La escultura griega es famosa en todo el mundo, es celebrada en museos y galerías y, mediante reproducciones, aparece en plazas y parques de ciudades, pueblos y pueblitos.
¿Pero cuáles son las 5 esculturas griegas más famosas, porqué, y dónde puedes verlas en persona? De eso hablaremos en nuestro artículo de hoy.
La escultura griega
Por supuesto que la escultura griega no aparece de la nada, ni es la primera civilización que se vuelca a este arte tridimensional con maestría.
Lo cierto es que la escultura en la antigua Grecia, entre el 800 y el 300 d.C tomó su inspiración de los egipcios y del arte monumental del llamado Cercano Oriente, pero evolucionó con su propia mirada.
Los artistas griegos lograron capturar la forma humana de una manera realmente única pues se fijaron especialmente en las proporciones, la pose y la figura idealizada del cuerpo humano.
Sea en bronce, mármol o en piedra, las figuras griegas se convirtieron, aún ya acabada la propia civilización, en las piezas de arte más reconocidas alguna vez producidas por una civilización. Incluso, la visión griega del cuerpo humano fue la que más se copió de todas las que el arte humano creó a lo largo de su historia.
Finalmente, por suerte muchas de las estatuas griegas que han llegado hasta nuestro días están firmadas, así se conocen los nombres de los artistas más famosos: Phidias, Polykleitos, Kresilas, Praxiteles, Kallimachos…
Los esculturos en general encontraban empleo en los grandes santuarios, y las excavaciones han dado con algunos de sus talleres, a partir de los cuales se ha aprendido mucho sobre la factura de estatuas.
Sabiendo todo esto, a modo de introducción, veamos ahora las obras de arte de la escultrua griega, las 5 esculturas griegas más famosas.
Afrodita de Milos
Nuestra lista de las 5 esculturas griegas mas famosas está encabezada por la famosa «Venus del Milo», cuyo nombre real es Afrodita de Milos.
Esta escultura fue creada por Alexandros de Antioquía, y se cree que representa a Afrodita, la diosa del amor y de la belleza. Data del Período Heleno y está hecha con mármol de Paros, un mármol fino, semitráslucido y de color blanco puro extraído del monte Parpessa en la isla de Paros. Así, deja atrás el uso frecuente del bronce en el mismo período.
La escultura fue descubierta en Milos, una de las Islas Cicladas, pero aunque se supone que es Afrodita no hay certeza y muchos también piensan que se trata de la diosa del mar y no de la diosa del amor.
Hoy en día la estatua está en Louvre, en París, Francia.
Discóbolo de Mirón
Nuestra lista de 5 escultura sgriegas más famosas incluye también al «lanzador de disco», obra que es atribuída al esculturor ateniense Mirón. Pertenece al período clásico del arte griego, siglo V a.C, y aunque el original era de bronce esa pieza se ha perdido en el tiempo. Lo que ha llegado son las copias romanas que se hicieron a posteriori.
La original, o las copias, lo que logran es representar muy bien, capturar con maestría, a un joven y atlético lanzador de disco, la pose, los músculos trabajando, el ritmo que es como que queda encapsulado en esa pose. Lo maravilloso de que algo estático como una estatua aún así logre transmitir movimiento y armonía.
Esta estatua lo puedes ver en el Museo Británico, en Londres.
El niño Kritios
La estatua fue esculpida por Kritios alrededor del año 490 a.c y marca el comienzo de la era clásica del arte griego. Es tallada hacia el final del período arcaico (800 a.C – 480 a.C), y que sea apenas más pequeña evidencia un giro que se aparta del hiper realismo.
Siendo como es una bisagra entre dos períodos artísticos, el llamado Niño de Kritios presagia tendencias innovadoras que van a definir la nueva era, como por ejemplo un rostro de facciones más agudas o el concepto de «contrapposto», una curva de la columna muy distintiva a futuro.
Hoy puedes ver la escultura en el Museo de la Acrópolis, en Atenas, Grecia.
Victoria de Samotracia
La diosa Nike o la Victoria de Samotracia es una escultura hecha por Pythocritos, hijo de Timocharis de Rodas, alrededor del año 190 a.C, durante el Período Heleno. Es una estatua monumental, de casi cinco metros y medio de alto, que representa a la diosa Nike en la proa de una nave, con alas extendidas, muy dramática y expresiva.
La escultua está hecha con mármol de Paros y mármol de Lartos, y puedes verla en el Museo del Louvre, en París.
Hermes de Praxiteles
Esta escultura griega famosa representa a Hermes, uno de los dioses griegos más venerados, junto con un Dionisio niño, dios de la festividad.
El escultor, Praxiteles, la esculpió en el año 4 a.C, pero los arqueologos la encontraron en 1877, entre las ruinas del Templo de Hera. Se sabe que fue confeccionada durante el llamado Período Clásico, y es bastante representativa de ese momento, si observamos como ideliza la figura humana.
Si además nos tomamos el trabajo de observar la escultura desde distintos ángulos veremos que Hermes pareciera tener distintas expresiones faciales, desde la izquierda tristeza, desde la derecha alegría y desde el medio, una expresión neutra.
Tal ambigüedad hace que su rostro sea dinámico y nos habla del fuerte deseo de los esculturos griegos de este período de capturar movimientos en retratos obligatoriamente estáticos. Esta escultura está en el Museo Arqueológico de Olimpia, en Grecia.
Hasta aquí estas son las 5 esculturas griegas más famosas, quienes son sus autores y donde puedes verlas hoy en día.
Resumiendo, los escultores griegos trabajaron con mármol, bronce, piedra y terracota, pero también hay obras en oro y en marfil. La gran mayoría de las escuturas griegas se perdieron con el paso del tiempo, pero fueron los romanos quienes nos permitieron conocerlas, ya que supieron crear muchas copias de las esculturas griegas más famosas.
Las esculturas romanas cubrieron muchos campos y temas, desde figuras mitológicas, pasando por atletas, figuras históricas o personas comúnes, pero fueron sus copias de las esculturas griegas las que tuvieron un rol importantísimo en la preservación de las tradiciones artísticas griegas. Además, habiendo trabajado más con marmol que con bronce, fueron menos destruídas que las griegas, resistiendo mejor el fuego o la fundición para convertirse en monedas o munición.
Las réplicas romanas no siempre fueron eso, réplicas. Fueron a veces adaptaciones que reflejaban más gustos, estilos y convenciones romanas que griegas. Y con el tiempo, las formas idealizadas dieron paso a estilos más realistas y naturales, alejandose de la idea griega de que el cuerpo humano reflejaba la belleza divina, y que sus propias esculturas eran el medio para dar cuenta de eso.