Si te gustan las playas de ensueño entonces debes colocar a Filipinas en tu radar. Definitivamente es un gran destino de vacaciones de verano.
Para organizar bien el viaje te conviene saber más sobre sus islas y sus playas así que apunta estos consejos para no perderte lo mejor.
Filipinas
Es un país insular así que está compuesto por miles de islas. Eso hace algo difícil acomodar todas las fichas a la hora de decidir viajar y por eso mismo conviene pensar bien la ruta. Los vuelos internos son la norma y por eso revisa la página de Cebu Pacific, aerolínea low cost.
Sus poco más de 7 mil cien islas se dividen en tres regiones: Luzón, que es donde está Manila, la capital, Mindanao y Las Bisayas.
En Luzón puedes caminar por la histórica Manila y percibir la herencia occidental, pero además puedes pasear entre terrazas de arroz fabulosas que están a unas seis horas de viaje.
Hay terrazas en Batad, Banaue, Sagada y Bontoc y puedes ir por tu cuenta o apuntarte a un tour y conocer , por ejemplo, Bontoc y Sagada en la misma excursión.
Eso sí, tiene un clima complicado así que hay una temporada seca, otra húmeda y otra templada tirando a seca. La primera es de marzo a mayo, la húmeda entre junio y noviembre y la última va de diciembre a febrero. Siempre hace calor.
Por último, ¿estás vacunado? Es necesario contar con las vacunas contra el tétanos, la difteria y la Hepatitis A y B. Sabiendo todo esto ya podemos pasar a los mejores destinos dentro de Filipinas.
Boracay
Se trata de una hermosa isla que está a poco más de 300 kilómetros de Manila, en las Islas Bisayas. Tiene unos 10 kilómetros cuadrados de superficie y sus playas la han convertido en uno de los destinos turísticos más populares.
No tiene aeropuerto propio así que se llega por mar desde la vecina isla de Panay y su puerto, Caticlan. Hasta allí sí puedes llegar en avión o en ferry desde alguna isla vecina o desde Manila. En realidad verás que hay dos aeropuertos vecinos que siempre se ofrecen: Caticlan y Kalibo.
Una vez en cualquiera de ellos hay que ir por tierra hasta el puerto y de allí coger el ferry. El aeropuerto de Caticlan queda más cerca y el recorrido terrestre es de apenas cinco minutos mientras que 90 son los minutos que separan el puerto de Kalibo. El transporte es muy barato, eso sí.
El viaje en bote a la isla de Boracay, más que un ferry es un bote, también es barato y muy breve, de cinco minutos con el mar calmo. Del otro lado puedes coger un triciclo para llegar a tu alojamiento.
Boracay se subdivide en barrios o barangay’s. La zona más turística, donde están los bares y restaurantes, es el barangay Yapak, al norte. Después está el barangay Balabag, en el centro, y hacia el sur está el barangay Manoc-Manoc.
A decir verdad estos nombres no los escucharás mucho, ni siquiera los verás en las revistas o blogs de viaje porque en general se los llama Station 1, 2 y 3.
Así, la Estación 1 es una combinación de party life con lo más calmo, hay de todo un poco. Ahora bien, si caminas por la playa un poco más entras sí en la Estación 2 que es el epicentro de la fiesta, el ruido y la marcha.
Siguiendo el camino llegas a la Estación 3 que es la mar de tranquila. Lo bueno es que no deja de haber restaurantes, tiendas, supermercados y puestos de regalos en cualquiera de ellas.
Si te gusta la aventura puedes llegar en barco desde Manila pero es un viaje mucho más largo, de unas nueve horas, pero lo importante es llegar y disfrutar de alguna de sus treinta playas.
Claro que hay algunas más populares de otras: White Beach es la que está en primer lugar con sus cuatro blancos kilómetros. También está la Playa Diniwid y la Pukka o la Playa Bulabog, la mejor para practicar kitesurf o windsurf.
El Nido, Palawan
También en las Bisayas está la provincia de Palawan y su capital es Puerto Princesa. La mitad está desierta y se la conoce como la última frontera ecológica de Filipinas.
En el norte hay aguas cristalinas, una rica flora y fauna y playas blancas. Es el lugar donde está El Nido y Taytay, dos destinos turísticos importantes. Se caracterizan por un paisaje de acantilados de caliza y bellezas sobre el agua y por debajo de ella con peces y corales y hasta tortugas marinas.
Hasta Palawan puedes llegar en avión y para moverte allí usas el autobús. No puedes dejar de visitar los Arrecifes Coron, en la bahía del mismo nombre: siete lagos rodeados de acantilados, un sitio genial para nadar y bucear entre restos de barcos y aviones de la Segunda Guerra Mundial.
El Parque Nacional Río Subterráneo Puerto Princesa te revelará el maravilloso mundo subterráneo de este río que emerge al mar y es rico en biodiversidad. Este parque y otro parque marino, el Arrecife Tubbataha, han sido declarados Patrimonios Mundiales por la UNESCO.
Si te gusta moverte puedes visitar la aldea de pescadores de San Vicente que está cerca de Puerto Princesa. Llegas en un bote y disfrutas de su Playa Larga de 14 kilómetros de arena blanca como la harina.
Bohol
Está al sur del archipiélago, en las Bisayas Centrales. Tiene playa blancas encantadoras y es famosa por un paisaje muy pintoresco bautizado con el nombre de Colinas de chocolate: un montón de cerros cónicos de piedra caliza distribuidos en un terreno de 50 kilómetros cuadrados.
Está separad de la isla de Cebú, otro destino interesante, por un estrecho así que es fácil ir y venir. La Isla Virgin es un encanto, con su lengua blanca que está bañada por ambas costas por el mar, y la Isla Lamanoc, un islote ubicado en Anda que ha sido muy erosionado y hoy la apariencia de la isla es más la de una roca que flota en el mar.