Mucha gente visita Italia en verano. Aprovecha el buen tiempo, recorre ruinas, iglesias, castillos, museos y galerías de arte. Pero en Italia en verano hace calor, así que hacerse una escapada a la costa y darse un chapuzón en el mar no está nada mal.
En el caso de estar padeciendo días de calor en Florencia la mejor opción es subirse al tren y enfilar hacia Viareggio, la ciudad toscana más importante sobre la costa de Versilia. La Toscana podrá no estar asociada al mar, pero sí tiene una hermosa costa y el resort más conocido sobre ella es Viareggio.
Como balneario tuvo su esplendor en los locos años ’20 del siglo pasado, pero sigue siendo un destino buscado a la hora de disfrutar de sol, playa, comida de mar y vida nocturna. De aquel pasado de lujos han quedado bellos edificios estilo Art-Noveau, hoy convertidos en restaurantes, cafeterías y tiendas, todo ubicado sobre el malecón.
Ojo, no estoy diciendo que toda la ciudad sea pintoresca, la parte costera es la mejor, pero las playas de Viareggio son buenas, con kioskos, tumbonas y sombrillas, duchas y cafeterías. Las aguas son calmas, ideales para nadar o para estar con niños, y como realmente la playa es extensa aunque haya gente siempre es cómoda.
La playa de Viareggio, entonces, está ubicada a hora y media de tren desde Florencia. La estación del ferrocarril está situada a un kilómetro o menos de la propia playa. Finalmente, si bien la playa de Viareggio es la más conveniente hay otra que podrías no pasar por alto, un poco más lejos: Castliglioncello, con Bandera Azul, rocas y arena, aguas cristalinas y un centro de deportes acuáticos. En menos de dos horas con tren rápido llegas hasta aquí.