Los mejores acantilados de España

Vixía Herbeira |Imagen| Por Soleá

El litoral de España posee playas de arena fina y aguas en calma pero también cuenta con acantilados de paredes vertiginosas que dejan sin respiración. De un lugar a otro, recorremos la geografía del país para conocer los precipicios más asombrosos de nuestros mares.

Vixía Herbeira

De los acantilados de Vixía Herbeira, ubicados en La Coruña, se dice que son los más altos de Europa aunque otros señalas que están a la par con los de Noruega y los de Irlanda. Su filo más elevado se encuentra a 620 metros de altura y descuella la Vixía de Herbeira, una garita desde la que los corsarios del siglo XVII merodeaban por esta zona de la costa gallega que lleva de la ría de Ortigueira a la de Cedeira.

El olor del mar, la fuerza del viento y las olas chocando contra la costa verde brillante son razones más que suficientes para acercarse hasta Vixía Herbeira.

Barbate

Imagen| Por Soleá

Uno de los paisajes más espectaculares de Andalucía es el que conforma el acantilado de Barbate, con sus más de 90 metros de desnivel en algunos puntos y sus 4 kilómetros de longitud. Es el acantilado más importante de la provincia que está dispuesto en forma de arco cóncavo entre las playas de Caños de Meca y la Yerbabuena. Junto con el de Maro-Cerro Gordo, el de mayores dimensiones de la provincia gaditna.

De gran interés paisajístico es el tramo de costa que va desde el cabo de Trafagalgar a Cabo Plata. Una travesía por esta zona permite contemplar espacios protegidos de gran relevancia ecológica como el Parque Natural La Breña y las Marismas del Barbate, que tienen impresionantes vistas de sus acantilados y de la Torre del Tajo. Además, estos lugares también tienen gran importancia histórica.

Faro en Finisterre

Finisterre

En La Coruña se encuentra el cabo de Finisterre, declarado patrimonio europeo de 2007. Los romanos creían que éste era el punto más occidental del mundo conocido y más allá de eso no existía nada. Se trata además del último punto para muchos peregrinos al Camino de Santiago, ya que se encuentra a 90 kilómetros de Santiago de Compostela.

Desde la ría de Muros y Noia hacia Finisterre, el fin del mundo, las costas coruñesas se llenan de vertiginosos acantilados sobre el mar, de playas kilométricas donde el agitado Atlántico que rompe con fuerza contra las rocas. Es la costa de la Muerte.

Formentor

El cabo Formentor marca el fin de la sierra norte de Mallorca. Todo es hermoso desde este acantilado: el Mediterráneo a 232 metros de altura, su espectacular mirador desde el que se divisa el monte Pal, el islote de Es Colomer y la playa de Formentor.

Contemplar el mar desde Formentor relaja la retina. Por eso quienes hay muchos que optan por acercarse al mirador sa Creueta, frente al propio cabo, o tomar una barca el puerto de Pollensa. Los atardeceres desde el cabo Formentor dejan huella, así como su faro de cuento y los bosques de pinos que lo rodean.

San Juan de Gaztelugatxe

Ermita de San Juan de Gaztelugatxe

Situado en la localidad vizcaína de Bermeo, San Juan de Gaztelugatxe es el gran atractivo de la costa vasca gracias a su escenario natural incomparable. Las impresionantes vistas del mar Cantábrico que se tienen desde su ermita y acantilado es una de las razones por las que muchos turistas acuden hasta el municipio y se atraven a subir los 241 peldaños que hay hasta la cumbre.

Antaño, este peculiar islote fue refugio de piratas y está rodeado de leyendas. Sin embargo, en la actualidad San Juan de Gaztelugatxe es mundialmente conocido por ser escenario de la popular serie Juego de Tronos. Nada más y nada menos que Rocadragón, hogar de los Targaryen.

Zumaia

Diario de Navarra

En Guipúzcoa, son ocho los kilómetros que separan Zumaia y Deba y conforman un litoral de acantilados y paisajes espectaculares. Estas formaciones de estratos verticles se alzan sobre el mar para crear un paisaje digno de fotografía. Cuando el fiero mar Cantábrico se retira de la base del acantilado aparece una enorme plataforma de abrasión que es testigo de la continua erosión del mar. Entre ellos destaca el Flysch, una caprichosa formación que nos da a conocer sus millonres de años de existencia a través de sus estratos rocosos.

Esta zona fue declarada biotopo protegido y es posible visitarla por medio de las rutas guiadas que se realizan por tierra o mar. En esa ruta se puede conocer mejor la ermita de San Telmo que se erige sin miedo al borde de los acantilados.

Taganana

Imagen| Traveler

Taganana, en la isla de Tenerife, podría pasar perfectamente por un rincón de Hawai pero lo cierto es que esta tranquila población con acantilados que parecen propias de una costa jurásica se encuentra en España. Taganana está pegada a bosques de laurisilva y montañas y sus playas de arena negra son preciosísimas, sobre todo la de Benijo que es escarpada.


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