La cultura árabe

Vivimos en un mundo diverso y es esa diversidad la que nos hace tan interesantes como especie. Hoy veremos la cultura árabe, considerando, pero al mismo tiempo tratando de corrernos de la imagen que suelen darnos los medios de comunicación sobre ella.

Descubrir, aprender, valorar, respetar, esas son las palabras mágicas para una buena convivencia cultural. Hoy, entonces, la cultura árabe será la protagonista de nuestro artículo.

La cultura árabe

Primero hay que entender que la cultura árabe y el Islam guardan una relación muy íntima. Según el Banco Mundial, hacia 2017, se estimaba que la población árabe del mundo era de 414.5 millones distribuidos principalmente en 22 países que están en Medio Oriente y el norte de África. Turquía e Irán no están en este grupo porque hablan turco o farsi.

Aunque hay otras religiones en la zona el Islam es la religión principal, cerca del 93% de la población es musulmana y los cristianos representan un 4% en esta misma zona. El Islam se rige por el Corán, libro que se cree fue revelado al profeta Mahoma por Dios mismo a través del arcángel Gabriel. La ley islámica se conoce como Sharia y se ha vuelto parte integrante de constituciones e incluso leyes seculares en muchos países.

Sharia, el camino, es la base de todo el sistema de valores árabe. Se divide en cinco secciones: el establecimiento de la justicia, la educación, la moral pública y privada, la prevención de las dificultades individuales en la sociedad y prevención de la opresión. Lo cierto es que cada país árabe interpreta el Islam de manera diferente, algunos siendo más estrictos que otros teniendo incluso pena capital (cortando las manos de los ladrones, por ejemplo).

Los musulmanes rezan cinco veces al día y toda la vida se organiza en torno a esos cinco momentos. Las mujeres, en las mezquitas, visten de manera modesta y cubren sus cabezas, todos se sacan los zapatos y hombres y mujeres permanecen separados. Durante el Ramadam, el noveno mes, sagrado, según el calendario musulmán, las personas ayunan desde el amanecer hasta el atardecer.

En la cultura árabe la familia es importante y en cierta manera se mantienen las conexiones tribales, bien de clan. La expresión «Mis hermanos y yo contra mis primos, mis primos y yo contra el extraño», los pinta bastante bien. La genealogía es importante también. Es una cultura patriarcal en la que el hombre cuida de su familia y si no pueda es vergonzante. La madre tiene un rol tradicional y se queda en casa, criando a los hijos, administrando el hogar.

Los niños son criados distintos, según sean hombres o mujeres. Los niños solo dejan la casa cuando se casan y en general solo uno se queda en la casa de sus padres, para cuidarlos. Así, la cultura árabe respeta a sus mayores. Se los consulta en muchas cuestiones, aún cuando no necesariamente se acepte lo que digan. Los sistemas de salud de estos países no suelen ser buenos, así que lo usual es que las mujeres jóvenes se apoyen mucho en sus madres o suegras en la crianza de su hijos.

La cultura árabe también es celosa de su privacidad y las cuestiones familiares no suelen discutirse ligeramente ante cualquiera. Esta privacidad se traduce en la arquitectura de las casas, donde hay zonas comunes donde pueden recibirse visitas y zonas donde nunca van a ingresar.

¿Cómo es la relación entre un árabe y una visita? Lo usual es que si ingresamos a un salón donde hay árabes ellos se levanten para darnos la bienvenida. No se toca a las mujeres, salvo que la mujer árabe te tienda primero la mano, no se les habla tampoco antes de que te las presenten, y tampoco se le pregunta a un hombre árabe por su esposa o sus hijas.

Llevar un regalo, como en otras tantas culturas es lo más educado. No hay que rechazar la invitación a beber y hay que usar siempre la mano derecha al comer, beber o pasar comida y bebida. La comida es importante en la cultura árabe, compartir el pan, comer pescado y cordero.

¿Hay algo distinto en la vestimenta de los árabes? Lo cierto es que las costumbres difieren de país en país, a veces hay trajes nacionales o la mujer debe usar obligatoriamente la hijab o una burqa ocultando todo su cuerpo. En otros, las ropas son bastante occidentales.

Como sea, siempre es correcto tapar ciertas áreas en virtud de la modestia: los hombros y los brazos. Eso no significa que las chicas mas modernas, en los países mas modernos, no usen camisas de mangas cortas o jeans ajustados. Pero, sí, si vamos a viajar a un país árabe hay que empacar ropa modesta.

Es cierto que son zonas calurosas y una solo quiere ponerse un short pero por aquí una mujer jamás usa este tipo de ropa, y por ende, vamos a recibir atención muy negativa. Tal vez Dubai u otros países de esta zona son mas relajados, pero no hay que olvidar cómo es la cultura árabe.

Ahora bien, más allá de las características que tiene hoy la cultura árabe, y super necesarias a la hora de viajar, hay que saber que la cultura árabe es rica por donde la mires. La literatura árabe está llena de tesoros, lo mismo la música y la danza y desde la independencia, en aquellos que fueron colonia de países europeos, el cine. Aprender un poco de ella siempre es bueno, porque nos enriquece.

Ahora bien, por supuesto que como mujer hay muchas cuestiones que no me gustan. Más hoy en día, que en muchas partes del mundo estamos peleando por nuestros derechos en una sociedad mundial tan machista. Pero soy optimista y trato de no ser tan etnocéntrica.

Prefiero pensar que la cultura es como la lengua. Todos somos cultos en la medida en que somos portadores de una u otra cultura, y mientras esa cultura esté viva siempre está sujeta a cambios. Lo mismo que la lengua. Así, el mundo tan globalizado en el que vivimos va empujando al cambio a todas aquellas culturas más tradicionales. Ojala las mujeres que buscan cambios positivos en estos países logren avanzar en su camino.


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