Desde la primera piedra colocada en octubre de 1961 el día de la Virgen del Pilar hasta nuestros días, el mundo se ha asombrado con cada piedra levantada por Justo Gallego para edificar su imponente catedral elaborada con materiales reciclados. En permanente construcción desde hace más de medio siglo y sin planos, licencia de obra o proyecto técnico, la catedral de Justo ha convivido siempre con el fantasma de la demolición.
El temor de los vecinos y visitantes ante el posible adiós del templo el día que su constructor no esté ha generado las primeras reacciones.
Todos los grupos políticos presentes en el pleno del ayuntamiento de la localidad aprobaron una moción presentada por el partido UPyD para la legalización de la catedral de Justo y su protección como Bien de Interés Cultural. Desde aquí le corresponde al gobierno municipal reunir toda la documentación necesaria y elaborar los informes y planos para iniciar el expediente.
Más allá del papeleo y del reconocimiento como Bien de Interés Cultural, Justo Gallego tiene claro que la catedral es mucho más que un lugar de visitas. Es un templo para la oración dedicado a la Virgen del Pilar pero antes tiene que terminarse y habilitarse oficialmente para dar misa.
El sueño de un hombre
La historia de Justo Gallego es una historia de fe y esfuerzo por conseguir alcanzar un sueño. En 1925 nació en Mejorada del Campo y, a causa de sus firmes creencias religiosas, decidió pasar su juventud dentro del monasterio soriano de Santa María de Huerta. La tuberculosis truncó sus planes y tuvo que abandonarlo ante el temor de que se produjese un contagio masivo.
Consiguió superar la enfermedad tiempo después pero comenzó a deprimirse porque aquel episodio truncó su deseo de dedicarse a la vida religiosa. Sin embargo, Dios tenía otros planes para él. Cuenta el dicho popular que los caminos del Señor son inexcrutables y en la década de los 60, Justo Gallego encontró otra modo de darle sentido a su vida: construirle una catedral dedicada a la Virgen del Pilar en su pueblo natal.
Lo sorprendente de su historia es que sin poseer conocimiento alguno de arquitectura o construcción comenzó a levantar su catedral en un terreno de labranza de su propiedad. Únicamente inspirado por las grandes catedrales que había visto en numerosos libros de arte.
Fue vendiendo sus posesiones para costear los gastos de la compra de materiales hasta que las agotó. Después continuó usando materiales reciclados y con la ayuda de particulares y empresas interesados en su proyecto.
Conociendo su proyecto
Actualmente la catedral de Justo en Mejorada del Campo ocupa un terreno de 4.740 metros cuadrados con unas medidas increíbles: 50 metros de largo y 20 de ancho con una altura de 35 metros hasta las cúpulas. Posee, además, dos torres de 60 metros y todos los elementos característicos de una catedral católica: altar, claustro, cripta, escalinata, vidrieras, etc.
Por si fuera poco, este templo es también un ejemplo de compromiso con el medio ambiente ya que gran parte de los materiales usados en su construcción procede de productos reciclados y donados por constructoras de la zona.
Al contrario de lo que muchos creen, la catedral de Mejorada del Campo es hoy por hoy un lugar privado, no público. No obstante, Justo abre las puertas para que aquellos interesados en su obra puedan contemplarla de cerca y, si lo desean, puedan contribuir con pequeñas donaciones.
¿Qué sucederá después?
Por el momento, la supervivencia de la Catedral de Mejorada del Campo a la muerte de su constructor es todo un misterio pese a que parece que el ayuntamiento ha puesto un plan en marcha para convertirlo en Bien de Interés Cultural.
En cualquier caso, aquellos que se han unido a su causa a lo largo de los años aseguran que, tras la muerte de Justo, lucharán para que su sueño se haga realidad. Por su parte, Justo afirma que ha construido su catedral para glorificar a Dios y que se siente feliz con lo que ya ha alcanzado en su vida.
¿Dónde está la catedral de Justo?
En la calle Antonio Gaudí s/n de Mejorada del Campo (Madrid). Desde Madrid se llega en coche en aproximadamente media hora. La entrada para visitarla es gratuita pero se admiten donaciones para terminarla. El horario es de lunes a viernes de 09:00 a 18:00 horas y sábados de 09:00 a 16:00 horas. Domingos y festivos cerrado.
Cualquier persona, creyente o atea, que sepa reconocer el esfuerzo y el tesón de este humilde anciano disfrutará contemplando este increíble proyecto de enormes dimensiones que desde hace más de medio siglo se encuentra en Mejorada del Campo desafiando al paso del tiempo.