photo credit: daniel pozo
La cultura de Maldivas reconoce diversas fuentes y su desarrollo ha estado influenciado por varios factores. Relevantes han sido su proximidad a Sri Lanka y la zona sur de la India, al este de África, al archipiélago malayo y al Oriente Medio a raíz de su conversión al Islam en el siglo XII, como también su ubicación en el Océano Índico en la encrucijada de diversas rutas marítimas.
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Se encuentran también elementos de origen árabe, africano, e indonesio. La cultura de Maldivas comparte muchas características con Sri Lanka y Kerala, en particular una fuerte tradición matriarcal.
La música de los Maldivas, tales como el Bodu-Beru (literalmente «tambor grande»), reconoce raíces africanas, mientras que otras características culturales poseen similitudes con elementos árabes y de las regiones del norte de india.
Una característica particular de la sociedad de Maldivas es una tasa muy alta de divorcio en comparación con valores usuales en países islámicos o del sur de Asia, ello muestra el alto grado de autonomía que las mujeres de Maldivas tienen sobre sus vidas.
La sociedad de Maldivas es una sociedad casi exclusivamente islámica. Pero el aislamiento de Maldivas de los centros históricos del Islam en el Oriente Medio y Asia ha permitido que algunas creencias y actitudes pre-Islámicas sobrevivan. Hay una creencia extendida en jinns, o espíritus malvados. Para la protección contra estos males, la gente muchas veces recurre a los encantos o arte mágicas.
El grado de estas creencias ha hecho que algunos estudiosos consideren existe un sistema mágico-religioso paralelo al Islam conocido como fanditha, que les proporciona a los isleños una manera más personal de lidiar con los problemas en sus vidas. Sin embargo ésta es una tradición que hoy solo subsiste en las áreas rurales.
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