¿Te gustan las cuevas? Antes se pensaba que eran las puertas de entrada al inframundo o al infierno mismo. Hoy se aprecian como verdaderas maravillas que nos permiten ir descubriendo la riqueza de la Tierra y su historia.
Una de las últimas cuevas descubiertas en el mundo es la Cueva Búri. Fue descubierta en Islandia en 2005 y en realidad es un extenso túnel de lava cuyo descubrimiento fue muy importante. El túnel es muy grande, único, y recorre poco menos de un kilómetro. Alguna vez estuvo lleno de lava caliente y burbujeante pero cuando la lava de los bordes del flujo se enfrío mucho más rápido que la del interior se formó la estructura del túnel.
Así, nació un tubo de lava sólido mientras que el resto de la lava caliente siguió fluyendo hasta salir por completo. Al final del túnel incluso ha quedado una suerte de cascada de lava, el último goteo hirviendo. Dentro de la llamada Cueva Búri hace mucho peor mucho frío pero es maravilloso ver y tocar la textura de la roca, las burbujas solidificadas en el tiempo, las formaciones de estalactitas y estalagmitas cristalinas.
Una belleza. ¿Y donde está esta cueva en Islandia para poder visitarla? Pues en Reykjavik.