Alemania es uno de los destinos más hermosos de Europa si quieres conocer pueblos de cuentos de hadas además de ciudades e historia del siglo XX.
Düsseldorf es una bella ciudad, pero los day trips o escapadas siempre son necesarios, así que hoy en Actualidad Viajes los pueblos más bonitos cerca de Düsseldorf para una escapada.
Zons
Nuestra lista comienza con el pueblo medieval de Zons, a solo media hora de distancia desde Düsseldorf. Puedes llegar en transporte público, tomando el tren S11 hasta Dormagen y de allí el autobús 875 hasta Zons, en dirección hacia Neuss Landestheater.
Zons está sobre la orilla oeste del Bajo Rin, entre Düsseldorf y Cologne. Por eso también puedes llegar cruzando el Rin en ferry. Viajas hacia Urdenbach, el sur de Düsseldorf, y desde allí usas el ferry.
Las murallas defensivas datan del siglo XIV, encerrando un pueblo con forma de trapezio. Las murallas va de norte a sur recorriendo unos 300 metros, y otros 250 en dirección oeste este. En las esquinas tiene torres de distintas formas y estilos.
Zons tenía dos antiguas puertas que permitían su acceso, pero no han sobrevivido el paso del tiempo y la modernización. Solo queda otra, externa, pero el legado medieval lo puedes ver por todos lados y es maravilloso.
Hoy puedes visitar el Museo del Distrito, la fortaleza de los peajes medievales, el Cementerio Judío o asistir al festival medieval en septiembre, o al mercadillo de artesanías de julio o las obras de teatro de cuentos de hadas que se hacen al aire libre en el Castillo Friedestrom.
Schloss Dyck
A solo media hora en coche desde la ciudad de Düsseldorf está Schloss Dyck, no lejos de Jüchen. Se trata de un hermosísimo castillo.
La historia de este castillo se remonta al año 1094 y fue evolucionando desde un simple fuerte al casi palacio actual, rodeado de un fozo. Resulta que el castillo medieval de antaño se convirtió en un palacio barroco en el siglo XVII de la mano del conde Salentin de Salm-Reifferscheid y después en una residencia rococó.
Alrededor de esta elegante residencia hay todo un jardín de estilo inglés y todo el complejo está abierto al público. Hay dos exhibiciones permanentes que nos abren una ventana al período entre los siglos XVII y XIX, tanto dentro como fuera del edificio.
Hay visitas guiadas, cuatro ofertas distintas, y el tour más interesante es aquel que enseña sobre las relaciones entre la historia, la aquitectura y el diseño de jardines. Las visitas son en alemán, obvio, y en inglés. La entrada cuesta 12 euros.
Mönchengladbach
Esta escapada con aires medievales está a 40 minutos de la ciudad de Düsseldorf, un verdadero tesoro al que llegas en el tren S8, muy fácilmente.
El pueblo fue fundado por la Abadía Gladbach en el año 974 y el nombre deriva de un arroyo que hoy apenas si sale a la superficie. La abadía y las aldeas que tenía alrededor formaron un pueblo en el siglo XIV.
Si bien es una ciudad ha sabido conservar su carácter medieval y antiguo, en algunas partes. Así, mi consejo es que visites primero el Schloss Rheydt, un imponente castillo de estilo renacentista, con fozo medieval incluído, que está abierto al público (6 euros).
En el Museo Wasserturm Rheindahlen puedes ver reliquias de la Edad de Piedra, si te gustan las aves está el Museo de ornitología en el Castillo Wickrath, sobre el río Niers, el jardín botánico municipal en Bunter Garden o el Odenkirchen Zoo.
Y claro, la visita obligada también es el Wasserturm Mönchengladbach, el tanque de agua de 1909 de 51 metros de altura, de estilo Art Nouveau, bellísimo.
Schloss Burg Solingen
En nuestro artículo de hoy, pueblos bonitos cerca de Düsseldorf para visitar, le toca el turno a otro destino con castillo medieval.
Schloss Burg está en Solingen y es super pintoresco. Mira al río Wupper y es una escapada estupenda desde la ciudad porque llegas en apenas 45 minutos. Se trata de un castillo reconstruído, el más grande en esta parte de Alemania.
El castillo original se construyó en el siglo XII y tuvo momentos intensos, pero hacia el siglo XVII empezó a decaer, en especial tras los agitados episodios de la Guerra de los Treinta Años. Así, medio en decadencia, llegó al siglo XIX y pasó a ser una ruina.
La restauración llegó más tarde que pronto, pero se basó en viejos dibujos y planos. Las obras fueron interrumpidas por un incendio en 1920 y todo volvió a comenzar. Pero la apariencia actual ha quedado muy bonita.
Hoy el castillo abre al público y tiene varias exhibiciones, entre ellas alberga las del Museo de Bergisches Land. Su iglesia también es muy popular para las bodas locales e incluso tiene el Memorial de la Deportación y el Memorial de las Provincias Alemanas del Este.
La entrada cuesta solo 4 euros, y aunque llegar es rápido hay días en dónde el viaje puede durar una hora en transporte público.
Kleve
Llegar a Kleve desde Düsseldorf es muy fácil, solo tomas el tren y disfrutas de las vistas. Está en el Bajo Rin, cerca de la frontera con Holanda.
La escapada puede concentrarse en el centro donde en verdad hay muchas atracciones, en particular el Castillo Schwanenburg, de los condes locales, sobre la colina. Del viejo castillo queda su enorme torre, la Torre del Cisne, de 55 metros de alto, relacionado con Logengrin, el Caballero del Cisne de Wagner, en Parzifal.
También, un poco a las afueras, está el Scholoss Moyland, restaurado, y si vas en primavera o verano y hay buen clima y te gusta andar en bicicleta puedes seguir el trazado del tren por los alrededores de la campiña.
Monschau
Finalmente, un destino 100% histórico y pintoresco. Este pueblo está a 90 minutos de Düsseldorf en coche.
Monscheau está en la región de Eifel, al oeste del país, en las colinas del norte, dentro del Parque Natural Eifel, en el valle del río Rur.
El pueblo ha sabido conservar su arquitectura clásica de casitas con techos a dos aguas y callecitas estrechas, parece que nada ha cambiado en los útlimos 300 años.
Su castillo medieval, sobre la colina, data del siglo XIII y nos ofrece unas vistas panorámicas maravillosas. Otro sitio interesante es el Museo de la Cruz Roja, que funciona en una elegante residencia del siglo XVIII, de la época en la que el pueblo era un rico centro textil.
También puedes subir colina arriba y visita el Molino Histórico de la Mostaza, en funcionamiento desde hace siglos, a solo 10 minutos andando. Si bien no está abierto al turismo sí puedes probar alguna de las 23 variedades de mostaza local que fabrica (mostaza con tomate, con ajo, con cerveza).
Otro museo, o más bien tienda con taller, en el Glasshutte, dedicado a la fabricación de vidrio. Sí, podrás ver cómo los artesanos soplan y le dan forma a creaciones hermosas.
Finalmente, el pueblo es pequeño, encantador, lo puedes caminar todo y tomar las mejores fotos de tu escapada desde Düseldorf. Todo en media hora pues no es un pueblo grande, pero es perfecto para apreciar un verdadero pueblo alemán.
Claro que hay muchos pueblos bonitos cerca de Düsseldorf para una escapada pero esta es nuestra selección. Tenla en cuenta si vas de viaje a Alemania.