se ocultaba allí y eran los encargados de alimentarlos y pasarles información sobre lo que pasaba en el exterior. Poco tiempo después tuvieron compañía al sumarse otra familia de judíos, los Pels, y mas tarde un dentista amigo de la familia. Todo quedó registrado en el diario que Ana llevaba consigo y también las tensiones que producía el tener que convivir en un espacio pequeño tantas personas y con tantas presiones.

Un diario personal es genial porque la auto escritura revela aspectos de nuestra personalidad y nuestra mirada sobre el mundo entero y así, la reconstrucción que podemos hacer de esos días pasados por estas personas en cautiverio nos permite vislumbrar un mundo tremendo. La última línea fue escrita el 1 de agosto de 1944,  poco más de dos años después de ingresar a las habitaciones escondidas.

El 4 de agosto entró la policía y la SS y todos fueron arrestados para días después ser trasladados a un campo de tránsito donde había ya más de cien mil judíos. Los que los ayudaron no tuvieron mejor suerte pero pudieron regresar a la casa, recoger los papeles, fotografías familiares y el diario que habían quedado en la casa. Guardaron todo con la esperanza de devolverlo tras el final de la guerra.

No se sabe a ciencia cierta como se filtró la información de que todos estaban escondidos en la casa sobre el canal. En septiembre de ese año el grupo fue deportado a Auschwitz, por entonces Ana ya tenía 15 años. Tiempo después fueron relocalizadas en Bergen-Belsen, donde su madre murió de inanición, aunque los casos de tifus, fiebre tifoidea y otras pestes eran comunes así que se supone que las hermanas murieron de alguna de estas enfermedades.

Estando allí primero murió su hermana, Margot, y días después Ana.  Apenas algunas semanas después el campo fue liberado por los ingleses.

El diario y el museo

Lo cierto es que el padre de Ana, Otto Frank, no había muerto y al finalizar la guerra sus ex empleados le entregaron lo que habían recogido de la casa. Leer los pensamientos íntimos de una hija asesinada debe haber sido espantoso.

La primera publicación de las notas fue en 1946 y se publicaron en Alemania y en Francia en 1950. A partir de entonces se hizo muy popular, se convirtió en una obra de teatro y en 1959 se filmó la película.

La casa museo está situada sobre el canal Prinsengracht, en el centro de Amsterdam. Se trata de una casa del siglo XVII y sus puertas abrieron como museo en 1960. Hay una exhibición permanente sobre la vida y el periodo histórico de Anna Frank y al día de hoy es uno de los tres museos más visitados de los Países Bajos.

La casa tenia varios pisos y entre ellos estaban las habitaciones escondidas donde se refugiaron de los nazis y que ellos llamaban achterhuis o el anexo secreto. No era visible desde el exterior y tenía un tamaño aproximado de apenas 46 metros cuadrados.

En la visita podrás ver este anexo pequeño, la habitación que Ana compartía con el niño de la otra familia, la habitación común y la exhibición de objetos personales, fotografías y demás.

Si bien el museo abrió en 1960 debido a la cantidad de visitantes permaneció cerrado y en refacciones entre 1970 y 199. En 2001 la mismísima reina Beatriz lo reabrió con más espacio, una biblioteca y una cafetería. Todo reconstruido a como lucía en 1940.

Información práctica:

  • ubicación: Prinsengracht 263-267. La entrada está en la esquina de Westmarkt, 20.
  • cómo llegar: a 20 minutos a pie de la Estación Central de Amsterdam nada más pero puedes llegar en el tranvía 13 o en el 17 bajando en la parada Westmarkt.
  • horarios: abre del 1 de abril al 1 de noviembre todos los días de 9 am a 10 pm y del 1 de noviembre al 1 de abril todos los días de 9 am a 7 pm y los sábados hasta las 9 pm.
  • precio: 10 euros por adulto y niños de 10 a 17 pagan 5 euros. La reserva se cobra 50 céntimos de euro.
  • hay audioguías y visitas guiadas. Puedes apuntarte a programas introductorios que duran solo media hora y te dan un pantallazo de la vida de Ana en el contexto de la Segunda Guerra. Es en inglés y está incluida en la visita al museo.
  • los tickets los puedes comprar online eligiendo la fecha y hora por anticipado hasta dos meses antes. Procura comprarlos con tiempo porque hay mucha demanda, especialmente si planeas ir un fin de semana o día festivo. Puedes comprar hasta 14 tickets por vez.

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