La escultura de la India, un vestigio universal


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La escultura prehistórica primitiva se realizaba en piedra, arcilla, marfil, cobre y oro. En el valle del Indo, entre los restos de los edificios de ladrillo quemado de Mohenjo-Daro, han aparecido objetos del III milenio a.C. entre los que hay figuras de alabastro y mármol, figurillas representando a diosas desnudas y animales en terracota y loza fina, un modelo de una carreta en cobre y numerosos sellos cuadrados de marfil y loza con animales y pictografías.


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La similitud de estos objetos con las obras de Mesopotamia en cuanto a los temas y a las formas estilizadas indica la existencia de una relación entre las dos culturas y un posible origen común. No hay pruebas de que hubiera contactos con la cultura de Oriente Próximo en la época védica y posterior.

A la fase más antigua de este periodo pertenece una figurilla de oro, del siglo IX, que representa a una diosa, y que ha sido encontrada en Lauriya Nandangarh. Entre los objetos posteriores, pertenecientes al periodo en torno al 600 a.C. hay discos de piedras pulidas y ornamentadas, y monedas que representan diferentes tipos de animales y símbolos religiosos.


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Con la llegada del budismo en el siglo III a.C. tiene lugar la evolución de una arquitectura monumental en piedra, que se complementa con escultura en bajo y altorrelieve. La figura de Buda no estaba presente en el arte primitivo indio y se recurría a símbolos y a escenas de su vida, a representaciones de deidades budistas y de leyendas edificantes.

En aquella época -como a lo largo de toda la historia de la escultura- las figuras y la ornamentación se disponían en complicadas composiciones. Los monumentos más destacados de este periodo son los capiteles con formas de animales de los pilares de arenisca para los edictos del rey Asoka, y las barandillas de mármol que rodean las stupas de Bharhut, en Madhya Pradesh, cuyos relieves parecen estar comprimidos entre la superficie y el fondo. También son notorias las puertas de la stupa de Sanchi (siglo II a.C.), cuyos relieves tienen la delicadeza y la minuciosidad del tallado en marfil.


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