Las dudas sobre la muerte de Jesús siempre han existido, por lo menos para quienes no son cristianos fundamentalistas. Por supuesto, si cristo no resucitó vana es nuestra fe, dijo algún santo cuyo nombre no recuerdo, pero hoy nos podemos permitir esas dudas sin perder nuestra religiosidad.
He oído sobre la tumba de Jesús en Cachemira, India, por ejemplo, ¿Pero tu sabías de la tumba de Jesús en Japón? Está situada en Shingo, dentro de la prefectura de Aomori, una aldea muy pequeña y poco conocida y la gente de aquí dice el montículo que ves en la foto coronado con la cruz es la tumba de Jesús, el hijo de Dios.
Según unos documentos históricos conocidos como los Documentos Takenouchi, apócrifos, Jesús no fue el que crucificaron en Gólgota. Su lugar fue ocupado por su hermano menor, así que después de ser capturado por los romanos parece que logró escapar cambiando de lugar con el hermano. Y se fue… ¡a Japón!
Siempre según estos documentos japoneses Jesús se estableció en Shingo y tuvo tres hijos con una mujer local. Murió a los 106 años de causas naturales y de hecho, se cree que muchos de los habitantes de la aldea descienden de él. ¿Y esos documentos existen todavía? No, se destruyeron en la Segunda Guerra Mundial aunque su reproducción está en el museo local dedicado a Jesús. ¿Verdad o elucubración? Lo cierto es que el aspecto de la gente local tiene sus particularidades, lo mismo la lengua y las ropas…